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Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
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Mariana López García
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Mariana López García

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

Mi nombre es Mariana López, tengo 17 años, soy una mezcla de ENFP y ENFJ, me identifico con la personalidad uno del eneagrama, soy una mujer esforzada, trabajadora y que diariamente trata de mejorar. En mis tiempos libres me gusta cocinar, cuando siento tan intensamente que mis emociones se desbordan, me gusta dibujar, el escribir es un poco de ambas categorías, me divierto haciéndolo y me ayuda a expresarme y entenderme.

Inhabitable

Número 3 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2021

Cada día es una nueva oportunidad para vivir, así que vive y disfruta, vive y fluye con esta coincidencia al máximo

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Mariana López García

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9

A lo largo de este encierro hemos sido testigos de grandes vivencias tanto buenas como malas al lado de nuestras familias o nuestros vecinos, hemos perdido gente o hemos aprendido a pasar más tiempo con nosotros mismos o con nuestra gente, aunque a veces no suele ser tan fácil como pensamos. Estar tanto tiempo solos puede ser muy beneficioso ya que nos ayuda a conocernos y a aprender más sobre nosotros mismos, saber que nos gusta y disfrutar más tiempo en nuestra soledad, pero, ¿qué pasa si ya no es así…si después de dos, cuatro meses o un año ya no es tan divertido como pensábamos?

Al estar en un ambiente tan monótono y repetitivo perdemos ese interés por tan siquiera levantarse al otro día, piensas y reflexionas tanto en tu cabeza sobre cosas que hiciste o pensaste anteriormente con el típico “hubiera” que se esfuma como arena entre los dedos en una tarde sumamente melancólica y desesperanzadora. Ya no poder hacer nada que lo cambie, ya no poder abrazar a esa persona que tanto extrañamos pero que por más que queramos ya no podemos estar con ella, ya sea porque se nos fue antes de tiempo o el destino se encargó de desvanecerla como humo en la fogata de un bosque a media noche, que sin decir adiós se fue dejando una gran herida por sanar.

Nuestra mente al viajar por tantos sentimientos y memorias, se cansa al no poder cambiar las cosas o mejorarlas, se cansa de la realidad no deseada que llegamos a tener, empezamos a perder las ganas y la necesidad de levantarnos de la cama cada día, sentimos que no merecemos en algunas ocasiones hasta la existencia misma, nuestra mente muta a un espacio profundamente sombrío, sin ningún rastro de vida o sentimiento, como un desierto con dunas de murria donde vemos reflejada la impotencia de no poder cambiar las cosas, sin nada a kilómetros de distancia que nos pueda salvar de nosotros, de nuestra mente, de nuestros sentimientos, de nuestras opiniones, de nuestras lágrimas y sufrimiento. Automáticamente esto se vuelve en un lugar INHABITABLE.

Se llega a sentir como si cayeras de un acantilado inmenso durante horas sin nada que te pueda detener, sin nada que te salve, hasta que tu aprendes a que nadie te puede sacar de ese lugar tan indeseable y frívolo a menos que seas tú mismo, nadie puede ser tu héroe si tu no quieres ser el tuyo, y poco a poco se va abriendo ese camino de luz tenue y brillante de todos colores que puedes imaginar y entiendes que está bien no estar bien, aceptas tu sentir y empiezas a asimilar toda esta pesadez que hay en ti, comprendiendo que los rencores y lo  complicado no es nada bueno para el corazón y el alma, ya que por más difícil que parezca estamos escribiendo nuestra propia historia y no importa que hayamos hecho o que no.

Lo que ahora importa es qué persona queremos llegar a ser, sin necesidad de ver cual éramos, nunca volveremos a ser tan jóvenes como lo somos en este instante, como lo eres en este momento al tomarte el tiempo de leer esto, así que por más “cliché” que parezca: lucha por lo que quieras, di lo que quieras, vístete como quieras, se cómo quieras ser, ama como quieras, acéptate tal cual y como eres, aunque las demás personas no lo entiendan.

Tú sé ese lugar seguro al cual acudas cuando sientas todo por perdido, sé tu prioridad y no una opción, sana tus heridas y no tengas miedo al pedir ayuda, el camino es difícil y muy exhausto, pero no te rindas.

En 400 años ya no seremos recordados, nuestra existencia habrá pasado como una cosa de nada y probablemente nadie sepa de nuestros nombres, y eso es totalmente normal, es el ciclo de la vida, así que haz lo que quieras hacer, somos una coincidencia al estar aquí, yo soy una coincidencia al escribir esto, tú eres una increíble coincidencia al leer esto, al tomar diversas decisiones a lo largo de tu vida para que terminaras leyendo mi texto en este preciso momento, somos estrellas fugaces al pasar por este plano terrenal, así que en ti está en decidir cómo vas a dejar tu huella. Cada día es una nueva oportunidad para vivir, así que vive y disfruta, vive y fluye con esta coincidencia al máximo.

