Facultad de Filosofía y Letras
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Lo significativo personal
McAllen, 5 de febrero de 2018
…[la] ceremonia, que inicialmente se pensaba que duraría cuarenta minutos, se alargó por espacio de hora y media, debido a las lágrimas y sollozos de los presentes. Nunca fui sentimental para esta clase de cosas, sin embargo, al tratarse de mi madre, no podía parecer menos que dolido. Nació en 1968 y murió empotrada a una silla de ruedas, prácticamente sin poder hacer nada por sí misma. La última vez que la vi, la enfermedad que la destrozaba poco a poco le impidió reconocerme al principio; creyó que yo era su hermano, el tío Mason. Tras una hora, pareció que mi cara se le hizo familiar a contraluz, pues contó la vieja anécdota que le encanta sobre la vez que uno de sus hijos —es decir, yo— regresó todo enlodado, después de cabalgar un poni en Wichita Falls.
Mi madre nunca valoró las cosas que hicimos por ella. Irónicamente, quizá lo único que nos hubiera reconocido sería su funeral, pues lo planeamos tan simbólicamente posible como ella hubiera querido. Colocamos una corona de flores en su tumba, recordamos los momentos más emotivos de ella y pusimos la playlist que una vez nos dijo, a tono de broma, quería tener en su funeral. ¡Qué simbólica puede ser la muerte de una persona cuando te importa! Y ese es el asunto. Hoy no falleció una persona; falleció mi madre. Descansa en paz, Emily Crusius.
Lo significativo impersonal
McAllen, 27 de noviembre de 2018
Tras besarme por tercera vez en el mes con Madison Williams, el profesor Dankworth me obligó a tomar su clase, con pena de reprobar por una falta más. La verdad es que poco me importaba la historia de mi país hasta ese día, pero todo cambió con la excelente cátedra de las guerras mundiales. Dankworth nos habló de la extraordinaria labor de nuestros soldados para salvar al mundo del fascismo e instaurar un régimen democrático y libertador, siempre velando por los intereses de América. Fue en ese momento que nos proyectó imágenes del Cementerio de Arlington y, en el centro, imponente, el Monumento al Soldado Desconocido. ¡Dios bendiga a los soldados sin nombre que dieron vida a este país!
Tengo la firme creencia de que solamente los norteamericanos pueden vivir en Norteamérica. El país que han dejado los veteranos y muertos en guerra no debería ensuciarse con sudacas que vienen a quitarnos nuestros empleos y manchar nuestra raza. Esos hispanos que ensucian nuestra cultura y quieren quitarnos nuestra riqueza. Mientras no se haga algo para frenar su incursión, el sacrificio de nuestros combatientes perderá el sentido. ¡Dios bendiga América!
Lo insignificante personal
McAllen, 14 de abril de 2019
…y me dijo mi padre que no llegaría a comer con nosotros, pues un incidente provocó que trabajara horas extra. Me gustaría relatar brevemente ese incidente. Cuando llegó a la ubicación reportada, nada era diferente: la avenida cerrada por dos patrullas de cada lado; una cinta amarilla que limitaba el ingreso al lugar; y decenas de curiosos viendo desde lo más alto de los puentes peatonales, o bien, desde las ventanas de sus departamentos. La imagen era detestable. Como es habitual en estos casos, un charco de sangre se esparcía pocas pulgadas por segundo y conducía hacia una oda al horror: el despojo de cuerpo humano que yacía en el pavimento caliente no podía ser reconocido en ese momento, tal vez ni siquiera en la morgue.
Mi padre, al aproximarse para realizar su labor de peritaje, fue interrumpido por el maldito pitido de los autos que esperaban detrás de las patrullas, deseosos de continuar transitando. ¡Qué molestos! Podía comprenderlo de aquellos que no sabían lo que pasaba, pero los autos cercanos se encontraban más que enterados del accidente e, incluso así, gritaban coléricos que se les hacía tarde para llegar a cualesquiera que fueran sus destinos. Desesperado, soltó sus utensilios de trabajo (que por error cayeron sobre la sangre) y gritó al policía que hiciera su único trabajo y mantuviera el orden público; como si trabajar con cuerpos desmembrados no fuera lo suficientemente despreciable.
Sobre el accidente, resultó un atropellado, como tantos en el mundo. Sobre el conductor implicado, tiempo después me enteré que se dio a la fuga y no ha sido atrapado. Sobre el accidentado, no se sabe nada o más bien, no me preocupa. Creo que era un beaner fakir.
Lo insignificante impersonal
El Paso, 3 de agosto de 2019
…[hubo un accidente] cerca del parque, por lo que me dejó sólo en casa y es ahora cuando puedo actuar. Creí que no lo lograría, pero con el viaje planeado a El Paso y la GP WASR-10 tomada del estudio de mi padre, no tenía otra opción más que emprender el camino. Aún en el momento de mi llegada tenía duda sobre mi objetivo pero, (des)afortunadamente, en este poblado lugares sobran donde coexisten blancos e hispanos.
Este día, Estados Unidos estará un poco más cerca de la libertad. Hoy se derramará sangre necesaria como sacrificio, en aras de una mejor nación. En mis manos tengo la posibilidad de contribuir a la limpieza de mi país, pues esos spics son una peste para nuestra población. Sean diez, veinte, cincuenta. Sus muertes no serán sentidas por nadie; será una advertencia para todos aquellos que, después de ello, quieran seguir aquí. ¡Dios bendiga América! ¡Un Pueblo, una Nación; Terminemos con la Inmigración!
Diario de Patrick Wood Crusius [Fragmentos]
FBI Records: The Vault
Trad. de Edwin Ibáñez
Octubre 2021
* * *
Lectorx:
Este texto es un ejercicio de imaginación sobre el (falso) diario de Patrick Wood Crusius quien, en 2019, viajó desde su hogar a El Paso para perpetrar un terrible tiroteo, bajo la bandera del supremacismo blanco. Esta lectura tiene como objetivo notar que los asesinos en Estados Unidos (y en el mundo en general) no son “monstruos”, como a veces se les retrata en las noticias. No. Son seres humanos. Y ello, lejos de justificarlos, debería ser aún más preocupante. Eso quiere decir que no necesariamente se debe ser un enfermo mental para tomar un fusil semiautomático, pues una persona con cierto pasado conflictivo e influencias fascistas es lo suficientemente capaz para creer que asesinar a veintitrés personas en un Walmart es “hacer justicia por su país”.
Considero, apreciable lectorx, que este tipo de ejercicios pone varios temas sobre la mesa: la portación de armas, la salud mental y el supremacismo blanco son sólo algunos de ellos. Opiniones sobran, pero siempre deben estar basadas en los datos, en los hechos y en las pruebas.
Este diario de un asesino es completamente falso. Personas como Patrick Wood Crusius no lo son.
Por: Mariana Shanti González Almaguer
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Por: Melisa Areli Mancines
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Por: Nezahualcóyotl Enrique Estrella Flores
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