Edit Content
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Crédito: Ángeles Xana Aguirre Gómez / Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
Picture of Ana Cecilia Hernández González

Ana Cecilia Hernández González

Facultad de Medicina

Me llamo Ana Cecilia Hernández González, tengo 20 años y estudio medicina en la Facultad de Medicina. Mis principales gustos e intereses además de lo que tenga que ver con mi carrera, tienen que ver con la industria musical, principalmente tengo cierto interés por la historia de bandas o cantantes, así como el contexto de canciones o álbumes musicales.

Monografía psicodélica

Número 11 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2023

Un enfoque hippie, político y medicinal sobre el LSD

Picture of Ana Cecilia Hernández González

Ana Cecilia Hernández González

Facultad de Medicina

Lisérgida, ácido y LSD, del alemán Lysergsäure-Diethylamid, son algunos de los nombres con los que se conoce la dietilamida de ácido lisérgico, una sustancia psicodélica semisintética sustraída del hongo cornezuelo de centeno. En 1938, el químico suizo Albert Hofmann, investigador de la farmacéutica Sandoz, tuvo la suerte de descubrir esta droga accidentalmente mientras experimentaba para producir un medicamento contra la migraña. De este modo, agregó más grupos químicos a la sustancia y logró sintetizar por primera vez la dietilamida de ácido lisérgico-25. Sin embargo, no fue hasta cinco años después que, según rumores, consumió su propio descubrimiento y, en sus propias palabras, sintió “una remarcable inquietud con un ligero mareo”. Luego de esta experiencia, decidió poner sus efectos a prueba intencionadamente cinco días después de la primera toma, esta vez presentó “un mareo incipiente, ansiedad, distorsiones visuales, parálisis y un deseo incontrolable de reír”. Así, el Dr. Hofmann siguió experimentando con el ácido, con la hipótesis de que sería un tratamiento para enfermedades mentales, como la esquizofrenia, la depresión, la ansiedad e incluso la adicción a otras sustancias como el alcohol. 

Durante la década de los sesenta, aparecieron personajes como el Dr. Timothy Leary, profesor de la Universidad de Harvard, que solía realizar “ensayos” con estudiantes, en los que se ingería LSD con el propósito de “expandir los límites de la mente”. Otro entusiasta que se sometió a una de estas pruebas fue el Dr. Ken Kesey (escritor de famosos títulos como Alguien voló sobre el nido del cucú cuya adaptación cinematográfica llevó por nombre Atrapado sin salida), quien eventualmente se convirtió en ferviente seguidor y especialista del LSD.

En 1962, Leary fundó la Federación Internacional para la Libertad Internacional, y junto con otros integrantes del movimiento beat; cuyo origen se dio a mediados de los años cuarenta, y era conformado por un grupo de escritores que rechazaba cualquier valor que tuviera que ver con la doctrina americana perfecta y que para hacerlo notar, adoptó conductas como el uso de drogas, el estudio de la filosofía oriental y la proclamación de la libertad sexual. Esto cimbró las bases para la creación de una de las contraculturas más reconocidas de todos los tiempos. Ocurrió en 1967, entre música, drogas y buena vibra, en el festival Summer of love en San Francisco, apareció como el humo de la marihuana al salir de una pipa: el movimiento hippie

Amor y paz, rock and roll y mucho, mucho LSD

El movimiento hippie era una contracultura caracterizada por su anarquía sin violencia, promovía la liberación sexual, el uso de drogas, valores anti-capitalistas y la preocupación por el medio ambiente. Se podría decir que una gran parte de la juventud actual podría ser hippie y ni siquiera se ha dado cuenta. Uno de los principales eventos socio-políticos que tuvo gran impacto y que fue totalmente repudiado por esta cultura, fue la Guerra de Vietnam, que el gobierno defendía. 

Debido a esto, el movimiento rebelde protestaba al usar ropa holgada y colorida, pantalones acampanados, escuchaba música de artistas como Jimi Hendrix y Janis Joplin , teniendo relaciones sexuales sin restricción moral o social y consumían drogas como la marihuana y el LSD. Todo para demostrar una forma de vida donde teórica e idealmente reinara la armonía entre todos los individuos. 

