Facultad de Filosofía y Letras
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Nuestras alegrías desaparecen cuando los muertos nos roban la luz.
Cuando el veneno nos quita amor
y se intoxican las miradas.
Donde en lo bello los brutos solo ven sexo;
donde en un humano el hombre solo ve desechos.
Tu sonrisa se vuelve simplemente carne;
tus huesos, tan solo un tono blanco amate.
Porque allá fuera está la escoria perversa,
intoxicados por el porno y la sexualización que vende el sistema.
Por eso apagaron tus luceros,
porque el engaño hace creer que la felicidad de uno
depende del sufrimiento de otros.
Porque los hombres ignoraron el mundo,
pensaron solo en su fuego,
como si no existiera el agua,
la hierba,
las marchitas brisas del tiempo…
Porque el bien nunca fue hecho para nadie,
tan solo la conveniencia, sed y hambre de unos pocos.
Porque bajo reglas justifican su mal
que recibirá perdón por los arcángeles del cielo.
Un engaño a largo plazo para no vivir ahora;
una ilusión que yo mismo me hago por conveniencia propia.
Porque seré enjuiciado por la nada en un lugar de nadie.
Porque tú quedarás en los tribunales civiles,
esperando un proceso que nunca llegará.
Un divorcio con Satanás, tan amarrado,
que a nadie le interesa disipar.
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Nada como un buen viaje para despertar y quitarse las cadenas