En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
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Diana Karina Reyes Huitrón

Facultad de Psicología

Hola. Soy Diana, mis conocidos me dicen Dianys Rock, por mi gusto por éste género musical. Soy Licenciada en psicología y actualmente realizo apoyo administrativo en una institución de Gobierno para un programa social que beneficia a jóvenes en situación de vulnerabilidad. También he participado en Construyendo Puentes, por lo que me encanta trabajar en acciones de bienestar e inclusión social. Mis aficiones son ir a conciertos como apoyo logístico de prensa para el medio Rock360Mx y acciones de cuidado ambiental

¿Otra vez de negro?

Número 14 / JULIO - SEPTIEMBRE 2024

La vestimenta implícita.

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Diana Karina Reyes Huitrón

Facultad de Psicología

¿A cuántas personas les gusta el color negro, pero han tenido que evitar usarlo por algún comentario o por alguna situación específica? Y en el caso de usar este color sin importar los comentarios, seguro no han faltado frases y cuestiones como: “¿estás de luto?”, “me das miedo”, “el negro es demoniaco”, “¿no tienes sentimientos?”, “¡qué elegante!”, “¿te quieres ver más delgada?”, “¿por qué te vistes  de negro?” u “¿otra vez de negro?”. Un sin fin de ideas con una connotación positiva o negativa, incluso algunas con un sesgo de género, que nunca se liberan del juicio social, dejando solo dos formas de actuar o de responder a ellas: 1) hacer caso y evitar usar el color; o 2) ignorar los comentarios y usarlo. Pero, sea cual sea la opción que se decida tomar, repercutirá tanto en la persona como en la sociedad. 

 

Como ejemplo de la primera forma de actuar —la de evitar usarlo por los comentarios— los investigadores Garay, Porto y Merino, indican que la moda también llamada “look” o “facha”, guía la toma de decisiones sobre la vestimenta de las personas a manera de “mecanismo” que convierte las elecciones en un hábito conformador de la identidad personal y al mismo tiempo de grupos sociales, consecuencia de la “presión social” ejercida y del deseo de pertenencia a estos ¡Sólo por un tipo de vestimenta! Por lo que, al elegir esta opción se está condenado a vivir del “qué dirán”, a una vida sin felicidad ni plenitud personal que refuerza —como lo dirían las teorías conductistas de psicología—, la continuidad de dichos comentarios que, según Sesento y Lucio, el sujeto sin darse cuenta se apropia como parte de sus creencias negativas acerca de su apariencia e incluso de sus posibilidades de éxito en la vida. Y en definitiva ese no es el objetivo del artículo, por lo que no se ahondará más en este planteamiento. 

 

Sin embargo, el optar por el segundo camino —el de usar el color sin importar el “qué dirán”— implica optar por una autoestima alta, es decir, por aquel agrado de ser la persona que se es, sin tener la menor intención de cambiarla; implica también, ser libre en la toma de decisiones sobre el aspecto físico y de la identidad personal. Pero sobre todo, conlleva el aceptar colocarse —digamos— “la vestimenta implícita” del color negro, pues es de reconocer que este color tiene una historia innegable, de lucha y revelación social, que los trabajos de Garay, Sesento y Lucio colocan como predominante en movimientos juveniles (como los góticos o punks), pero particularmente en el grupo cultural de las personas “rockeras”, para quienes el portar cabello, pantalones, playeras y chamarras de piel color negro, es su referencia estética más común. 

 

De este modo, cuando juntamos un campo semántico estereotípico como lo es el color negro, con otro campo semántico también estereotípico, como lo es el género musical del rock, asociado comúnmente según Garay con la “independencia” y “rebeldía juvenil”, se suman y convergen un sin fin de frases más allá de las enlistadas al inicio, pero que ahora son pertenecientes a este género musical y a su grupo social, las cuales determinan aún más el comportamiento diario de las personas —mismas que omito mencionar para evitar reesteoritipizar, pero a quien le guste el rock seguro sabrá que son las tienen que ver con la apariencia física, la salud, las emociones e higiene de quienes conforman este grupo cultural desconocido a  veces por quienes le juzgan, por cierto

 

