Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia
Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia
Conozco a un joven hombre que se siente angustiado, siente una gran frustración por no poder conocer más allá de sus horizontes, ve la vida pasar frente a él muy rápido, todas las personas a su alrededor pareciera que van corriendo, todos tienen algo que hacer y él no.
El joven hombre del que les hablo se llama Marcos, tiene 18 años y está a punto de entrar a la Universidad, sólo que aún no sabe con certeza qué carrera elegir. Por un lado, siente una necesidad interior de cursar sus estudios en una carrera que lo haga completamente feliz, una carrera en la que pueda desarrollar su potencial al máximo, estudiar y conocer los saberes de lo que le podría generar placer a su cerebro y corazón, pero al mismo tiempo siente la presión social de estudiar aquello que mantenga su estabilidad económica por encima de esa felicidad, una carrera que pueda presumir a la familia, a los amigos, a la sociedad, incluso a él mismo, una carrera que tenga un estatus establecido.
Conozcamos juntos el contexto social para entender un poco más al joven Marcos. No diré el día de su nacimiento porque habrá lectores que quieran sacar sus conclusiones a partir de su signo zodiacal y esto no se trata de eso, solamente diré que Marcos nació en Latinoamérica, tiene 2 hermanas, una menor que sigue estudiando en el bachillerato y otra mayor que cursó la carrera universitaria de Químico, sus papás son profesores de bachillerato en escuelas privadas, y ambos estudiaron la carrera universitaria de Química.
Bajo este contexto, Marcos no sabe cómo reaccionar ante esta presión por estudiar algo considerado “con futuro”, su vida pareciera ser bastante incierta ya que no quiere revelar a nadie su mayor sueño que es ser el mejor actor de teatro que su país haya visto.
Pobre Marcos, no me imagino lo que ha de estar sintiendo, todavía no le dice a nadie que quiere volar y ya siente que le cortaron las alas. Por un lado, tenemos a su familia, ¿qué cara van a poner?, se preguntaba tal vez, ¿cómo les voy a decir que no quiero estudiar medicina, derecho o química?, si se van a reír en mi cara.
Un joven con una ilusión es lo más hermoso que puede haber, siendo una persona que tiene literalmente una vida delante de él tiene que aprovecharlo al máximo, sobretodo porque estancar sus prospectos para complacer a otros es lo más difícil de esta vida, y nos preguntamos: ¿cuántos sueños frustrados no conocemos en nuestros círculos más cercanos?
El libre albedrío es algo que poseemos desde niños, algunos logran desarrollar mejor sus habilidades personales y las saben explotar, es así que conocemos médicos que hacen todo lo que está en sus manos para salvar la vida de otros, o a neurocirujanos a los que no les tiembla la mano y supieron explotar ese potencial, es así que conocemos a los mecánicos que tuvieron una preparación para poder ayudarte cuando tu carro necesita una ayudadita, es así que conocemos a los dentistas que nos ayudan cuando nos duele al masticar nuestra comida favorita, tú quieres quitar ese dolor para seguir disfrutando de su sabor y acudes por ayuda.
Si uno se pregunta ¿para qué quiere Marcos estudiar teatro?, la respuesta sería la misma. En esta vida todo tiene un porqué, todo realmente tiene una respuesta, pero ¿cuál es la verdadera razón de no progresar con éxito a la primera que lo intentamos?
El amor lo puede todo y lo que más amaba en esta vida ese joven hombre era actuar, pero no podía hacerlo con la seguridad con la que él quisiera sobre todo cuando le pasaba por la mente el día 2 de febrero, fecha en la que había decidido decirles a sus padres lo que planeaba para su futuro. Sus padres nunca fueron personas que le negaran algo, pero había una gran diferencia en negar y prohibir algo. Por un lado, le prohibían estudiar en una escuela que no tuviera una visión tecnológica y futurista, pero también no le negaban que fuera pública o privada, el podía escoger, pero esa era una condición de muchas otras.
Sentir que decepcionaba a sus padres era algo que lo hacía llorar todas las noches, incluso por el prejuicio de que los hombres que lloran, que actúan, que se visten de mujer para interpretar un papel, o los hombres que bailan, son consideradas “gays” (o personas homosexuales), esto no ayudaba a sanar su herida emocional, se sentía para él como si alguien le arrojase limón a esa herida que te arde en alguna zona de tu cuerpo.