A lo largo de este encierro hemos sido testigos de grandes vivencias tanto buenas como malas al lado de nuestras familias o nuestros vecinos, hemos perdido gente o hemos aprendido a pasar más tiempo con nosotros mismos o con nuestra gente, aunque a veces no suele ser tan fácil como pensamos. Estar tanto tiempo solos puede ser muy beneficioso ya que nos ayuda a conocernos y a aprender más sobre nosotros mismos, saber que nos gusta y disfrutar más tiempo en nuestra soledad, pero, ¿qué pasa si ya no es así…si después de dos, cuatro meses o un año ya no es tan divertido como pensábamos?

Al estar en un ambiente tan monótono y repetitivo perdemos ese interés por tan siquiera levantarse al otro día, piensas y reflexionas tanto en tu cabeza sobre cosas que hiciste o pensaste anteriormente con el típico “hubiera” que se esfuma como arena entre los dedos en una tarde sumamente melancólica y desesperanzadora. Ya no poder hacer nada que lo cambie, ya no poder abrazar a esa persona que tanto extrañamos pero que por más que queramos ya no podemos estar con ella, ya sea porque se nos fue antes de tiempo o el destino se encargó de desvanecerla como humo en la fogata de un bosque a media noche, que sin decir adiós se fue dejando una gran herida por sanar.

Nuestra mente al viajar por tantos sentimientos y memorias, se cansa al no poder cambiar las cosas o mejorarlas, se cansa de la realidad no deseada que llegamos a tener, empezamos a perder las ganas y la necesidad de levantarnos de la cama cada día, sentimos que no merecemos en algunas ocasiones hasta la existencia misma, nuestra mente muta a un espacio profundamente sombrío, sin ningún rastro de vida o sentimiento, como un desierto con dunas de murria donde vemos reflejada la impotencia de no poder cambiar las cosas, sin nada a kilómetros de distancia que nos pueda salvar de nosotros, de nuestra mente, de nuestros sentimientos, de nuestras opiniones, de nuestras lágrimas y sufrimiento. Automáticamente esto se vuelve en un lugar INHABITABLE.

Se llega a sentir como si cayeras de un acantilado inmenso durante horas sin nada que te pueda detener, sin nada que te salve, hasta que tu aprendes a que nadie te puede sacar de ese lugar tan indeseable y frívolo a menos que seas tú mismo, nadie puede ser tu héroe si tu no quieres ser el tuyo, y poco a poco se va abriendo ese camino de luz tenue y brillante de todos colores que puedes imaginar y entiendes que está bien no estar bien, aceptas tu sentir y empiezas a asimilar toda esta pesadez que hay en ti, comprendiendo que los rencores y lo  complicado no es nada bueno para el corazón y el alma, ya que por más difícil que parezca estamos escribiendo nuestra propia historia y no importa que hayamos hecho o que no.

Lo que ahora importa es qué persona queremos llegar a ser, sin necesidad de ver cual éramos, nunca volveremos a ser tan jóvenes como lo somos en este instante, como lo eres en este momento al tomarte el tiempo de leer esto, así que por más “cliché” que parezca: lucha por lo que quieras, di lo que quieras, vístete como quieras, se cómo quieras ser, ama como quieras, acéptate tal cual y como eres, aunque las demás personas no lo entiendan.

Tú sé ese lugar seguro al cual acudas cuando sientas todo por perdido, sé tu prioridad y no una opción, sana tus heridas y no tengas miedo al pedir ayuda, el camino es difícil y muy exhausto, pero no te rindas.

En 400 años ya no seremos recordados, nuestra existencia habrá pasado como una cosa de nada y probablemente nadie sepa de nuestros nombres, y eso es totalmente normal, es el ciclo de la vida, así que haz lo que quieras hacer, somos una coincidencia al estar aquí, yo soy una coincidencia al escribir esto, tú eres una increíble coincidencia al leer esto, al tomar diversas decisiones a lo largo de tu vida para que terminaras leyendo mi texto en este preciso momento, somos estrellas fugaces al pasar por este plano terrenal, así que en ti está en decidir cómo vas a dejar tu huella. Cada día es una nueva oportunidad para vivir, así que vive y disfruta, vive y fluye con esta coincidencia al máximo.

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