Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Oriente SECCIÓN: Trincheras
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No todxs amamos igual, hay muchas formas y se puede expresar de muchas maneras. A pesar de que haya manuales que intenten definir el amor y den instrucciones de a quién amar y cómo hacerlo, son obsoletos, cerrados y conservadores.
¿Por qué se le debe pedir a la sociedad permiso para amar teniendo una orientación sexual diferente a la heterosexualidad? Los estereotipos nos han consumido como sociedad, se llegó a un punto donde solo se aceptan relaciones monógamas heterosexuales, ¿solo en una relación así existe el amor? Claro que no, por ello, desde 1969, anualmente se visibilizan las disidencias en la marcha LGBT+ , reivindicando los derechos para esta vulnerada comunidad, y a pesar de que han pasado más de 50 años, aún se viven con muchos prejuicios sin sentido que nos hacen intolerantes, llenan de odio y no nos permiten crecer como sociedad.
Otra prueba de que no todos amamos por igual, además de la orientación sexual, son los distintos vínculos y relaciones que se cran, como el poliamor y la poligamia. Esta surgió desde hace mucho tiempo alrededor del mundo por motivos culturales, religiosos y bajo un contexto histórico en específico. Las relaciones monógamas son las más aceptadas en México, bajo los ideales y estereotipos tóxicos del amor romántico: “felices por siempre”, “hasta que la muerte nos separe” y lo que es “moralmente correcto”.
Actualmente, sobre todos lxs jóvenes, estamos en un constante cuestionamiento de lo que nos rodea, y el amor no es una excepción. Algo que hace mucho ruido y crea conflicto, es la expectativa con la que hemos crecido acerca del amor romántico; la idea de estar juntos por siempre, tener a alguien con quien compartir tu vida, pensar que el amor es más fuerte que cualquier cosa y que todo lo puede, suena muy bueno para ser cierto.
En realidad, réplica conductas nocivas que tenemos normalizadas. Estas pueden desencadenar problemas psicológicos y emocionales, como depender emocionalmente de la otra persona, aferrarnos a una relación que ya no funciona solo por considerar que es “nuestra otra mitad”, la persistente búsqueda de otra persona, ya que de otra forma no nos sentimos completos o felices, dejando de priorizar a nosotros mismos, normalizando violencia, reforzando estereotipos, idealizando al otro y cuando no cumple con nuestras expectativas sentirnos vacíos.
Tenemos que ponernos primero, esto sería el primer paso para cualquier relación, sea de amistad o pareja, para así no sentir que estamos en deuda con otra persona, dejar de idealizar y en su lugar, entender el sentimiento y hacer cuestionamientos. Así, a pesar de que cada quien ama a su manera y a quienes quiera, podemos llevar relaciones sanas y libres.
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