Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán
Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán
¿Quién me diría a mí
que una sola mirada bastaría
para convertirte en mi destino,
para encerrarme en tu luz cautivadora?
Éramos extraños
en un mundo sin palabras,
pero el amor no necesita voces
cuando el alma sabe escuchar.
Quiero confesarte
que te busco en cada rincón,
que salgo a encontrarte
sin miedo ni razón.
Pero cuanto más lo intento,
más temo que sea un error.
Tan bonito y tan cruel,
tan arraigado en tu piel…
Cada palabra que pronuncias
es el arte de mi fe.
Píntame sin papel,
despiértame de esta sombra
que me aleja de tu miel.
Tus ojos son caminos
donde deseo perderme,
tu voz es mi consuelo,
mi refugio en el mar.
Tu cuerpo en él,
tu mente en mi piel,
dejando que el tiempo fluya,
dejándolo correr.
Y ahora sé bien
a qué saben tus besos,
a qué sabe el miedo,
a qué sabe quererte
sin saber qué vendrá.
Otra noche más para imaginar
que me conoces como yo a ti,
otra tarde más para enamorar
sin miedo a quedarme,
sin miedo a marchitar.
No me llores más,
tengo cosas que contar…
Que, sin ti, todo pierde sentido,
las sombras me envuelven,
el frío me alcanza,
y mi alma se desvanece
en la nada.
Anhelo el calor de los sueños
que el dolor cubrió,
quiero un propósito, un reto,
quiero que seas mi razón.
Huir lejos de aquí,
ver la luz del sol,
sentir la fuerza del viento
que me impulse a seguir.
A veces miro al pasado
y ya no me reconozco,
tantos golpes me han moldeado
que casi no sé quién soy.
Pensé que la vida
era solo caer y llorar,
pero ahora sé que en esta partida,
aunque pierda,
contigo quiero luchar.
Nunca te he contado
cómo has cambiado mi vida,
soy un pobre tarado
al que tu cariño dignifica.
Si en la noche más oscura miro al cielo,
eres la estrella que ilumina mi firmamento,
y con tu luz guías mi camino.
Si tú no estás,
vivo en la oscuridad.
Si tú te vas,
viviré en la nada.
Porque tú eres mi razón,
mi lucha, mi vida,
mi paz y mi hogar.
Por: Edgar Serrano Oyorzabal
Buscar para encontrar, el libro que me acompaña
Por: Citlali Núñez Téllez
Oda a las cartas en un mundo efímero y digital