Facultad de Estudios Superiores Acatlán
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Dentro de la segunda sección del bosque de Chapultepec se encuentra el museo de Historia Natural y Cultura Ambiental (MHNCA). Es una institución cultural de divulgación científica sin fines de lucro, que tiene el objetivo de reunir a todos los grupos de edad, desde chicos a grandes, se trata de un recinto que fomenta el aprendizaje experimental de las ciencias naturales.
En medio de la Ciudad, para la rutina citadina promedio, no es común estar en contacto con los entornos naturales o con una fauna no urbana, inclusive de rocas, fósiles o minerales, ocasionando que un ejercicio de visualización y contacto directo se imposibilite en gran medida por el acelerado proceso de urbanización, por lo que la misión de dimensionar las implicaciones de la destrucción de la naturaleza por los modelos de producción, solo se ven en el reflejo de la capital, más no se tiene la imagen viva de ello.
Lo que permite este museo es tener un acercamiento representativo de lo que no se podría acceder cotidianamente, cede la pauta a la reflexión mediante la valorización de la vida por medio de exhibiciones didácticas y lúdicas, que están repartidas en nueve amplias estructuras semiesféricas formando bóvedas de colores, de estas, logramos entender la riqueza que alberga nuestro planeta, pero además es la oportunidad idónea para pluralizar el conocimiento en general, desde una micro escala hasta del recóndito universo.
Pero ¿por qué? Y, ¿para qué?, hay una alarmante razón por la cual en este específico momento, se ha vuelto tan necesario retomar a la conversación más allá de una charla de café en relación con el planeta y todo lo que está en riesgo de pérdida en un contexto de latente crisis climática, donde es más que oportuno reconocer aquellos espacios que sirven de recordatorio de lo que existió y existe, aceptando paralelamente la trascendencia de nuestras acciones como habitantes de la tierra.
Un archivo histórico del por qué estamos aquí
México es un país megadiverso, eso quiere decir que es uno de los 17 países con mayor diversidad de animales y plantas en el mundo, albergando cerca del 10% de las especies registradas en el mundo, gran parte de ellas endémicas, así como contar con una topografía destacable que privilegia el origen de una vasta biodiversidad con la que los seres humanos compartimos casa, así que con mayor razón los mexicanos deberíamos involucrarnos en estas discusiones, tomar el poder individual de informarse y colectivamente repensar el flujo que rige nuestros patrones de consumo.
A lo largo de la historia, se han suscitado alrededor de 5 extinciones masivas, en la actualidad, los seres humanos estamos siendo participantes activos de la eventual 6ta extinción, ya que por primera vez en la historia, es la actividad humana la que tiene repercusiones en el ciclo natural de la tierra.
Este fenómeno tiene un fuerte sustento en una lógica antropocentrista, que asegura que los humanos son la especie más importante del planeta tildándose de superior frente a otros seres vivos, e inclusive, de los recursos naturales, ya que instrumentaliza lo ajeno con meras intenciones utilitarias de satisfacción a sus necesidades; de esta visión, nace un postulado político e ideológico con Andrew Revkin, citando el término “Antropoceno” en su libro “El calentamiento global: Comprensión de la Previsión (1992)”, siendo este concepto más que una definición de una “nueva era geológica” una fuerte crítica hacia esta concepción especista y capitalista, señalando la pérdida del panorama completo al encontrarnos tan inmersos en el contexto acelerado de las ciudades y olvidar en sustancia, que esta idea no es compatible con un futuro sostenible para todos ya que es una problemática de nuestra propia creación.
La antesala del calentamiento global está presente y explicada en el museo, así que el siguiente paso que recae en la responsabilidad individual de los visitantes, es de analizar, que, además de tener una obligación ligada a este fenómeno climático, no entendiéndose al planeta como una roca gigante, si no, como una entidad que involucra lo micro y lo macro, que importa y resiste ante la desaparición; significa reconocerse como agentes del cambio, generando propuestas de solución y asumiendo nuestro papel dentro de la estructura social, económica, política, e indudablemente, ambiental, protegiendo estos espacios de divulgación y de concientización brindándoles al menos, una fracción de nuestro tiempo libre, debido a que todo lo demás considerado importante, sencillamente no tendría lugar sin esta unidad.
Autor: Axel Ozvaldo Castro Lotzin
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