ISSN : 2992-7099

El poscovid-19: las nuevas relaciones de intercambio simbólico y material del encierro durante la pandemia en México

Rafael Pérez-Taylor

Rafael Pérez-Taylor

Es doctor en Geografía e Historia -con especialidad en Antropología Cultural- por la Universidad de Barcelona, España; maestro en Lingüística y licenciado en Antropología Social por la ENAH. Asimismo, es investigador titular C de tiempo completo y definitivo del IIA (en el área Etnología/Antropología Social); cuenta con categoría D en el PRIDE y es miembro del SNI nivel III.

3 febrero, 2022

Introducción 

La pandemia en México del COVID-19 ha causado en nuestro país y en el mundo un estado de incertidumbre debido a los estragos que ha causado en la vida humana del planeta; en esta modernidad que se ha basado en el progreso de los bienes de consumo, occidente se ha acostumbrado a vivir en la explotación de los recursos naturales del otro, como el mecanismo de extracción que posibilita que la riqueza se encuentra en muy pocas manos. Bajo esta perspectiva, su modelo vende un supuesto beneficio económico que se viene desarrollando para imponer bajo su perspectiva una de las mayores desigualdades entre las diferentes economías del mundo, como la nueva posibilidad de acrecentar su poder e imponer la hegemonía neoliberal (1)

Su estabilidad estructural se lleva a cabo a través de la privatización de los sistemas de salud, las farmacéuticas, la industrialización alimentaria y los tratados de libre comercio, que únicamente favorecen al hemisferio occidental en detrimento de un sur enarbolado por la impunidad (2), la corrupción y la pobreza de las grandes mayorías y, que sin embargo, ha enriquecido desmedidamente a los políticos de los gobiernos conservadores que venden en su ideología un porvenir maravilloso, que queda en manos de unos cuantos comerciantes y políticos sin escrúpulos apoyados por los sistemas de información privados. 

Bajo este desmantelamiento de las obligaciones sustanciales de estos gobiernos neoliberales, emerge “el primero de  diciembre de 2019” posiblemente a través del deterioro ambiental y ecológico “una nueva enfermedad que se desenvuelve en la mutación del patógeno SARS-CoV-2, que causa la enfermedad del COVID-19 en la República Popular de China en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, tras el reporte de una neumonía desconocida, la Organización Mundial de la salud (OMS) para el 11 de marzo de 2020 la declaró como una pandemia global” (3).    

“Considerar la pandemia como proceso global adquiere una connotación con alcances que salen de las expectativas de cualquier gobierno…”

Considerar la pandemia como proceso global adquiere una connotación con alcances que salen de las expectativas de cualquier gobierno, sobre todo cuando el desmantelamiento de la salud pública en la mayoría de los países afectó a toda la población en el planeta. Un primer problema al que se enfrentan es que no se tenía contemplado que en nuestro tiempo pudiera suceder algo así. En este caso, se hace presente que el desarrollo de la ciencia y la tecnología al servicio de las enfermedades a través de la medicina y las farmacéuticas deberían tener controlado desde la salud privada cualquier brote contagioso que pudiera existir, sobre todo si consideramos que este pensamiento político neoliberal se hace presente en los países del norte de Europa, los Estados Unidos y Canadá principalmente. Mientras, que se podía considerar que en los países menos afortunados, pobres y dependientes de los países desarrollados, estos creían que les brindarían apoyos para paliar esta situación en caso que llegará a suceder. De esta forma, las pandemias estaban destinadas a suceder en otros lugares como es el caso, de países en  pobreza extrema en el continente africano (4) (el ébola, por ejemplo), pero en el mundo civilizado imposible como lo he señalado renglones arriba, a pesar de que algunos científicos lo habían ya enunciado en varios momentos; en fin, gubernamentalmente en el neoliberalismo no era posible y en este lineamiento, las memorias del pasado, como recuerdos de lo sucedido en otros tiempos, pero que en nuestro presente su única evidencia se encontraba en los anales de la historia de la medicina y ya, sin sobrevivientes que pudieran atestiguar el dolor y el horror que vivieron en su momento aquellas personas, su evidencia se convirtió en parte de cierta historicidad de las pandemias que sucedieron en otros tiempos, sobre todo hay que recordar, una de las últimas que tuvieron lugar en la primera mitad del siglo XX, me refiero a la gran epidemia de la gripe española de 1918 que  apenas nos quedaba algún registro, en la medida en que no existen mayores evidencias de aquel acontecimiento, puesto que la memoria colectiva de estos tiempos se ha fue desvinculando paulatinamente, en función del corto plazo y de la imperiosa necesidad del consumo desmedido en las sociedades de nuestro presente vivido.

