Somos #RollersUNAM

Volar

Sentir el viento en la cara, volar a ras del suelo, la adrenalina recorriendo tus venas, oler la libertad, deslizarte sobre ruedas es recargar energía, disfrutar de cuerpo y espíritu fuerte, llenarte de vida y felicidad, no hay nada que pueda suplir esta sensación, esto es patinar y solo quien lo practica lo experimenta.

Las calles

Lo disfrutamos, como medio de transporte o para hacer una divertida ruta con amigos. La sensación de ser dueño de lo que te rodea y que el cansancio de la jornada se desvanece, puede desaparecer cuando no existe cultura vial y correcto conocimiento del reglamento de tránsito, cuando un automóvil no respeta tu trayecto siendo que te deslizas por las calles con toda protección y precaución; para algunos es muy fácil hablar de lo que no conocen, aquellos que nos llaman imprudentes pero son los primeros en “aventarnos el auto”. Los patines no son juguetes y como rollers estamos plenamente conscientes de ello, ya que compartimos espacio con ciclistas y automovilistas que, como individuos, poseen derechos, sin embargo, pasan por alto e ignoran los nuestros.

Disciplina

No, no somos vagos, no vestimos mal ni fachoso, las caídas desgastan nuestras prendas. Es nuestro estilo, ser un patinador urbano requiere de disciplina, fortaleza para vencer nuestros miedos, atención médica a lesiones que muchas veces los conductores que no nos respetan nos han ocasionado; requiere de sacrificio, y como todo deporte necesita de práctica, entrenamiento y constancia.

Sabemos que hace falta formalidad y difusión en este deporte, que practicamos y ganamos experiencia en las calles, pero esto no significa que lo hagamos solo de manera recreativa o por hobbie; es nuestra forma y fuente de vida y salud, es nuestro medio de transporte, un transporte que no contamina ni “estorba” como lo refieren algunos. Dominar los patines, la mente y el cuerpo, es esfuerzo y dedicación.

Riesgos

Todo deporte conlleva riesgos, patinar por calles y avenidas representa un peligro considerable, los conductores inconscientes del uso del celular mientras se encuentran al volante y aquellos otros que olvidan nuestro derecho de circular por las vialidades llegando incluso a agredirnos argumentando que “bloqueamos” el paso, son el principal. En la comunidad roller existen reglas claras de circulación y aunque no negamos que existen excepciones, procuramos permanecer en grupo para hacer más seguro nuestro recorrido por la ciudad: no sujetarnos de los automóviles para evitar conflictos, utilizamos protecciones y casco en todo momento por nuestra propia seguridad en caso de algún accidente, no somos lo que todos llaman un estorbo en la circulación, hacemos uso del espacio designado a los automóviles porque como el nombre lo dice, el patinaje urbano está basado en eso y, al igual que las bicicletas, forma parte del desarrollo de nuestra actividad. Además, no se cuenta con infraestructura adecuada o espacios específicos para patinar en buenas condiciones, la capacidad de adaptarnos es algo que nos caracteriza y aprender a movernos por diversos lugares a pesar del riesgo que conlleva es parte de la esencia del patinaje, siempre haciéndolo con responsabilidad y todos los cuidados posibles. Como conductor te pedimos que seas consciente de esto, quizá parece fácil, pero nuestra preparación detrás de lo que todos ven es lo que nadie toma en cuenta al momento de estereotipar nuestro deporte.

Rollers en la UNAM

En diversas ocasiones dentro de nuestra institución, la UNAM, en sus múltiples áreas de estudio y escuelas, hemos sido víctimas de actos de autoritarismo por parte de los directivos o funcionarios de la universidad; sí, efectivamente, su alto puesto debe procurar la integridad de las y los estudiantes dentro del campus, sin embargo, se nos han impuesto diversas prohibiciones  que en algunos casos llegan a ser absurdas, estoy hablando de que no se nos reconoce como medio de transporte como a las bicicletas, aun contando con ciclovías en instalaciones como CU se nos limita la circulación libre por ésta, sucede lo mismo en los estacionamientos o canchas. ¿La razón? Estereotipos infundados o argumentos ridículos de que desgastamos el piso de estas áreas. Se ha recibido como único apoyo un espacio en malas condiciones para proporcionar clases de patinaje a estudiantes y público en general, sin posibilidad de mayor progreso porque nuestra actividad no puede ser llevada a cabo fuera de esta zona, es alarmante este nivel de discriminación de movilidad, ya que para muchos estudiantes es nuestro medio de trasporte, siendo de alguna manera un apoyo a nuestra economía y sin duda también al cuidado de nuestra salud. No contamos con un reconocimiento oficial, se sigue viendo como algo recreativo, no se conoce existencia de algún  programa deportivo universitario en el que se impartan clases como en cualquier otro deporte. Como estudiantes y comunidad UNAM hacemos un llamado a las autoridades para dar pronta solución a estos problemas; mediante mesa de diálogo en la que podamos externar nuestras críticas y sugerencias buscando llegar a un acuerdo entre directivos y deportistas, pleno reconocimiento de esta disciplina en todas sus modalidades, generar espacios específicos o, de lo contrario, que se nos permita hacer uso de los que ya existen dentro de la universidad dejando de lado prejuicios. México es sumamente talentoso en este deporte y nos encantaría representar a nuestra casa de estudios en competencias como se hace ya en otros deportes. Hay talento, solo falta apoyarlo.

Hablo por Luis, por César, Gian, Erick, Marcela, Max, Giovanni, por miles de patinadores que, como yo, nos hemos visto limitados por la sociedad o la comunidad universitaria y, sin embargo, estamos aquí, volando a ras del suelo. Nosotros somos #RollersUNAM.

*Este artículo fue realizado y escrito con el apoyo de líderes y fundadores de RollersUNAM, estudiantes de preparatoria y de facultad e integrantes de clubes de patinaje entre ellos “Balam Rollers”, “Baby Rollers”, “No sé frenar”, “Rollers en México” y “Patinaje Hurbano”.