Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
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Gossip Girl llegó en 2007, casi inmediatamente se convirtió en un fenómeno revolucionario en lo referente al arte, la moda y la cultura pop. Desde entonces la vida ha cambiado mucho, pero es claro que las dramáticas, glamurosas y controversiales vidas de la élite de Manhattan, junto con una chismosa que divulga los secretos de los demás a través de un blog, sentó un proyecto sólido que se transmitió desde el canal televisivo The CW y cuyas historias llegaron hasta nuestros días. Pero, ¿qué resultaría si analizamos Gossip Girl desde el realismo estructural?
El realismo estructural es una propuesta teórica de las Relaciones Internacionales, que centra su atención en las capacidades que tiene cada Estado para interactuar entre sí dentro del escenario internacional, en el supuesto que impera la anarquía y en función del poder que ejerce cada uno. El politólogo estadunidense Kenneth Waltz en su libro Theory of international politics define: “(…) las estructuras políticas primero según el principio por el cual se organizan y ordenan, segundo por la diferenciación de las unidades y la especificación de sus funciones, y tercero por la distribución de las capacidades entre las unidades.” Es decir, podríamos visualizar a Blair Waldorf como Francia, país que se reconoce por su cultura con un alto sentido de la moda, amor por la belleza y actitud desafiante. En segundo lugar, tenemos a Serena Van der Woodsen que recuerda a la imagen estadounidense, con una belleza hegemónica, popularidad y confianza en sí misma. Por otro lado, encontramos Nate Archibald, quien podría representar al Reino Unido del mundo de Gossip Girl, clásico, sofisticado y reservado. Y por supuesto, el “chico malo”, misterioso y con un pasado sumamente complicado, Chuck Bass, al que identificamos con la República Federal de Rusia.
Tenemos también a Dan Humphrey, el outsider que se siente incómodo en el mundo de la alta sociedad, tal y como Canadá se siente diferente con respecto a Estados Unidos. Se trata de un personaje juzgón, de prácticas inmorales y antidemocráticas, pero que al paso del tiempo se contradice y se transforma en lo que desea destruir. Para clasificar a Jenny Humphrey, debemos tomar aspectos bastante interesantes, por un lado tenemos una actitud rebelde y artística, pero también una personalidad competitiva e innovadora, el resultado es Japón, cuya cultura es única y diferente, pero guarda bastante recelo por parte de la gente que le rodea, lo cual nos recuerda a la relación Asia-Japón en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente tenemos a Vanessa Abrams, un personaje que desde sus primeras apariciones se ganó el odio de los fans de la serie, al igual que Alemania en el mundo desde su ascenso durante la Primera Guerra Mundial. Vanessa es conocida por su actitud directa y honesta, representando bastante bien la eficiencia y pragmatismo alemanes. Por otra parte, la Alemania nazi también negoció con diversos estados como México para lograr sus objetivos. Podemos ejemplificar lo anterior en el capítulo donde Vanessa, en busca del pago de alquiler para su vivienda, es capaz de chantajear y negociar con sus no aliados, es decir Francia (Blair) y la gran Rusia (Chuck).
Algo característico de la teoría que apoya este análisis es considerar que a medida que las capacidades de cada unidad se desarrollan, el poder adquirido permite la construcción del liderazgo, el cual puede perderse.“El todo está constituido por la estructura y las partes están conformadas por las unidades que integran esa estructura”, razón por la que veremos que cada personaje dentro de las seis temporadas acomoda decisiones y comportamientos a medida que otros lo hacen para alcanzar diversos objetivos, ya sea un lugar en Yale o ser reina del Constance Billard School, esto con miras de la seguridad y la permanencia del statu quo. Si la capacidad explicativa del realismo estructural se encuentra en la estructura, podemos decir que la toxicidad y complejidad de la élite de Manhattan es lo que conlleva a Serena, Blair, Chuck y Nate a traicionarse a lo largo de los capítulos.
Cada escena está destinada a resolver y evitar el conflicto entre las partes, observamos que la tarea se vuelve imposible a medida que nuevas unidades se insertan en el sistema, aunque tengan intenciones benignas. Se emplea la comunicación entre personajes para establecer alianzas y acuerdos cooperativos, como los que ocurren entre el tío de Chuck y la supuesta madre de este personaje, también el trabajo conjunto que realizan los personajes principales contra Georgina para alejarla lo más posible de sus vidas. En Gossip Girl un mismo sistema determina la distribución de capacidades entre los personajes, por lo que será muy común que se identifiquen ciertas regularidades operativas, como la labor de investigación de Blair, la tendencia de Serena al creer que un hombre podrá salvarla del caótico mundo que ella misma se ha construido, o la frecuencia con la que Chuck justifica sus cuestionables acciones con la frase: “I’m Chuck Bass”.
Podemos identificar tres categorías de interacción entre los personajes: 1. Relaciones de cooperación, vemos a la madre de Blair trabajar con Jenny Humphrey para lograr sacar adelante el desfile de la nueva línea de ropa de la casa Waldorf; 2. Relaciones conflictivas, vemos el dramático romance entre Lili Van der Woodsen y Rufus Humphrey, tratando de definir qué eran hace veinte años, qué son ahora que cada uno formó su propia familia, y qué podrán llegar a ser tomando en cuenta a quienes les rodean; 3. Relaciones de competencia, Chuck y el príncipe Louis de Mónaco, luchando por el amor de Blair.
Vemos que cada personaje se conduce por la vida como quiere, debido al imperio de la anarquía, en donde todo se vale debido a que no existe un gobierno central que controle a toda la élite de Manhattan; y que por el contrario, actores ajenos a la misma se infiltran y tratan de modificar las reglas ya establecidas con gran fracaso. Con apoyo de su soberanía, los personajes actúan desde su perspectiva con racionalidad para contrarrestar los efectos de la anarquía predominante, constituyendo un balance de poder que explica el patrón de comportamiento entre las unidades.
De esta manera, Gossip Girl rige el comportamiento de las unidades (es decir los personajes), que en busca de seguridad y autoayuda, se subordinan a la chica indiscreta, ejerciendo el poder de los secretos mediante la promoción de chismes de otros. Al final, gran parte de la audiencia pasada y actual de Gossip Girl, continuó viendo la serie únicamente para saber el final de la relación de estas complejas y exquisitas unidades, desplazando contundentemente la figura de Serena van der Woodsen quien inicialmente para los guionistas sería the main character.
Es claro que podemos hacer una gran comparativa entre la élite de Manhattan y la estructura de poder que han construido las potencias mundiales en lo que conocemos como el escenario internacional, del cual devienen fenómenos como la globalización y que nos han traído joyas de la cultura pop como Gossip Girl, nuestra chica indiscreta favorita.
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