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En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Cassandra Steffani Martínez López. ENP 9, UNAM
Picture of Kenya Michelle Robles López

Kenya Michelle Robles López

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza

Kenya Robles, mujer-ceiba. La encuentras en problemas bioéticos, leyendo un libro o escuchando k-pop. .

¡Se quejan por todo!

Número 3 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2021

Doy gracias por ser una generación de cristal: nada será oculto ni pasado por alto

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Kenya Michelle Robles López

Facultad de Estudios Superiores Zaragoza

Usaba falda, lápiz labial, y un carterón

Cuenta la gente que un día el papá

fue a visitarlo sin avisar

¡vaya qué error!

Y una mujer le habló al pasar

le dijo “hola, qué tal papá, ¿cómo te va?

No me conoces yo soy Simón

Simón, tu hijo, el gran varón

El gran varón, canción salsera.

Hace poco se hizo viral el video de Andra, persona no binarie que sufrió acoso por parte de sus compañerxs quienes insisten en referirse a elle como “compañera”, un pronombre con el que no se siente identificadx. Este video, como muchos otros, obtuvo respuestas polarizadas, principalmente dos. La primera es que sólo hay dos tipos de personas, “ellas” y “ellos”, anulándose así al lenguaje incluyente. La segunda (y con la que la generación de cristal y yo coincidimos) es que existen más de dos géneros; que el sexo (cromosomas XX o XY) y el género (femenino, masculino, no binario, fluido; es decir, cómo nos identificamos) son dos cosas completamente diferentes.

La generación de cristal fue un término utilizado por primera vez en 2012 por la filósofa Montserrat Nebrera, quien desde entonces y hasta ahora, identifica a los hijos de la generación X, es decir los que nacieron aproximadamente después del año 2000 (finales de los 90’s) y cuya cualidad principal es precisamente esa: ser frágiles. El término fue y sigue siendo utilizado para desacreditar los reclamos y las posturas políticas e ideológicas de este sector joven de la población.

La generación de cristal es crítica, pues señala y propone, pero lo hace porque se ha parado en otro lugar, uno diferente que no se encuentra arraigado en el individualismo neoliberal y el patriarcado. Son jóvenes que al nacer en un mundo precarizado se han visto expuestos a retos que antes apenas se avizoraban: gentrificación, calentamiento global, precarización laboral, reformas educativas y laborales, etc.

Una forma de ver a esta generación es desde el feminismo, Rita Segato nos explica que:

(…) la masculinidad está más disponible para la crueldad porque la socialización y

entrenamiento para la vida del sujeto que deberá cargar el fardo de la masculinidad

lo obliga a desarrollar una afinidad significativa, entre masculinidad y guerra, entre

masculinidad y crueldad, entre masculinidad y distanciamiento, entre masculinidad

y baja empatía. (Por otra parte) las mujeres somos empujadas al papel de objeto,

disponible y desechable, ya que la organización corporativa de la masculinidad

conduce a los hombres a la obediencia incondicional hacia sus pares —y también

opresores—, y encuentra en aquéllas las víctimas a mano para dar paso a la

cadena ejemplarizante de mandos y expropiaciones.1

A saber, mientras que unos están siendo educados en una pedagogía de la crueldad, la guerra,

el distanciamiento y la baja empatía, otras estamos siendo empujadas a actuar acotadamente como objetos. Estas relaciones existen dentro de un marco histórico, es decir, dentro de todas

las grietas económicas, políticas y educativas que el nacer en un mundo adiestrado en el patriarcado y dominado por el neoliberalismo han dejado y que pasaron a ensancharse con la pandemia. Es un mundo precarizado. De aquí nace la principal característica de la generación de cristal: la queja.

¿De qué se queja la generación de cristal? Quizá de la indiferencia de las autoridades ante la desaparición de 43 estudiantes; quizá de la distribución desigual de la riqueza; quizá de la meritocracia y el estrés que genera no tener seguridad económica, ni acceso a servicios básicos; quizá de la gentrificación, del mandato de la masculinidad hegemónica; quizá de la organización corporativa que es el patriarcado; quizá de lo atroz de los feminicidios; quizá ( y aquí es donde nuestras gafas moradas no ayudarán) de que Iván Ruiz García, otrora director del Instituto de Investigaciones Estéticas, cree que el “feminicidio es un acto de amor”, que Miguel Ángel Sebastián González, junto con Carlos Alberto Romero Castillo, investigadores del Instituto de Investigaciones Filosóficas acosaron y abusaron sexualmente respectivamente de una estudiante de la Facultad de Filosofía y cuya denuncia resultó en nada; de la toma de la Facultad de Economía durante de seis meses en 2020 debido a la incompetencia de las autoridades para hacerle frente al problema de violencia de género, junto con la toma de la Facultad de Arquitectura y la de Filosofía (en tiempos diferentes pero contemporáneos).

Así, vemos que las quejas no son menos válidas por emerger de jóvenes, al contrario, nos dan un diagnóstico de cómo se encuentra la sociedad actualmente. Existe el caso que se piense una exageración el ser llamadx por un pronombre diferente al que nos sentimos identificados; que romantizar el feminicidio o minimizar las denuncias de acoso y violencia de género sean cosa menor. Sin embargo, la generación de cristal nos ha enseñado que las consecuencias de no señalar estas cosas termina en agresión, invisibilización, represión y en el peor de los casos, la muerte.

Para finalizar, me gustaría resignificar el concepto generación de cristal. El cristal como cualidad principal es ser transparente, ser revelador. Esta generación nos ha revelado problemas que quizá hace 20 o 30 años pasarían desapercibidos. Doy gracias a ser una generación de cristal: nada será oculto ni pasado por alto.

1. [Segato, Rita. “Pedagogías de la crueldad.El mandato de la masculinidad (fragmentos)”. Cultura UNAM. Cultura UNAM, noviembre 2019, accesado el 12 de septiembre del 2021, httpss://www.revistadelauniversidad.mx/articles/9517d5d3-4f92-4790-ad46-81064bf00a62/pedagogias-de-la-crueldad ]

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