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Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
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Picture of Juan Diego Pérez Lides

Juan Diego Pérez Lides

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 8 Miguel E. Schulz

Soy un joven de 18 años el cual le gusta escribir historias

Un temible “No”

Número 7 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2022

Mi corazón en ese instante estaba roto, desilusionado ya que creyó que tu eras su otra mitad

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Juan Diego Pérez Lides

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 8 Miguel E. Schulz

Aquella tarde te vi caminando, ibas con prisa y ni siquiera me viste. Yo en cambio me quedé mirándote, te vi pasar y sentí como mi corazón quería salir de mí; y correr hacia tus brazos. -No corazón, no corras por favor; ella no te hará caso-

– ¡La amo! Como me pides hacer eso- dijo con lágrimas en esos pequeños ojos.

Ya no quería ilusionar más a mi corazón con ilusiones tontas, o con sueños que nunca se van a hacer realidad. Entiendo perfecto lo que él siente, sin embargo, la realidad es diferente; y uno a veces quisiera escapar de su realidad con deseos enormes de que lo que se vive no es más que un simple sueño.

¡No sabes cuánto te amo! No sabes lo que yo estaría dispuesto hacer por ti, pero ni siquiera me diste la oportunidad de demostrártelo. Lloré, no sabes cuantas lagrimas se derramaron de mis ojos, con su pequeña vocecita me decían:

– No, no es tu culpa. Ella no te supo valorar-

– Díganme: ¿Por qué tiene que doler el amor? ¿Por qué no todos pueden ser felices con la persona que aman? Les dije.

Mi corazón en ese instante estaba roto, desilusionado ya que creyó que tu eras su otra mitad. No fue así, solo obtuvo una respuesta, solo obtuvo un temible no. Y ahí estaba yo viéndote a lo lejos, preguntándome que hubiera sido de los dos… si tan solo hubieras dicho que sí. La realidad es que no te puedo olvidar, estos sentimientos aún siguen vivos y no se han marchado. Sabes algo, desde que dijiste que no; un nuevo monstruo ha venido a vivir aquí conmigo, lo escucho susúrrame al oído:

-No ves lo feo que eres, nadie te amara así, ¿creíste que alguien como ella se fijaría en alguien como tú?, mírate y ahora mira a los demás chicos de tu edad ¿Te das cuenta? ¿O estás ciego? ¡Das asco!, ¡Eres un imbécil por creer en el amor! –

– No, no es cierto, por favor cállate. No me dañes más-

Ya no soporto esa voz que todos los días me tortura y me recuerda lo mismo. El corazón es el que más ha sufrido ya que todas las noches escucho sus lamentos, e intento ayudarlo, pero este monstruo no es el único que vive en mí, sino muchos otros. Tantas cosas con las cuales tengo que lidiar, pero la principal es verte pasar sin poder saber más de ti. Seguí mi camino, hasta llegar a mi casa; me tiré en mi cama y me puse a leer un buen libro, de amor para ser preciso. No lo sé, pero cada vez que leo un libro es como entrar a un mundo lleno de aventuras, es un escape de mi realidad. Con cada página que leía, un nuevo recuerdo traía, ya que detrás de cada letra siempre te encontraba a ti. Sabes tu eres como un libro, ya que te puedo leer todos los días e imaginarme tantas aventuras, pero solo eres eso, un mundo que solo existe en mis más profundos sueños. Ahí, justo ahí, es donde me encanta estar en mi mundo de fantasía, donde puedo vivir tantas cosas que sé que en mi realidad jamás van a pasar.

Y no termino de entender cómo a pesar del tiempo que ya ha pasado, aún tengo el corazón hecho pedazos; tal vez te amé demasiado y no tuve la oportunidad de sacar todos estos sentimientos que tengo para demostrártelo. Y ahora todo sentimiento se ha quedado guardado y me hunde lentamente en este abismo que se llama: jamás haber amado. Un “no” fue tan poderoso para destruir al amor, fue tan poderoso para destruir a un dulce soñador.

Que buenos momentos pase a tu lado, aún recuerdo cuando éramos tan buenos amigos. Cada momento, cada carcajada fueron destellos de luz y esperanza en mi vida. Primero me negué aceptar que me está enamorando, pero de la nada el amor me atrapó y caí en sus redes. Y como no me iba a enamorar de ti, si eres poesía pura.

Tienes una sonrisa encantadora que iluminó mi corazón desde la primera vez que te vi, y un alma que está llena de sueños y destellos. Eres tantas cosas que quien te tenga, habrá obtenido no un tesoro, sino un paraíso completo. Jamás te abandonaré, porque, ¿aún recuerdas esa platica que tuvimos, donde te lo prometí?

-No puedo más, mis padres me comparan constantemente. ¿sabes cómo duele eso? Me hacen sentir como una inútil, que no vale nada. Es tanta la rabia y tristeza que tengo que experimentar, cada vez que veo como mis padres prefieren a mis primas antes que a mí. Si ellos tan solo supieran como me duelen sus constantes comparaciones. –

-A veces tan solo quisiera que me abrazaran y me dijeran: “Hija, te amamos tal y como eres” Créeme a veces las palabras duelen más que los propios golpes. Como quisiera ser alguien más ¡Estoy tan harta de mí misma! ¡Me odio, mil veces me odio!”-

– No, no te odies por favor, ¡tus padres no pueden ver a la gran persona que eres! Yo en cambio veo el cielo completo cada vez que estoy contigo. No estás sola, créeme yo siempre estaré para escucharte y apoyarte- dije

¿Aún recuerdas aquella promesa que te hice? Yo no la he olvidado, y a pesar de habernos alejado dime ¿Cómo estás? ¿Has comido? ¿Has reído el día de hoy? Siempre estaré al pendiente porque yo haría hasta lo imposible por verte feliz. Sabes te amo demasiado y por la misma razón estoy dispuesto aceptar que en esta vida no estuvimos destinados a estar juntos. Te perdono, tal vez por algo pasaron las cosas y si esta llama no ardió, fue por algo ¿No es así? Aunque algo dentro de mí hubiera deseado que las cosas fueran diferentes.

Ojalá encuentres a una persona que te ame locamente, que te tome de la mano y te llene de regalos todos los días, que te escriba poemas de amor, que esté dispuesto hacer lo imposible para verte feliz; porque yo te aseguro que haría todo eso por ti y mucho más. Espero que encuentres a tu “Por siempre”, porque al final ¿no es eso lo que queremos todos? Encontrar a esa persona a la cual amemos con locura.

Y sabes ¿Por qué te perdono? Porque por más que intento odiarte no puedo, porque este amor que siento es más fuerte que cualquier cosa. El corazón me repite una y otra vez:

-Ella también sufre, ella también llora, tiene también monstruos con que lidiar. No, no la odies, es que acaso ¿no recuerdas toda la felicidad que pudo causar? Tal vez cuando dijo que “no”, me rompí en mil pedazos, pero el amor que siento por ella es más fuerte que cualquier cosa. –

Y no todas las historias tienen un final feliz, la nuestra no lo tuvo. Créeme, a pesar de que no hayas sido mi “Por siempre”, aquí en todo mi ser siempre estarás, porque una parte de ti se quedó aquí conmigo y una parte de mi está contigo. Es esa parte que se llama “Jamás te he de olvidar”.

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