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En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Yuriko Alondra Márquez Chávez
Yuriko Alondra Márquez Chávez

Yuriko Alondra Márquez Chávez

Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán

Tengo 18 años, soy estudiante de Relaciones Internacionales, me gusta transmitir lo que pienso a través de la fotografía y la escritura, me gusta involucrarme en temas de interés social, ya que creo que la voz y la perspectiva de todos es importante.

Constructores de la destrucción

Número 8 / ENERO - MARZO 2023

¿Por qué si la humanidad sabe de su extinción, no hace nada para evitarlo?

Yuriko Alondra Márquez Chávez

Yuriko Alondra Márquez Chávez

Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán

“Y oirás de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acon tezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes, hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”: Mateo 24:6.

Cuántos hemos escuchado este versículo bíblico, enunciado por nuestros padres, abuelos o bisabuelos, un versículo un tanto famoso, incluso del cual se inspiran muchas películas. El fin del mundo ha sido una de las preocupaciones más grandes del ser humano debido a la difusión masiva en los medios.

Quien pensaría que aquel versículo bíblico se cumpliría en nuestros días; pero más allá de una cuestión profética, la pregunta aquí es: ¿por qué si el ser humano sabe acerca de la posibilidad de la extinción y la destrucción del mundo, simplemente prefiere ignorarlo, y seguir existiendo sin preocuparle el porvenir?

Esto ya no es lejano a suceder, pues la debacle ecológica es una realidad que debe ser combatida. Pues si bien nosotros somos directamente o indirectamente los responsables de nuestra propia extinción.

Algo más que conciencia.

El constante saqueo de recursos naturales por parte de empresas, la extensión de la urbanización, aunado a la la nula conciencia de los daños irreversibles a los ecosistemas; son algunas de las problemáticas que han ocurrido en nuestro país durante los últimos años.

El problema aquí, es que no estamos haciendo absolutamente nada para evitar esta exterminación de la naturaleza e inclusive de la humanidad. Se ha potenciado el desarrollo urbano y esto ha traído consigo deforestación, contaminación del agua, del suelo, y del aire. Lo más triste es que hay una gran corrupción e impunidad detrás de todo, debido a la falta de elementos jurídicos que condenen el ecocidio.

La relación de corrupción e impunidad con el medio ambiente es preocupante, porque a pesar de que en nuestro país existen instituciones, que se supone que regulan el medio ambiente, como la SEMARNAT, la corrupción sigue siendo una gran problemática que va desde el mal manejo de programas ambientales, hasta expedir permisos y licencias de explotación de los recursos naturales, pasando por sobornos a funcionarios, haciendo que estos ignoren o incumplan lo dicho por la ley o bien por las reglas que los rigen. Estos actos no solo afectan al medio ambiente, sino también a las comunidades que viven de los recursos naturales que se encuentran a su alcance. Cuando la corrupción causa la pérdida de hábitats y la destrucción de los ecosistemas nos afectan a todas y todos.

Carlos Marx respecto a esto nos dice que el estado protege los intereses de la clase en el poder. Tristemente, es la realidad que se vive, dado que por intereses personales de unos cuantos por llenarse los bolsillos, el medio ambiente está deteriorándose cada vez más, y los gobiernos no hacen nada, o los intentos que hace son inútiles, protegiendo a empresarios, a las industrias, entre otros. Sin medir las consecuencias que vendrán en un futuro cercano, si no es que ya las estamos sufriendo.

Con la ley en la mano

La problemática central que México está pasando es la marcha urbana, y con esto el creciente número de ecocidios, y lo peor es que estos se efectúan con la ley en la mano, ya que cuentan con los permisos necesarios para deforestar, para contaminar y seguir deteriorando los ecosistemas.

Como ejemplo inmediato y no tan lejano a mí, se me ocurre el ecocidio en Jilotzingo. Este es un ecocidio llevado a cabo por desarrollos inmobiliarios y es el claro ejemplo de corrupción en nuestro país. Comenzó por expedir pequeños permisos con sobornos a funcionarios de las comisiones reguladoras de recursos naturales, hasta ofrecer millones de pesos por permisos de funcionarios estatales y municipales. A principios de 2019, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que, poco antes de que terminara la gestión de Eruviel Ávila, una serie de contratos fast track fueron emitidos a los empresarios Francisco Javier y Ricardo Funtanet Mange. Para convertir parte del municipio de Jilotzingo (con 82% del territorio registrado como área protegida) en un desarrollo inmobiliario inmenso de nombre Bosque Diamante, el más grande que el Estado de México ha tenido en 13 años, a través de la tala de 186,000 árboles.

Es hasta ofensivo decir que siendo una zona protegida se hayan aprobado estos permisos, claramente el poder domina y como se sabe el poder se hizo para ejercerlo. Tristemente cuando nos gobiernan simplemente buscan el beneficio personal, el beneficio de generar más riqueza. Aquí claramente vimos con todo el descaro, todos los tipos de corrupción, soborno, colusión, abuso de poder, conspiración, abuso de funciones, desvío de recursos, enriquecimiento ilícito u oculto, obstrucción de justicia.

Para concluir solo quiero decir que vivimos en una sociedad capitalista, esta sociedad que quiere acumular cada vez más riqueza, pero es importante cuestionarnos qué tan necesaria es, tenemos lo suficiente para vivir de la naturaleza y si queremos desarrollarnos es necesario primero ayudar a la regeneración del medioambiente. Es necesario dar pasos contundentes en los que ya no usemos  estas fuerzas destructivas, pasos en los que no se siga romantizando un desarrollo que asesina. Y claro que puede haber una reivindicación, y claro que se puede seguir produciendo, pero solo lo necesario.

Necesitamos lograr una reivindicación de la economía, de la industria, e inclusive de la sociedad. El cuidado del medio ambiente no es solo un ideal, si no que también puede ser una actividad económica. Gandhi nos dice “La tierra proporciona lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre. Pero no la codicia de cada hombre”. A decir verdad es necesario tomar acción porque solo nos queda medio ambiente.

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