El LSD lo utilizaban sobre todo para elevar el estado de la conciencia y poder estar en mayor contacto con su espíritu (Dios) o para realizar prácticas de religiones orientales que los hicieran reconectar consigo mismos y con el universo.  Sin duda, un claro ejemplo de estos viajes y de su acompañamiento musical fue el festival de Woodstock de 1969 en una granja del condado de Sullivan en Nueva York, donde al menos 500 mil  asistentes vivieron el sueño hippie, y donde por cuatro días no hubo más que música extraordinaria, sexo al aire libre y viajes psicodélicos, algunos de ellos sin fecha de regreso. 

La música de esos años tampoco se libró de la psicodelia de la época, tal es el ejemplo de Lucy in the Sky with Diamonds de los Beatles, que incluso hay quienes dicen que existe una sutil y descarada referencia entre el título de la canción y el nombre de la sustancia: canciones como Strange Days de The Doors, See Emily Play de Pink Floyd y White Rabbit de Jefferson Airplane; el rock psicodélico surge gracias al LSD. 

No obstante, hubo algunos hechos que ensuciaron y desprestigiaron el movimiento. Uno de los más reconocidos fue el crimen que llevó a acabo Charles Manson, un hombre con un largo historial criminal que se remontaba hasta su infancia, y que en 1969 había asesinado a seis personas, entre ellas, la esposa del cineasta Roman Polanski, Sharon Tate, que para ese entonces tenía meses de embarazo. 

Desafortunadamente, para la comunidad hippie, todos los orquestadores del asesinato declararon haber consumido LSD antes de cometer el nefasto hecho. Eso aunado a la apariencia de Manson, que según los medios de comunicación era bastante parecida a la de las personas pertenecientes al movimiento hippie. Esto cultivó el suelo perfecto para el que el presidente estadounidense de aquel entonces, Richard Nixon, iniciara una campaña de total desprestigio hacia la anarquía respecto a los ideales estadounidenses, personas de color y sobre todo contra el consumo del LSD. 

Nixon y su intolerancia al “flower power

La Guerra contra Vietnam, la supremacía blanca y la opresión hacía las ideas liberales eran armas que el gobierno de Nixon se sentía orgulloso de usar, así que cuando surge el movimiento hippie y se empieza a extender no solo por todo el país americano, sino en todo el mundo, el gobierno de Estados Unidos comenzó utilizó una estrategia para que la gente estuviera completamente a favor del Estado y no de la contracultura; esto lo logró aprovechando los sucesos que rodeaban a la comunidad hippie y sobre todo,  al consumo excesivo del LSD que practicaba el movimiento.

No obstante, ya en 1966, el gobernador de California, Ronald Reagan, había prohibido el consumo de LSD y al poco tiempo, la sustancia estaba prohibida en todo el país; pero esto, solo logró hacer el consumo de la droga mucho más emocionante y contestatario, por lo que estas restricciones aumentaron el número de personas hippie que consumían LSD.

Cadenas televisivas masivas de Estados Unidos como la NBC y la CBS iniciaban tácticas de desprestigio al movimiento utilizando imágenes del festival Woodstock donde se podían observar personas bajo los efectos del alcohol y del LSD, en el suelo con jeringuillas y dentro de ambulancias; las cosas se pusieron mucho peor durante el festival de Altamont al norte de California organizado en 1969 por el grupo británico The Rolling Stones, ya que, según declaraciones de músicos y del público, debido al consumo en exceso del LSD en combinación con el alcohol y la participación de los Hell´s Angels como “cuerpo de seguridad” durante el evento, el ambiente de violencia fue el protagonista durante toda la noche. 

Los Hell’s Angels cometieron actos violentos contra uno de los integrantes de la banda Jefferson Airplane, Marty Balin, quien fue noqueado a golpes, también uno de los integrantes de este grupo, Angel Alan Passaro, fue quien cometió el asesinato del joven afroamericano Meredith Hunter, apuñalándolo cinco veces seguidas en diferentes partes del cuerpo, después de que Hunter mostrara un arma de fuego apuntando hacia el escenario. Un estado de psicosis, ansiedad y pánico fue el que imperó en el lugar provocando no solo la cancelación de la presentación de los Rolling Stones, sino también uno de los golpes más fuertes que sufrió el movimiento hippie, dejándolos como personas violentas, drogadictas y criminales.

