ISSN : 2992-7099

LA ENCRUCIJADA: LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN ARGENTINA

Rosario Galo Moya (Coquena)

Rosario Galo Moya (Coquena)

De origen argentino es investigador por fuera de la academia en temas de masculinidad y disidencias sexuales desde la órbita de la Historia de las Ideas, Integra colectivos políticos de argentinos en México. Tiene diversos artíclos publicados en revistas especializadas y los libros Políticas del Sujeto en Nuestra América (UACM) y Siete Pintores de una Generación sin Nombre (UACM), ambos en coautoría con Francesca Gargallo Celentani.

13 noviembre, 2023

Argentina se encuentra en estos momentos en un punto álgido debido a las próximas elecciones presidenciales. El sistema electoral del país del sur contempla una elección primera, conocida como PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), en las cuales se decide el candidato definitivo de cada partido político o coalición política. En las PASO recientes, el candidato de la ultraderecha, Javier Milei, obtuvo el primer lugar por encima del candidato ganador por el oficialismo Sergio Massa y dejando en un tercer lugar a la candidata ganadora por la coalición de la derecha “moderada”, Patricia Bullrich.

Los candidatos de los partidos políticos y coaliciones van a una elección en primera vuelta, donde gana quien tenga el 50% de los votos o el 40% si la diferencia con el segundo lugar supera el 10%. Los resultados de esta primera vuelta dieron el 37% para Sergio Massa, seguido por Javier Milei con el 30%, quedando ambos candidatos en condiciones de competir en la segunda vuelta, cuyo resultado es por mayoría de votos emitidos.

Ahora bien, a esta descripción del método electoral y sus candidatos se debe agregar dónde está ubicado cada uno en el amplio espectro político argentino. Haremos una breve semblanza de cada uno de los candidatos.

Javier Milei o el viejo conservadurismo despeinado

En primer lugar, Javier Milei. Autodefinido como anarco capitalista, este “libertario” viene de una historia ligada a ciertos personajes de la última dictadura militar; en este caso trabajó para el general genocida Antonio Bussi en la provincia de Tucumán. Luego de graduarse de economista da clases en algunas universidades, siempre en la línea del ultraliberalismo antiestado. Después comienza su periplo por las televisoras que lo invitan a sus programas, debido a su peculiar manera de expresarse. Todos los comentarios que hace se reducen a gritos e insultos destinados a quienes considera comunistas, socialistas o populistas y en donde va poco a poco delineando su “plataforma” política que lo llevará la formación de un partido con el nombre de La Libertad Avanza (LLA). El eje de su discurso es la destrucción de la “casta” política, la cual está incrustada en el estado y en el gobierno.

Esta línea discursiva, aunada a su extravagante presencia, fue el motivo por el cual sectores importantes de la población se  sumaron a su campaña. Sobre todo son jóvenes cansados de esta situación, en una Argentina en crisis desde el gobierno de Mauricio Macri, con una  inflación que supera el 100% anual, en  donde se recalca continuamente, mediante los medios hegemónicos que la continuidad del gobierno actual lleva a una quiebra definitiva del país.

Las  soluciones que propone Javier Milei, es decir, su programa de gobierno, son un salto hacia atrás en la historia. Su exaltación por el mercado libre lo lleva a proponer, más allá de la privatización del sistema de salud y de la educación pública, tanto la compraventa libre de órganos para trasplantes, como la venta que los padres de familia pueden hacer con sus hijos. También no deja de lado la privatización de los servicios públicos, del petróleo, gas y electricidad, llegando al extremo de ¡privatizar las calles! Otros planes son la eliminación de las conquistas de los trabajadores como paritarias salariales, vacaciones y jubilaciones. “Viejos meados” les dice cariñosamente el candidato libertario. O lo que es lo mismo, la derogación del artículo 14 Bis de la Constitución Nacional. No debemos olvidar la negación de los hechos de tortura, muerte y desapariciones de la dictadura militar y prácticamente un reconocimiento a su actuación.

Sergio Massa, la continuidad histórica

Sergio Massa es el candidato de Unión por la Patria, coalición formada por sectores del justicialismo, el llamado kirchnerismo, algunos grupos ligados al viejo partido Radical y sectores de izquierda, social y partidaria. Actual ministro (secretario) de Economía del gobierno de Alberto Fernández, ejerce a la vez las funciones que le competen por su cargo, por ejemplo, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y la estabilización del desarrollo económico y la campaña electoral.

Massa, como político moderado que es, promueve en sus intervenciones un gobierno de unidad nacional, destinado a fortalecer el estado y beneficiar a los trabajadores. Es heredero de ese movimiento de masas surgido en 1945, el peronismo, que a lo largo de su historia, con altas y muchas bajas, sigue presente en el pueblo y, por lo tanto, en la política argentina. El peronismo retorna en este siglo con la elección de Néstor Kirchner como presidente y se continúa con las dos presidencias de Cristina Fernández de Kirchner. Durante este periodo se reabren las causas contra los genocidas autores de la dictadura cívico-militar, se condena a muchos (todavía faltan más) a pasar sus condenas en la cárcel. Y sobre todo, como buen gobierno peronista, la redistribución del ingreso para los trabajadores por encima de la inflación.

El interregno de Mauricio Macri, por el contrario, significó un gran retroceso en la economía del país y el cierre de pequeñas y medianas empresas con la concurrente desocupación. Un país prácticamente desendeudado (el FMI fue expulsado del país mediante el pago total de la deuda en el gobierno de Néstor Kirchner) en cuatro años termina con una deuda de 100 mmd, incluidos los 45 mmd que el FMI le otorga a Macri para que pudiera continuar con un periodo de gobierno más, por lo menos).

Lo que se juega el 19 de noviembre

Dos visiones, dos concepciones completamente contrapuestas son las que se enfrentarán el próximo 19. Por un lado, por LLA, el retroceso de todas las conquistas logradas hasta ahora y no solamente en lo laboral, sino también a lo referente a las disidencias sexuales, a las mujeres,  personas con capacidades diferentes y personas ancianas. Por el lado de Unión por la Patria, el fortalecimiento del Estado, la redistribución paulatina del ingreso, la gratuidad de la salud pública y la creación de nuevas escuelas y universidades públicas y gratuitas.

Visto desde lo racional, la opción es clara, pero Juntos por el Cambio (la coalición de Macri y Bullrich) ofreció la alianza con Milei. Y aquí viene el segundo pero, apenas dada a conocer la nueva alianza desde ambos sectores surgieron las oposiciones.

Ahora a esperar los resultados del domingo 19 de noviembre.

Una respuesta

  1. La política argentina se encuentra en una encrucijada crucial. Con Massa, el retroceso amenaza conquistas sociales, mientras que Milei representa la continuidad progresista. La elección del 19 de noviembre definirá el rumbo, y el país espera con ansias los resultados para su futuro.

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