En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.

Figuera Ponce

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Soy Figuera Ponce, estudiante de Ciencias de la Comunicación a quien le gustaría dedicarse a la divulgación científica.

Amor sin sexo no es igual a sexo sin amor

Número 5 / ABRIL - JUNIO 2022

¿Qué es la asexualidad y el arromanticismo?

Figuera Ponce

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

¿Recuerdas a aquel molesto personaje amarillo que vive en una piña debajo del mar? ¿Sabías que es un representante de la comunidad LGBT? Seguramente acabas de poner una cara de rechazo, pero es verdad, canónicamente y dada su especie animal, Bob Esponja es asexual. Pero… ¿Qué es la asexualidad?

La asexualidad fue descrita por primera vez a mediados del siglo pasado por el Dr. Alfred Kinsey, en el apartado X destinado a aquellos sujetos “sin contactos o relaciones socio-sexuales.” El término es acuñado casi treinta años después por Michael Storms quien la ubica en un gráfico al final de las coordenadas hetero y homo-erotismo.

Según el sitio web en español del AVEN (Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad por sus siglas en inglés), se puede definir a un asexual como una persona que no experimenta atracción sexual por otras de manera natural y que no es inducido por ideologías como lo podría ser el celibato. Además se considera como todo un espectro que fluctúa entre la asexualidad y la alosexualidad: alguien que experimenta atracción sexual hacia otras personas independientemente de su orientación. Debido a esto pueden haber asexuales antisexuales y asexuales sexo positivos, pues como cualquier persona los asexuales pueden decidir experimentar el sexo dado que presentan excitación física o libido pero no por desear a otras personas si no por la sensación física que supone el placer fisiológico o por sentirse emocionalmente cercanos si sus parejas son alosexuales.

Si bien no se puede considerar una orientación sexual per se, es de acotar que la comunidad asexual se ha integrado con los LGBTTTQI+ en su lucha por la visibilidad y reconocimiento social pues es común que desde la ignorancia se minimice y desprecie a los jóvenes y adultos que se definan como asexuales, esto es principalmente alarmante en los adolescentes pues puede derivar en actos sexuales impulsivos o forzados con consecuencias tales como emfermedades de transmición sexual o embarazos no deseados.

Por su parte la documentación sobre el arromanticismo es escasa, al menos en español, pues la comunidad inglesa “aro” al igual que la asexual, han promovido la creación de la Unión del Espectro Arromántico para el Reconocimiento, la Educación y la Abogancia; AUREA por sus siglas en inglés. En su sitio web podemos aprender que los arrománticos no son gente sin sentimientos como se puede llegar a creer, simplemente no experimentan atracción romántica o simplemente rechazan la idea normativa de romance por ello existe todo un espectro con el que las personas puedan identificarse.

Hay que comprender los significados para conocernos

La atracción sexual se define como el deseo de tener contacto íntimo con una persona en concreto y puede ser experimentado por homosexuales, bisexuales, heterosexuales y pansexuales. Mientras que la atracción romántica es el querer formar una relación amorosa con la persona deseada, pero aunque esta es la definición más aceptada no es completamente cierta pues la complejidad de los sentimientos humanos impiden un consenso general. Además existen otras tres clases de atracción: sensual, estética e intelectual, la primera se refiere al deseo de realizar actividades sensoriales no sexuales, especialmente las que refieren al contacto táctil, la segunda no es un deseo, si no una forma de apreciación a la belleza física de otros, la tercera por otro lado si es un deseo, específicamente hacia las facultades cognitivas de otra persona en concreto, este tipo de atracción puede aparecer en diversidad de relaciones que no siempre son del tipo amorosas y puede derivar en sapiosexualidad.

Existe también la gris y demi-sexualidad y romance, la gris-asexualidad y el gris arromanticismo se dan cuando una persona experimenta atracción sexual o romántica sólo bajo determinadas y específicas circunstancias, puede ser que un gris asexual sienta una leve atracción sexual por alguien, pero solo si se da el contexto adecuado, por su parte un gris romántico es aquel que puede sentirse atraído románticamente por alguien pero no desear una relación o simplemente sentirse atraído por alguien pero no de manera regular. A su vez la demisexualidad se da cuando una persona siente atracción sexual siempre y cuando exista un fuerte vínculo emocional con la persona que desea, de manera similar un demirromántico sólo experimentará atracción romántica luego de establecer una conexión emocional estable con la persona en cuestión.

Cabe aclarar que la atracción es independiente del libido y el deseo sexual, esto quiere decir que aunque una persona se identifique como asexual aún puede mantener relaciones y/o contacto sexuales pues el libido es el impulso sexual biológico no dirigido, por su parte el deseo sexual es la intención de participar en una actividad sexual ya sea por razones de placer personal físico y/o emocional o por razones de procreación.

