Mientras que la mayoría de la comunidad estudiantil cursaba el semestre 2022-2 sin más problemas académicos que el de cumplir con las materias inscritas, los estudiantes de antropología, dentro de la FCPyS, se enfrentaban a un problema que afectaría —y seguirá afectando— a su formación. Las prácticas de campo, una parte esencial y obligada para todo antropólogo, serían canceladas.

Dentro de la comunidad polakense en general, se comenzó a hablar sobre esta problemática. Como era de esperarse, lo que siguió fue la organización política de los estudiantes afectados. Los “Estudiantes organizadxs de antropología”, como se hicieron llamar, convocaron a asambleas donde se exponían las diversas problemáticas.

No solo se habló sobre la cancelación de las prácticas, venían otros problemas como el sospechoso manejo del presupuesto, dado que no se le dio el mantenimiento completo a la facultad ni en el período virtual ni para el regreso presencial, según la misma secretaria ejecutiva (Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM [EOAU], 2022a, 14min 55s), aparte de que en años anteriores, los profesores sufrieron de falta de pago, cosa que —según una estudiante— aún no se resuelve por completo (EOAU, 2022b, 2min 20s). Entre otras cosas, se habló de la necesidad de laboratorios especiales para la carrera, convenios con instituciones públicas, el acceso gratuito a materiales necesarios para las prácticas, la actualización del plan de estudios, etcétera.

No fue hasta la tercera asamblea en la que se llamó a la comunidad estudiantil de las demás carreras de la facultad para que formen parte del movimiento, pues se veía que las problemáticas eran de interés general para el sector estudiantil. En esta misma asamblea, se hizo un pliego petitorio con cinco puntos: Garantizar las prácticas de campo de forma gratuita; La reestructuración del plan de estudios; Laboratorios exclusivos para antropología física y arqueología; transparencia respecto al presupuesto 2020, 2021 y 2022 y; mesas de diálogo entre directivos y estudiantes (EOAU, 2022f). De no ser contestado el pliego petitorio para el día lunes 25 de abril, se tomaría el edificio G, la dirección.

No hubo respuesta de las autoridades. Fue hasta que las puertas de la dirección se vieron encadenadas, que la secretaria ejecutiva, Patricia Torreblanca, salió a hablar con la asamblea, donde se discutieron los temas del pliego petitorio.

La secretaria no pudo dar solución a nuestras demandas, y únicamente le dio largas a las demandas. Aseguró que el tema de las prácticas sería llevado al Consejo Técnico para su aprobación, lo que no mencionó es que a la hora de abordarlo se ignoraría por completo a los estudiantes, ni que serían financiadas por el bolsillo de estos (EOAU, 2022a; 2022d; 2022e, 29min 10s). Prometió que compartiría la plataforma en la cual se podría acceder detalladamente al presupuesto para su análisis, pero solo se recibió una página en la que al entrar, te das cuenta que no contiene ninguna información relacionada con la FCPyS y de estarlo, la mala construcción de la plataforma impidió que los estudiantes  pudieran hacer ese análisis —ya que no se les forma para llevar un proceso de auditoría, con excepción de los administradores públicos hasta cierto semestre— (EOAU, 2022a, 55min 25s). Se acordó que en la respuesta escrita al pliego petitorio se daría la fecha y hora para la mesa de diálogo, cosa que no se cumplió y a la cual solo se le dieron largas, junto con los otros dos puntos (EOAU, 2022a, 1h, 22m).

Una vez aprobadas las prácticas, el movimiento no terminó. Los ahora problemas principales serían el mal manejo del presupuesto, la privatización de la educación al tener los estudiantes que pagar ellos sus prácticas y el temor de que esto siguiera así los próximos semestres. El promedio para ir a una práctica era de $10, 000, según una estudiante (EOAU, 2022e, 29min 10s), cosa con la que muchos estuvieron en desacuerdo al afirmar que era un atropello a la educación gratuita y popular.

Por la constante indiferencia de las autoridades de la facultad, se decidió hacer una marcha desde la facultad hasta rectoría, donde se llevó un pliego petitorio similar, pero con algunos cambios. Fue dirigido específicamente al rector, sin embargo, no parece que haya habido respuesta.

Debido a que el interés de los estudiantes por el movimiento no era grande y estaba disminuyendo por cada asamblea que pasaba, el movimiento tuvo que morir, con su última asamblea el 9 de mayo del 2022. Dentro de esta, hubo acusaciones en contra de Patricia Torreblanca por dialogar con personal de la SSC para que —parafraseando un poco—, con su ayuda, pudieran contener la posible amenaza que representaba el alumnado organizado (EOAU, 2022e, 19min 35s).