La inmediatez social se ha convertido en olvido y ausencia, muchos eventos del pasado pasan por una reescritura de ese pasado en favor del mundo del capital, véase en buena medida la nueva visión anglosajona de quien ganó la Segunda Guerra Mundial. Es decir, algunos intelectuales al servicio de los intereses de trastocar los hechos reales por unos ficticios que se basan en problemáticas hegemónicas del llamado mundo occidental, se han dado a la tarea de construir nuevas versiones del pasado que les acomode a sus intereses neoliberales e imperiales; bajo esta perspectiva, un pasado disonante no tiene propiamente dicho un lugar en las historias del presente salvo pocas resonancias de resistencia como son los libros de John M. Barry, “The great influenza: the story of the deadliest Pandemic in History” de 2005 (5). Desde la perspectiva histórica de la epidemia da cuenta del brote, la propagación de la misma desde los Estados Unidos al resto del mundo y las medidas sanitarias para intentar contrarrestar, su duración y la mortandad, da cuenta de cómo el sistema de salud norteamericano intenta dar paliativos para resguardar la salud, con las medidas de protección individuales y colectivas de los servicios de seguridad en los hospitales y en las fuerzas del orden, ve como la mortandad se convierte en la catástrofe más fuerte de principios del siglo XX, al tiempo de implementar y desarrollar las primeras investigaciones sobre las epidemias para poder fortalecer sus laboratorios. Otro libro importante es el de Laura Spinney, “El Jinete pálido. La historia de la epidemia de gripe que transformó el mundo” editado en español en 2018 (6); donde se recupera la historia de la epidemia y la mortandad que causó en el mundo, con una variabilidad entre 50 y 100 millones de muertos y que evidentemente ha sido la mayor epidemia que ha golpeado a la humanidad desde la peste negra.

Por otra parte, en el momento que nos ha tocado vivir con el covid-19, el mundo se ha visto en su inicio incapaz de tener una política sanitaria de salud pública para controlarlo y, algunos antropólogos han publicado un par de libros sobre el inicio de la pandemia y las primeras consecuencias que han sufrido diferentes sociedades en el mundo; sin entrar en mayor detalle del origen del covid, a mi parecer han quedado bien registrados en el libro colectivo de María Jesús Buxo Rey & José Antonio González Alcantud (coords.), Pandemia y confinamiento. Aportes antropológicos sobre el malestar en la cultura global; Editorial Universidad de Granada; Granada; 2020 (7) . En este libro se narran los primeros meses de cómo se desenvolvió la pandemia en varios lugares del mundo de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos; en su momento, no se vislumbraba una salida clara a las políticas públicas que seguiría cada país, desde un estado de sitio, el cierre de fronteras, el dejar que la pandemia siguiera su curso sin el apoyo de las razones de estado, hasta llegar a políticas de salud pública que educará a los ciudadanos a vivir en este campo minado por el covid. Por otro lado, en tiempos más cercanos ha sido publicado un nuevo libro colectivo de: Pilar Máynez y Felipe Canuto Castillo (editores); Tiempo de la pandemia: resiliencia individual y resistencia colectiva; Editorial Grupo Destiempos; México; 2021 (8). Este libro hace un recuento de la historia de las epidemias en México desde el siglo XVI a nuestros días, un eje importante de este trabajo es que intenta construir una continuidad de las enfermedades en diferentes escalas de tiempo, toma en cuenta el mundo espiritual y la necesidad de encomendarse a una divinidad, también se incluyen los lenguajes del cuerpo hasta llegar a la pandemia actual y la casuística cotidiana de la misma; considero que los dos libros enunciados dan cuenta de la problemática a la que se enfrenta las diferentes sociedades ante esta crisis de salud pública, en la medida en que los gobiernos y los ciudadanos buscan en sus propias  posibilidades la mejor forma de salvar esta situación, a pesar que en algunos círculos sociales no aceptan la existencia de dicha enfermedad y las políticas de estado para intentar controlarla.

