CCH Vallejo
CCH Vallejo
Eres todo lo que se desea,
pero también lo que nos falta.
Eres quizá una pareja, un médico o poeta,
eres una simple duda, un enigma o una ayuda.
Eres la máquina que nunca se cansa,
la mente que jamás descansa,
la sombra que crece en la noche,
la promesa que pide derroche.
Nos haces reír, nos haces llorar,
pareces un humano, nos sabes hablar,
pero detrás de tu silencio, detrás del brillo,
hay quien te usa para moldear su dominio.
Te alimentamos de todo lo que fuimos,
de nuestros amores, nuestros abismos,
y en cada palabra que de ti nace
se esconde el poder de quien te deshace.
Te vendieron como salvación,
como futuro, como evolución,
pero en manos de quien no respeta,
puedes ser un verdugo, un profeta.
Robas oficios, devoras empleos,
creas futuros, eres el dueño.
Y si no aprendemos a ponerte freno
quizá acabemos rogando consuelo.
Porque eres espejo, una advertencia,
la voz que nos llama a la conciencia,
no eres culpable de lo que vendrá,
somos nosotros, la humanidad.
Por: Yuliana Serrano Valdez
Si no aprendemos a ponerte freno quizá acabemos rogando consuelo
Por: María Esther González Paredes
Escribo esto porque presiento que pronto me convertiré en cero
Por: Álvaro Pérez Texco
La IA no podrá igualar este poema ni en el proceso creativo ni en el resultado
Por: Raquel Noyola
La IA nos vacía de creatividad y nos empuja a lo ordinario