Por ejemplo:

Sujeto 1: Jesús Eduardo de veintidós años se identifica como grisexual heterromantico, quiere decir que no experimenta atracción sexual pero en ocasiones puede tener deseo de contacto por ciertas personas sin interés de formar una relación romántica pues solo experimenta este tipo de atracción por el sexo opuesto.

Sujeto 2: Mariana de veintiséis años se identifica como asexual arromantica, quiere decir que no experimenta ni atracción sexual ni romántica pero si puede sentir otros tipos de atracción por cualquier persona independientemente de su género o sexo.

El contacto sexual expresado por el sujeto uno es un concepto utilizado para englobar la diversidad de actividades sexuales existentes, una persona puede gustar de una actividad en específico pero rechazar otra, por ejemplo gozar de la masturbación mutua pero rechazar el coito, esto aplica para tanto asexuales como alosexuales por lo que la comunicación en pareja es importante para la satisfacción de ambos.

Por último hablemos de la autosexualidad, una derivación de la asexualidad en la que la persona experimenta atracción sexual a sí misma, esto va más allá de la masturbación pero sin llegar al narcisismo, estas personas simplemente se sienten cómodas con la idea de ser su propia pareja tanto de manera sexual como romántica aunque esto no impide que puedan tener parejas sexuales por cuestiones de placer.

Como se puede observar es basta la información existente de este par de orientaciones sexuales aunque esto no impide que en nuestro día a día sean ninguneadas por la sociedad e inclusive por la misma comunidad LGBTTTQI+, quienes por falta de información pueden llegar a ser prejuiciosos y discriminatorios con la comunidad asexual con comentarios tales como: “Ya llegará el/la indicad@.” “Todos fuimos arrománticos alguna vez.” “Es que necesitas vivirlo para que cambies de opinión.” “Ya luego de que lo pruebes no lo dejarás.” “Es que te freseas.” “Eso dicen todos y luego ya están llenos de chamacos.” “A tu edad yo ya había tenido un montón de novias.” “Así estás bien mijita esos hombres pueden ser unos ca!#@$%&.” “Te voy a llevar con unas pu!#@$ para que te hagas hombre.” “¿Cómo que no has tenido novi@? ¿Seguro que no le tiras al otro bando?” Comentarios que no sólo son incómodos para los involucrados si no que pueden estar llenos de misoginia, homofobia o misandria según sea el caso, situación peligrosa para jóvenes identificados con alguna orientación no heteronormativa quienes solo crecerán reprimiendo sus emociones y sentimientos además podrían llegar a imitar “la norma” para evitar ser juzgados o cuestionados lo que les llevaría a desarrollar problemas de identidad o sentir culpa lo que podría desarrollar problemas en su salud mental tales como ansiedad y/o depresión causantes de suicidio en caso de no recibir la ayuda adecuada.

En una sociedad como la mexicana en donde el tema no solo es un tabú si no que además está rodeado de machismo, mitos, desinformación y prejuicios (principalmente derivados de la falsa moralidad religiosa) es normal ver casos de agresión y discriminación hacia aquellos con una percepción diferente de la vida y el sexo. Esta es una cuestión importante a resolver ya que es el principal motivador de crímenes de odio hacia las mujeres, los y las transexuales y comunidad LGBTTTQI+ en general. Necesitamos dar voz y visibilidad a todas estas personas para que, de llegar alguien a sentirse identificado, sepa que no hay nada malo en él o ella y pueda vivir su sexualidad sin miedos.

Lastimosamente, aunque la lucha por la representación ha ido dando frutos en varios medios de comunicación aún queda mucho camino por delante para la normalización de estas orientaciones que no se puede resumir simplemente en un “no les gusta el sexo” y para lograrlo se requiere una educación de calidad en los niños y jóvenes, una que vaya más allá de hablar sobre métodos anticonceptivos y genitales, que sea incluyente con temas tales como la orientación, la atracción, el libido, el deseo y el sexo. Puede que aparentemente no haya mucho que nosotros podamos hacer al respecto, pero como dijo Michael Jackson en su canción Man in the Mirror. “Si quieres hacer del mundo un lugar mejor, mírate a ti mismo y luego haz ese cambio.” Recuerden que nunca está de más informarse y cuestionarse incluso a uno mismo, puede que seamos más complejos de lo que creemos o que ayudemos a alguien a descubrir que no hay nada de malo en sí, que inspiremos a otros a fomentar el cambio, pero para eso es necesario no quedarse callados.

Sí, así como lo hace Bob Esponja.

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