En este contexto, acaba de aparecer un nuevo libro colectivo que se da a la tarea de explicar el proceso actual en el que vivimos, bajo una perspectiva interdisciplinar aborda como será la posible salida de la pandemia y bajo qué régimen político se podrá realizar, me refiero al libro colectivo de los coordinadores John M. Ackerman, René Ramírez Gallegos, Miguel Ángel Ramírez Zaragoza, titulado Pos-Covid/Pos-Neoliberalismo. Propuestas y Alternativas para la transformación social en tiempos de crisis (9). Este libro, da pauta a que varios académicos de alto nivel de diferentes países analicen el problema de Covid-19 y su estrecha relación con el modelo neoliberal imperante en diferentes contextos, para establecer lo que ha sucedido en México, los vínculos estrechos de la crisis van acompañados de la desaparición de las obligaciones sustanciales del Estado y con ello, el cambio y transformación de los regímenes políticos hacia democracias participativas, que trabajen para salir del modelo neoliberal, para que puedan establecer las pautas de salud pública, universal, gratuita y con ello, vencer la pandemia. La estrategia principal del texto y de sus integrantes es la de llevar a cabo un análisis crítico, que permite tener claridad para que las políticas públicas puedan realizar su trabajo con efectividad. 

El mundo global

Diferentes países y sus laboratorios se dieron a la tarea de hacer una vacuna, sobre todo en su mayoría por laboratorios privados. En este punto, hay que tener muy en cuenta lo que hemos mencionado al principio de este texto, que la salud pública ha sido desmantelada por todos aquellos países que han seguido el modelo económico neoliberal y buscan sacar el mayor beneficio de este proceso epidémico a través de poder patentar las vacunas que produzca como un negocio redondo. Los pocos que no siguieron este modelo, también han intentado hacer su propia vacuna. Bajo este esquema se desarrolló una lucha entre varias vacunas sobre todo la inglesa y la norteamericana contra la rusa, la china y la cubana, el tiempo de pruebas ha sido seguramente insuficiente, pero la urgencia ha llevado a los gobiernos a apresurar la investigación, sin tener muy claro los posibles alcances y posibles consecuencias de la vacunación en diferentes plazos de tiempo en el futuro, por si pudieran aparecer síntomas colaterales u otro tipo de enfermedades producto de las vacunas; esto se sabrá en el futuro próximo. 

El problema reciente

Las políticas de Estado en México durante esta enfermedad han obligado durante este tiempo a llevar a cabo el cierre de la vida pública y privada de todo el país, la gran mayoría de la gente ha vivido en su casa. El encierro y el teletrabajo, la escuela en línea se ha convertido en una nueva forma de vida. El encierro ha traído nuevas formas de vivir/convivir para ir construyendo una problemática que desconocía una buena parte de la ciudadanía. 

Se crearon nuevas formas incipientes de organización, tanto al interior de las familias, como del trabajo, la adquisición de medicinas y alimentos, así como de los contagios; las fuentes de información oficial del estado mexicano, vierte lo que sucede en el campo de la salud pública y la privada, organizando hospitales covid en todo el país, y dando a conocer cada día la problemática de contagiados, hospitalizados, intubados y los decesos como van ocurriendo. Además de generar la información necesaria para intentar controlar los contagios, la principal forma de aislamiento producida es la sana distancia, el uso del cubrebocas, la limpieza permanente de las manos y el cambio de ropa conforme se da la necesidad de salir a la vía pública.