Tal vez la canción Back in Black de AC/DC del año 1980, o Back to Black de Amy Winehouse del 2006, o incluso Paint it, Black de The Rolling Stones del año 2004, podrían ejemplificar el uso del color como sinónimo de rebeldía, luto o depresión respectivamente. Aunque por fortuna, sucede algo con la música que ¡Existen canciones para todo!, y por ello, para sintetizar y unificar todas las acepciones existentes sobre los dos campos semánticos de análisis, se elige la canción del año 2012 titulada “Negro color pasión” de la banda mexicana llamada Pxndx, que hace explícito el uso de este color para hablar del consumo de sustancias nocivas para la salud, añadiendo un uso más referido a las relaciones amorosas, el pasional:

 

Más fácil es sentarme en una esquina de un cuarto circular, a que me veas pasar…

Más fácil animar a un caído, que compartir una copa contigo…

Más fácil convencer a un adicto, que imaginar que un día nos conocimos…

Negro el exterior, así tengo el interior, así tengo el interior (negro el exterior)

Negro con color pasión, Negro con color pasión…

Más fácil es sentarme en una esquina de un cuarto circular, a que me veas pasar

Más fácil es que un poco de morfina me cause más dolor, a que me pongas atención

Más fácil animar a un caído que compartir una copa contigo […]

Más fácil es que debajo de una vela exista mucha luz, que hayas marcado tú

Más fácil es poder leer sin vista y Braille aprender, a que me seas fiel

Más fácil que un globo se infle solo que al verme sientas que hallaste un tesoro

Negro el exterior, así tengo el interior

Así tengo el interior (negro el exterior)

Negro con color pasión

Negro con color pasión […]

Esto hace evidente que, el negro y el rock son uno mismo, y que al hablar de uno se tiene que hablar del otro, pero es importante resaltar que no todo el rock es negro y no todo el negro es rock, ésta última es una idea bastante obvia, e incluso podría decirse redundante y “trillada”, pero por alguna razón llamada “contexto”, se ha pasado por alto en muchas generaciones, sobre todo, en aquellas que fueron jóvenes en los años 60’s, 80’s y hasta antes de los 2000’s, pues son quienes aprendieron y transmitieron de generación en generación los significados culturales vigentes hoy en día sobre ambos campos semánticos, ya sea por experiencia propia o como testigos o pioneros del surgimiento de los movimientos juveniles, el rock y la liberación. 

 

Y esta brecha generacional no es que esté bien, ni mal, sino que, más bien apoya la idea central de este artículo que es que, la percepción social de este color (y cualquier otro) así como su significado atribuido es cambiante, generacional y cultural, por lo que cualquier frase emitida conlleva esa “vestimenta implícita”, contexto o historia de quien la expresa, por lo que nadie tiene exactamente la misma forma de pensar. Esto implica también, tener una postura de responsabilidad social y una apertura a la diversidad de expresiones y significados culturales. Lo que hace relevante la variable tiempo en la comunicación, pues si las palabras que se le dicen a alguien más no tienen fundamento se convierten en prejuicios y al no tener sustento empírico, adquieren un mayor poder para la vida diaria determinando conductas, rutinas y estilos de vida condenando negativamente (de forma directa o indirecta) tanto al receptor como al emisor, tal como lo señaló Austin en 1962 cuando indicó que, las palabras no solo son eso, “palabras”, sino que el habla conlleva “actos” que la otra parte tiene que realizar para concretar su función. 

 

Así que, en conclusión, la humanidad independientemente del color que vista siempre estará rodeada de comentarios, pero está en cada persona actuar con responsabilidad ante las críticas y con las palabras que emite, pues nunca se puede saber por lo que la persona receptora está pasando emocionalmente, sin embargo, con este análisis, sí se puede prevenir cualquier desenlace depresivo catastrófico, por lo que sería mejor para cualquiera escuchar comentarios halagadores, sinceros y respetuosos, que ofensivos y sin fundamento. Hoy en día las nuevas generaciones y las juventudes son más reconocidas por lo que, es hora de opinar y ejercer responsablemente el derecho a la libre expresión (y otros), pues la vestimenta es parte de él.

Finalmente, es importante resaltar que a la autoestima lo que le interesa es que cada quien se vista como más cómoda, cómodo o cómode se sienta y si el lugar feliz es el negro, ¡Pues adelante!, ¡Vístete “otra vez de negro”! pero por decisión propia. Pues además de todo, sólo cada persona sabe por qué le gusta ese color y esa razón no precisamente va a ser la misma por la que otra persona lo elija; y la decisión no está ni bien ni mal, o mejor o peor, sino que, al ser personas con historia de vida diferentes, por más similares que sean, siempre habrá gustos e intereses diferentes y por ende, no todas vestirán de negro, ni pensarán de la misma manera.

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