ISSN : 2992-7099

El valor legitimador de las encuestas

Ivonne Acuña Murillo

Ivonne Acuña Murillo

Académica de la Universidad Iberoamericana. Realizó estudios de Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública (UNAM); Especialidad en Estudios de la Mujer (Colmex); Maestría en Sociología Política (Instituto Mora); Doctorado en Sociología (Colmex). Es experta en sistema político mexicano y género, y analista política. Participa en múltiples medios escritos, radiofónicos y televisivos, tanto nacionales como internacionales. Ha publicado más de 400 artículos periodísticos y 26 académicos. Actualmente escribe para el Sitio del periodista Julio Astillero y la Revista Zócalo.

5 agosto, 2024

Como suele ocurrir al final de cada proceso electoral, se hace una revisión de los resultados de las principales encuestas que ofrecieron a la opinión pública las tendencias de voto. A partir de allí se estiman los ganadores y perdedores. En México, para llegar a las elecciones de 2024 “se fue abriendo el sistema político mexicano, y la democracia electoral fue ganando terreno a la hegemonía del PRI, las encuestas se convirtieron en uno de los actores relevantes de este proceso” (Mercado, 2020), por esa razón, desde 1994, las encuestas se convirtieron en parte importante de estos procesos, al punto de considerarse un referente relevante para la legitimación de los resultados y el triunfo de uno(a) u otro(a) candidato(a).

De manera relevante, el impacto de las encuestas ha sido estudiado desde la psicología, la sociología y, por supuesto, la ciencia política, centrándose especialmente en la relación con las y los votantes al momento de decidirse por un partido o aspirante a un cargo de elección popular. Tampoco es casualidad que días antes de una elección se declare “la veda electoral”, prohibiendo a casas encuestadoras y medios de comunicación publicar sus estadísticas. El presupuesto que subyace a esta medida es la hipótesis de acuerdo con la cual un número importante de votantes indecisos tomaría información de las encuestas para decidir el sentido de su voto. Esta hipótesis se basa en la convicción de que “a nadie le gusta perder” o, en palabras de Elisabeth Noelle-Neumann (2010): hay una “propensión de la gente a colocarse del lado de los ganadores” y cambiar de opinión.

Se podría inferir que, guiados por cierto tipo de suposiciones como las descritas aquí, en las pasadas elecciones algunas de las principales casas encuestadoras decidieron publicar resultados alejados de la intención de voto registrada, con el objetivo de hacer creer a la gente que algúna candidata o candidato había alcanzado, incluso rebasado, a quien por meses se mantuvo a la cabeza de los sondeos. Ese es el caso de Massive Caller, que en mayo publicó los siguientes resultados buscando generar un efecto propagandístico: Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), 42.5%; Xóchitl Gálvez Ruiz (XGR), 44.6% y Jorge Álvarez Máynez (JAM), 12.9%. Estos datos contrastan con los obtenidos por otras casas de encuestas, los cuales se muestran a continuación. Arias Consultores: CSP, 60.4%; XGR, 32.5 y JAM, 6.8%; Consulta Mitofsky/El Economista: CSP, 56.9%; XGR, 31.2% y JAM, 11.9%; Enkoll/El País: CSP 56%; XGR, 33% y JAM, 11%; Reforma: CSP, 55%; XGR, 35% y JAM, 10% (Public Corporate Solutions Latam, 2024). 

Como se puede observar, en la mayoría de las encuestas se subvaloró el porcentaje total de votos que obtendría CSP y se sobreestimó lo que obtendría XGR. Más aún, hubo casas encuestadoras cuyos resultados hicieron pensar que la distancia entre CSP y XGR se iba acortando. Esto daría paso a hacer creíbles los resultados obtenidos por Massive Caller. Ese fue también el caso de México Elige, que reportó en el mismo mes de mayo que CSP tenía una intención de voto del 47% mientras que XGR de 42.8%, lo que colocaría a ambas candidatas prácticamente en un empate técnico, teniendo en cuenta un margen de error del 5%. Lo anterior permitiría inclinar a millones de “indecisos”, primovotantes y “ocultadores” a favor de la candidata de la oposición. Pero, no fue así.

Una vez más, los datos que no alcanzaron a medir las encuestas de opinión mostraron lo complejo del objeto de estudio, dando como resultado “vuelcos de último minuto” -diría Noelle-Neumann- para inclinar la balanza hacia el lado contrario. En la elección del 2 de junio, el llamado “voto oculto” se inclinó hacia Claudia Sheinbaum y no hacia Xóchitl Gálvez, como se pensó que pasaría, de manera que su triunfo superó las expectativas de la mayoría de encuestadores, a excepción de Arias Consultores, al obtener el 59.76% de los votos, dejando a Xóchitl Gálvez en un lejano segundo lugar con el 27.44%.

Si bien, el abrumador triunfo de Sheinbaum Pardo sorprendió a la opinión pública, también permitió confirmar la tendencia que la gran mayoría de las encuestas mostraron durante meses, colocándola como puntera con una cantidad considerable de votos. La comparación entre los resultados electorales y las encuestas a partir de la tendencia marcada, ayudó a legitimar el triunfo de quien será la próxima presidenta de México y sostener que las encuestas, utilizadas como propaganda, no necesariamente impactan en la decisión de la ciudadanía al momento de votar.

  Este y otros temas son parte del análisis que realiza el Panel Ciudadano de Seguimiento al Proceso Electoral, una iniciativa del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia Justicia y Sociedad PUEDJS UNAM. Para más información, se puede consultar:  https://puedjs.unam.mx/panel-ciudadano-de-seguimiento-al-proceso-electoral-2024/

 

Referencias

Mercado, L. (2020). Evaluación de la precisión de las encuestas electorales. Desafíos y retos metodológicos.TEPJF.

Noelle-Neumann, E. (2010) La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós.

PublicCorporate Solutions Latam. (2024). “Resultados Electorales 7 de junio de 2024”. https://pcsolutions.lat/publicaciones/2024/06/07/resultados-electorales-2024/  

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

19 − 18 =