A partir del encuentro inesperado con un grupo de mujeres que busca habitar sin miedo las calles de la ciudad, Patricia inicia un viaje íntimo y colectivo para entender las violencias que ha vivido. En el resurgimiento del movimiento feminista, ella recorre su propia historia, la de las mujeres que la acompañan y la de su madre, para descubrir que en un mundo violento, construir autodefensa y preservar la alegría es revolucionario. Con información de filmaffinity

Julia es una madre, o mejor dicho, una de las muchas madres, hermanas, hijas, colegas, que han visto sus vidas destrozadas por la violencia generalizada en un país que libra una guerra contra sus mujeres. Julia busca a Ger, su hija. Y en su búsqueda, irá tejiendo las historias y luchas de las diferentes mujeres que conocerá.

“El Botón de Nácar” además de tratar las violaciones a los DDHH, ofrece un arco narrativo con los pueblos originarios. Una relación valiosa para el Chile contemporáneo. El director ofrece un relato reflexivo en el cual nuestra historia, nuestro territorio y sus traumas, nos permiten mirar críticamente nuestro presente. La genialidad de este documental radica en una integración consistente de las distintas aristas (territorio, pueblos indígenas, dictadura). Una articulación en perspectiva que nos permite sentir distintos crímenes de nuestra historia.

Mediante varias entrevistas, este documental lanza una mirada crítica a la desigualdad de género de España, mientras el movimiento feminista procura cambiar la realidad.

Documental que evidencia el golpe de Estado en Bolivia el año 2019, el rol de la diplomacia mexicana en su defensa del asilo y la existencia de delitos a la humanidad por el gobierno de facto de Añez. Fue Golpe la resistencia del pueblo boliviano en su lucha por el retorno de la democracia.

Un documental que nos cuenta la vida de las iniciadoras del feminismo en Madrid durante el franquismo: la cantante Julia León y la profesora Luisa Postigo. Este documental abarca los primeros temas de conversación en sus reuniones, que les hizo tomar conciencia de que había una lucha de la mujer. La búsqueda de sí mismas, el rechazo de someterse al hombre, la prioridad de una independencia económica, el cuestionarse el matrimonio, la sexualidad, las dificultades en el mundo laboral y su integración en la política y en los partidos, así como otros condicionamientos del sistema, que aún perviven. La cantante Julia León y la profesora Luisa Postigo, de familias de Falange y del Opus Dei, fueron pioneras del feminismo en Madrid con Franco aún en el poder. Formaron parte del Partido Comunista en la clandestinidad y rompieron con los códigos familiares y sociales del momento. Las dos protagonistas de este proyecto nos explican, a través de sus vivencias personales, la situación sociocultural de la mujer en Madrid, desde los años 50 hasta la actualidad. Es un recorrido -no exento de humor – desde su infancia, en el seno de familias conservadoras, religiosas y de derechas, pasando por el tipo de educación represiva y retrógrada de la Sección Femenina, dirigida a la sumisión de la mujer, y las dificultades para salir de esos entornos.

Resume cientos de horas de entrevistas entre la directora y artistas, historiadoras o críticas que dieron forma a las creencias y valores del Movimiento de Arte Feminista de Estados Unidos. Detalla los principales desarrollos en el arte de las mujeres de la década de los 70, incluidos los primeros programas de educación artística feminista, organizaciones y protestas políticas, espacios de arte alternativo como A.I.R. Gallery y Franklin Furnace en Nueva York y el Edificio de Mujeres de Los Ángeles y exposiciones, actuaciones e instalaciones históricas de arte público que cambiaron por completo la dirección del arte. Con el tiempo, la tenacidad y el coraje de estas mujeres artistas pioneras dieron como resultado lo que muchos historiado

“En el nombre del Litio” es un documental sobre la lucha de las comunidades originarias del norte argentino para evitar que sus salinas, donde se encuentran una de las mayores reservas de litio del mundo, se transformen en una “zona de sacrificio” para reducir el calentamiento global. Dos cosmovisiones se enfrentan en el norte argentino. Por un lado, la de las comunidades originarias de las salinas en su lucha por defender sus tradiciones y el ecosistema. Y, por otro, la del mundo contemporáneo en su desesperada necesidad por encontrar en el litio una alternativa al petróleo, y poder almacenar energías renovables sin cuestionar su sistema de producción y consumo. El panorama para las comunidades es desfavorable: no son tenidas en cuenta en la toma de decisiones, ni en las ganancias de la explotación. Y los intereses político-económicos, nacionales e internacionales, son cada vez más feroces. La colonización total de sus salinas parece inevitable, y sus tradiciones parecen estar condenadas a sacrificarse en pos de “salvar” al mundo.