Reflexiones: Debido a que estuve participando en el movimiento, pude ver de primera mano el trato que las autoridades dieron al movimiento. Este fue de completa indiferencia, de verticalidad, de alejamiento e incluso, se pudo ver la pretensión de una actitud represora, tanto por parte de la dirección como del Consejo Técnico. Es decepcionante ver cómo el mismo lugar donde se enseñan y reivindican los valores democráticos y populares, incluso por las autoridades mismas, sea a la vez el mismo donde se dan este tipo de tratos autoritarios a las demandas políticas de la comunidad estudiantil.

En especial, me decepciona el manejo de los representantes de administración pública ante el Consejo Técnico. El cómo llevar una administración democrática, el cómo llevar a cabo los modelos de rendición de cuentas, la importancia de la transparencia proactiva en las instituciones públicas —A grandes rasgos, darle al demandante exactamente lo que pide en temas de información—; todos temas que los administradores públicos deben de tener bien presentes y que se enseñan en la misma facultad. Contrario a lo que yo hubiera pensado, en la práctica, no se vio en ningún momento la aplicación de estos valores. Podría asegurar que si las autoridades hubieran respetado los mismos valores que enseñan ahí, las demandas estudiantiles se hubieran resuelto de mejor manera.

Como otro punto, podría hablar ahora del sector estudiantil. El sospechoso manejo del presupuesto, la privatización de facto de la educación, la mutilación del plan de estudios, e incluso, el trato vertical e indiferente que recibió el movimiento. Todos estos son problemáticas que amenazan al sector estudiantil general debido a que hacen quedar la posibilidad de que estas u otras acciones similares afecten a otras carreras. Y aún sin existir el riesgo de que nuestra educación sea dañada, debemos de solidarizarnos con las causas justas, más cuando coexisten tan cerca de nosotros y cuando se nos pide nuestra ayuda.

Desafortunadamente esto no fue así, la mayor parte de los estudiantes se vieron alejados del movimiento. Muy pocos fueron los estudiantes de antropología que se animaron a levantar la voz; y muy pocos fueron los estudiantes de otras carreras que después de habernos pedido nuestro apoyo y solidaridad, quisimos adherirnos.

Hablando ahora del movimiento en sí, a mi parecer, la falta de medidas más duras como método de presión a las autoridades impidió que las demandas fueran cumplidas. Recordando en específico la situación de la toma del edificio G que en primer momento se acordó, sería únicamente simbólica —cubriendo la puerta principal con carteles y grafitis— y que de no ser porque algunos miembros decidieron encadenar tres de las cuatro puertas que el edificio tenía, nunca se hubiera logrado el diálogo con la secretaria ejecutiva.

Tal vez el optar por más acciones del estilo, y no por una marcha hacia rectoría, hubiera dejado un resultado positivo para el movimiento, como sí pasó con el sindicato el cual decidió tomar las instalaciones de la facultad y con eso lograron hacer cumplir sus demandas (Vargas, 2022)

Ante el aparente final de este movimiento, solo quisiera rescatar uno de los lemas que se cantaba camino a rectoría en la marcha realizada y con el cual suscribo completamente.

¡Educación gratuita!,

¡Lo que el pueblo necesita!

¡Educación privada!

¡Que se vaya a la chingada!  (Rodríguez, 2022)

Si te gustaría saber más sobre lo ocurrido con el movimiento, aquí puedes encontrar la información casi completa. (4) Estudiantes organizadxs de Antropología de la UNAM | Facebook

Si quisieras checar por tu propia cuenta la página en la que supuestamente se encuentra la información sobre el presupuesto ejercido por la FCPyS a través de los años, para ver si puedes encontrar alguna información que sirva, aquí está. Información financiera del presupuesto asignado anual (unam.mx)

Referencias:

Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM (2022a). [Asamblea con la secretaria general, Patricia Torreblanca; video]. Facebook. httpss://fb.watch/dS918CPF6w/

Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM (2022b). [Segunda Asamblea de los Estudiantes de antropología; video]. Facebook. httpss://fb.watch/dS96GYFmwJ/

Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM (2022c). Asamblea general 21 de abril . Facebook. httpss://fb.watch/dS9fkBbGJy/

Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM (2022d). [Respuesta por parte de la dirección al pliego petitorio; imagen]. Facebook. (1) Facebook

Estudiantes Organizadxs de Antropología de la UNAM (2022e). [Última Asamblea general por parte de los Estudiantes Organizadxs de Antropología; video]. Facebook. httpss://fb.watch/dS9N25z4cg/

Estudiantes Organizados de Antropología de la UNAM (2022f). [Pliego petitorio; imagen]. Facebook. (1) Facebook

Rodríguez, E. (2022). [Marcha hacia rectoría; Facebook]. No me quiero morir en polakas; Facebook. httpss://www.facebook.com/100006505412533/videos/1134288983811584/ Vargas, A. (2022). Trabajadores de la FCPyS los 9 puntos de su pliego petitorio. La izquierda, Diario. UNAM. Trabajadores de la FCPyS logran los 9 puntos de su pliego petitorio (laizquierdadiario.com)