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Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
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Anthony Campos Herrera

Anthony Campos Herrera

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Oriente

Soy Anthony, un chico que le apasiona la música, las artes, e incluso la escritura.

Mi dulce Yazmín

Número 5 / ABRIL - JUNIO 2022

Nunca me había tocado una persona de edad avanzada tan llena de historias de amor

Anthony Campos Herrera

Anthony Campos Herrera

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Oriente

Este día fue tan conmovedor, lleno de tristeza y felicidad…

Me presento rápidamente, me llamo Eduardo y soy enfermero, atiendo a los pacientes que están graves, o en recuperación. De hecho el último mes llegó un paciente mayor de edad, se llamaba Víctor, llegó por una insuficiencia cardíaca, lo logramos estabilizar, pero tenía que quedarse internado pues habíamos detectado que tenía problemas pulmonares, debido a que sufrió de la Covid 19; esta enfermedad se declaró pandemia mundial hace unas cuatro décadas, vaya que el mundo se volvió loco en esos momentos, pues mis abuelos me han contado sus anécdotas de cómo afectó todas las áreas cotidianas. Ese fue el inicio de las clases modernas: ahora son muy prácticas, aunque siguen existiendo las clases en las aulas, pero esto no es un requisito, pues puedes acceder a las clases cuando quieras.

Bien, regresando con mi paciente Víctor, le suministrábamos oxígeno, pues ya lo necesitaba, y mientras yo cuidaba de él, comenzó a platicarme sobre su difunta esposa, el menciona que falleció hace 5 años, pues padeció de cáncer, el cual se complicó y no logró sobrevivir. Sé que aún le duele pues brotan lágrimas después de contarme de ella, dice que se conocieron a los 17, y desde entonces su amor fue inquebrantable, me explica que ella era la chica con la que quería pasar el resto de la vida, cito sus palabras: “Cuando me enamoré de ella sabía que era la chica ideal, se siente en el corazón, ver sus ojos era lo mejor del mundo, créeme que cada día extraño el aroma de su fragancia, no hay día que la recuerde con amor”, me quedaba pasmado, nunca me había tocado una persona de edad avanzada tan llena de historias de amor, pues por general suelen ser amargados, pero de verdad me encantaba escucharlo.

Pregunté su edad y me respondió que tenía 70 años, su esposa tenía 65 al fallecer, también pregunté el nombre de su esposa, se llamaba Yazmín, de hecho, cada la que la menciona decía: “¡ay, mi amada y dulce Yazmín, cómo la extraño!”.

Me contó el día de su boda, fue un 18 de diciembre; citaré sus palabras de nuevo: “En mi boda, bailé como nunca, fue el día más importante en mi vida, bailé con mi suegra, también cómo la quería, fue una segunda madre, bailé con mi madre, le agradecí todo lo bueno que me había enseñado, y por supuesto, con mi Yazmín, aún recuerdo su peinado, el brillo de su sonrisa…”, el señor se quedaba dormido, cada noche me contaba aquella historia.

Una semana antes de fallecer, él me decía:

–Enfermero, ¿quiénes son todas estas personas en la recámara?, –creí que de refería a mí y a otras dos enfermeras, a lo que respondí–

–Somos los enfermeros, cuidamos a personas como a usted, a lo que él se quedó en silencio, –unos segundos después con cara de extrañeza me dijo:

–No ustedes, las personas que están alrededor de la camilla, parecen estar contentos.

Se me heló la sangre y me fui enseguida. Todos los días me decía lo mismo, hasta que hoy me volvió a hablar de su boda, sentí que era una buena señal, hasta que al terminar la historia de su boda, empezó a llorar mucho, de verdad, muchísimo. Le pregunté si podía ayudarle, pero era como si, como si no me escuchara, él veía hacia la nada, pero sollozando dijo: “¡YAZMÍN!, ¡cómo te he echado de menos mi amor!, ¿por qué me abandonaste?, bueno, no importa, ¡llévame contigo!, hay que irnos de aquí, no soporto estar más en esta camilla, vamos, ayúdame a levantarme que nos están esperando, mi dulce Yazmín, cómo te extrañé.

Al terminar de hablar, cayó recostado en la camilla con una gran sonrisa y lágrimas en sus mejillas, poco a poco sus signos fueron parando, hasta que dio su último respiro. Murió a las 12:30. Yo me quedé impactado y no pude sostener unas lágrimas. Saber que murió feliz, viendo a su amada, me reconfortó.

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Mi dulce Yazmín

2 respuestas

  1. De una manera romántica puedo decir que se me salió la lágrima al leer que vio nuevamente a su esposa después de haberla extrañado tanto. Un texto de fácil comprensión.
    Muy bueno, ¡Felicidades!

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