México hoy se encuentra frente a la oportunidad histórica de construir una democracia auténtica, con igualdad y justicia social. Los procesos políticos actuales permiten a las mexicanas y mexicanos vislumbrar una democracia que recupere su papel emancipador, una democracia que aumente la intervención de la población en la toma de decisiones y que atienda la enorme desigualdad social acumulada por décadas.
Sin embargo, para lograr esta meta es fundamental la participación de ciudadanxs conscientes de su papel de agentes activos, ya que la democracia no sólo es condición “para”, sino resultado “de” la acción ciudadana. La historia de los pueblos nos enseña que la democracia va más allá de las normas e instituciones; la democracia es la lucha organizada a favor de las demandas sociales, las cuales se conquistan y se construyen con el esfuerzo y la praxis crítica de todos y todas.
No es suficiente solamente votar en las elecciones de 2021. También hay que hacer presente nuestras propuestas, nuestras denuncias y nuestras soluciones. Este momento histórico de renovación de la Cámara de Diputados, de 15 gubernaturas y de más de 3 mil cargos a lo largo y ancho del país abre una gran ventana para que se escuchen las voces y las exigencias ciudadanas.