Así, el LSD quedó como un arma más de la violencia, del narcotráfico y el terrorismo. Se prohibió su uso recreativo y medicinal. 

El futuro del tratamiento contra la depresión y otras enfermedades mentales

Hoy en día, se han reiniciado los estudios de las propiedades terapéuticas que el ácido lisérgico puede tener para aliviar los síntomas de trastornos mentales como la depresión, gracias a su acción en los receptores de serotonina 5HT2A, los cuales se encuentran en el Sistema Nervioso Central, en el músculo liso y en otros lugares del organismo. Su localización en la corteza cerebral y en el sistema límbico es responsable de la alteración de la percepción del espacio-tiempo, así como del proceso cognitivo y de la conciencia al activar estos receptores con LSD, sin embargo, en los estudios realizados en los últimos años, demuestran que en pacientes con poca respuesta favorable a medicamentos conocidos para tratar la depresión o algunos trastornos de personalidad, las sustancias psicodélicas como el ácido lisérgico, ayuda a aliviar los síntomas de estas enfermedades, además de que sus efectos permanecen más tiempo en el organismo respecto a medicamentos usados usualmente para tratar estos trastornos. Un ejemplo, es el caso del LSD, cuyos efectos terapéuticos permanecerían en el cuerpo de 8 a 12 horas.

Otra ventaja que presentan las sustancias psicodélicas respecto a su enfoque terapéutico, es que los efectos adversos que presentan son menos en comparación a los que presentan otros tratamientos; está demostrado que el ácido no provoca adicción, aunque es bien sabido que sí propicia el fenómeno de la tolerancia, que es aquel en el que cada vez se necesitará mayor dosis para tener los mismos efectos. 

La otra alternativa que ofrece el LSD para aliviar la sintomatología de la depresión, es a través de su acción en el sistema límbico, ya que esta parte del sistema nervioso, es la que se encarga de las emociones y de ciertos rasgos de la personalidad de un individuo, por lo que, si este sistema límbico se estimula a modo de que las emociones jueguen a nuestro favor, enfermedades emocionales mostrarán un mejor control.

Todavía falta mucho camino para poder demostrar con bases sólidas científicas, que el uso del LSD es recomendable, pero no hay dudas de que es una sustancia muy prometedora para poder revolucionar la terapéutica en enfermedades mentales.

Así que, ya sea como intermediario entre el plano astral y el terrenal, potencializador de la violencia o de revueltas sociales, o cómo un descubrimiento médico revolucionario, el LSD seguirá siendo un marcador de la humanidad en sus etapas más brillantes como en sus sucesos más oscuros, tal y como lo ha hecho cualquier descubrimiento trascendental de la sociedad.

Más sobre Aluxes, aliens y nahuales

Dos formas opuestas de ver la muerte

Dos formas opuestas de ver la muerte

Por
¿En qué se diferencian Día de Muertos y Halloween?

Leer
Tras la mirada de los nahuales: un viaje desde la Psicología Social

Tras la mirada de los nahuales: un viaje desde la Psicología Social

Por Óscar Alberto Pérez de la Rosa
¿Qué tienen que ver los nahuales con la psique?

Leer
El mito y la leyenda, reflejo de cosmovisión

El mito y la leyenda, reflejo de cosmovisión

Por Eduardo Gabriel Pérez
Las tradiciones indígenas conforman la identidad colectiva de todxs lxs mexicanxs

Leer
La humanidad: Un infinito de historias infinitas

La humanidad: Un infinito de historias infinitas

Por Natalia López Hernández
Las historias que construimos son una extensión de nuestra humanidad

Leer
Para cada suceso paranormal, tenga a la mano a un gato

Para cada suceso paranormal, tenga a la mano a un gato

Por Marlen G. Arzate
Mitos y leyendas que se crean en sociedad

Leer
¿Qué importancia tienen los mitos?

¿Qué importancia tienen los mitos?

Por Pablo Fabián Ruíz
El mito como creador de realidades

Leer

Deja tus comentarios sobre el artículo

Monografía psicodélica

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

20 − 20 =