Cuando por fin llegó el 2 de febrero, Saúl, su padre, quien estaba listo para escuchar lo que había preparado su hijo como proyecto para su futuro se sentía emocionado, compartir el gozo de escuchar que su hijo quizá en la universidad estudiaría Química o incluso alguna Ingeniería, pero nada sucedió como él lo había planeado. Escuchar a su hijo decir que quería trabajar en una compañía de teatro fue lo más decepcionante para él en ese momento. Toda la tarde no le dirigió la palabra, no cruzaba ni siquiera una mirada, su mamá y sus hermanas solamente le decían que fuera paciente para obtener una respuesta, pero nadie sabía porque su padre se comportaba extraño.
Marcos sentía mucha incertidumbre, la fecha para aplicar a las audiciones y poder registrar sus documentos se estaba acercando. Sin embargo, luego de 10 días sin que su papá le hablara, ni le preguntara cómo le fue en el día como era costumbre, su papá por fin habló con él. Le explico el motivo de su distancia tan tajante, y fue porque recordó su propia vida delante de él.
Su padre tenía una caja con recuerdos, entre algunas fotografías que había ahí sacó unos rollos sin revelar, y otras más que había mandado imprimir recientemente, entre las fotografías se encontraba una fotografía de otro joven de 16 años que tenía una sonrisa de extremo a extremo, sus hoyuelos mostraban completa felicidad, sus brazos estaban abiertos, y daba un gran salto en el aire. “¡Papá amabas la danza!”, pensaba Marcos, pero ¿por qué sentía tanta presión por decirte mi decisión?
Nunca supo la respuesta al principio, hasta que su papá le confesó que no podía creerlo que Marcos le decía, el señor Saúl quería bailar en una compañía de ballet profesional, pero ni siquiera a una plática llegó con su propio padre, su única reacción fue golpearlo con el cinturón para saber si así era la única forma de sacar esos pensamientos de su cabeza.
¿Cuáles pensamientos? preguntaba Marcos, a lo que su papá le confesó, que debía mantener en alto una supuesta masculinidad ante todo, ser el proveedor de la casa, ser visto como el jefe ante la sociedad pero sobre todo ante su padre, Por esta razón, el señor Saúl decidió darle su completo apoyo y demostrarle que lo más importante para él, era no perder nunca ese vínculo padre e hijo que él perdió con su padre, una carrera universitaria te puede marcar para toda la vida, podrás tener muchas licenciaturas y demás grados académicos, pero la primera nunca se olvida.
Marcos se sentía colmado de paz, y la primera persona a la que invitaría a sus obras sería a su papá para que estuviera orgulloso y en un futuro le dedicaría un premio y/o un reconocimiento por haberlo inspirado a hacer lo que más ama sin preocuparse por el dinero y los prejuicios que pudieran existir alrededor de él.
Marcos sólo abrazó a su papá y le recordó que la vida no le pudo haber dado un mejor padre y que aparte de sentir respeto por su abuelo sentía también una profunda lástima por no haber sabido explotar positivamente la relación hijo y padre como el suyo lo hizo, pero sobretodo nunca saber lo hermoso que ese vínculo de amor pudiera llegar a sentirse entre padre y/o madre con algún hijo.
Marcos les dice a todos los padres que amen a sus hijos, cuídenlos y protéjanlos, pues el mundo se encargará de hacerles la vida como debe ser, pero ustedes pueden dar todo el amor y recibirlo de regreso.
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Una respuesta
Una historia muy común y predecible. Sin embargo hay otras en que el padre comprensivo, patrocinador amoroso, logra apoyar al hijo hasta su maestría y doctorado. Una vez que el hijo ha logrado el éxito el joven talentoso profesionista, se olvida de su padre y hasta lo llega ofender llamándolo Idiota y le dice lo que debe hacer… Igual le retira su palabra desde un país extranjero donde ha logrado triunfar en la Ciencia.
Cómo le llamamos a eso? Arrogancia?
Vanidad?
Narcisismo?
Ego?
O mala leche?
Saludos,