Facultad de Filosofía y Letras
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Soy humano y, por lo tanto, la definición del pecado,
lo dicen los dioses y mi gente asiente.
Hay tanto que debería ser y no soy,
hay tanto que debería tener y no tengo,
hay tanto que debería hacer y no hago.
Mi vida, por sí misma, no es motivo.
Por eso me obligan a seguir reglas que nunca he entendido.
Me enseñaron a esconder del mundo mi cuerpo, por ser humanamente desagradable.
Me hicieron avergonzarme de mis pasiones, por ser humanamente inservibles.
Me convencieron de odiarme, castigarme y flagelarme, por ser humanamente insuficiente.
Aun así a veces la suerte me sonríe
y por las noches, lejos de todo aquel
que puede juzgarme, me imagino libre.
Libre de cuerpo,
libre de mente,
libre de alma
y por un breve instante,
bello, útil, suficiente.
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