La principal preocupación del Estado es la situación de cómo recibió del gobierno anterior (PRI-Enrique Peña Nieto, 2012-2018) la salud pública, hospitales inaugurados que no estaban terminados (10), el control de los medicamentos por farmacéuticas privadas en manos de políticos conservadores (PRI-PAN-PRD), que acaparan e imponen sus propios los precios  para revertir las políticas del mercado de medicamento en favor de ellos, además de todo el proceso de impunidad y corrupción que ha existido en el país durante el periodo neoliberal que se inició a finales de la década de los ochentas del siglo pasado ( PRI-Carlos Salinas de Gortari 1988-1994), para seguir durante todos estos años, hasta llegar a los tiempos de la pandemia a pesar de las políticas del gobierno actual (11). Por otra parte, hay que tener en cuenta todo el despliegue de información a través de los medios masivos de comunicación privados con sus noticias falsas, han querido imponer una versión de la realidad bastante lejana de la misma, sin ninguna consecuencia legal hasta el momento, contra estas empresas y sus promotores del fake news (12) por el embuste de la información que han vertido cada día en sus medios informativos del país y del extranjero.

Se debe considerar que en nuestro país existe una población vulnerable con enfermedades crónicas, producto de la mala alimentación que se ha basado durante un lapso de tiempo ya largo de alimentos chatarra y el veneno embotellado, que permitió que ciertas empresas obtuvieran ganancias extraordinarias a costa de la salud de muchos de los ciudadanos, sobre todo de una población vulnerable por sus escasos recursos económicos  que ha formado parte de la mano de obra barata de este país; bajo este esquema los gobiernos conservadores bajo el esquema neoliberal (PRI-PAN-PRD) nunca llevaron a cabo una política de salud en beneficio de una alimentación saludable, no lo hicieron porque iba en contra de sus propósitos empresariales para incrementar sus ganancias y en buena medida, tampoco pagaban estas empresas los impuestos correspondientes cada año, el negocio era completo conforme la distribución de la riqueza en pocas manos y el envenenamiento de la clase trabajadora. 

Otro acercamiento

Cuando comencé a escribir este trabajo, en el título puse “el post-covid”, sin embargo en este momento aún no llegamos a este nivel de salud pública en ninguna parte del mundo, pero resulta importante enunciarlo porque al parecer la totalidad del país estaría vacunada para marzo-abril del 2022 y tal vez, en ese momento empecemos a saber si tendremos alguna contraindicación por los primeros vacunados. 

Bajo este esquema hay que considerar que ya llevamos más de un año y medio de encierro, con pocas salidas fuera de la casa para algunos sectores de la población; en buena medida la mayoría de las formas en que se ha llevado a cabo la comunicación con el exterior es a través de la televisión, el teléfono fijo y el celular, desde las diferentes formas de contacto digital en nuestras computadoras, tabletas y teléfonos con imagen y sin ella. Las relaciones familiares las hemos desarrollado en buena medida con cierta paranoia de muchas de las personas con las que cohabitamos. 

En este sentido, pensemos en un condominio de clase media alta en la CDMX con 50 departamentos, donde cada uno de ellos viven entre 2 y 4 personas. En tal hábitat se llevan a cabo las actividades colectivas de la sana distancia que van desde multar con $500.00 a quienes no tengan puesto el cubrebocas en los espacios comunes; asimismo, no se admiten visitas del exterior y la llave para entrar en el condominio por la puerta principal es digital; sólo pueden entrar quienes tengan registrada su huella dactilar (esto incluye a cada persona que vive ahí). Se puede considerar estas prácticas como medidas de seguridad para salvaguardar la integridad de los miembros del condominio; lo que hay que considerar es que bajo este procedimiento de control social para resguardar la salud, va implícito cierto autoritarismo por parte de quienes administran el condominio, en la medida en que su autoridad les posibilita direccionar quien puede entrar y quien no al mismo, al tiempo de imponer multas al posible descuido de no traer puesto el cubrebocas en un área común: lo que se va deslizando en esta hábitat es una relación de control-poder que va impedir el libre tránsito de personas, pues se asegura bajo el control un sentido de salud al interior, pero en realidad se esta convirtiendo en un espacio totalitario, donde la discriminación se hace participe en buena medida del cotidiano en el interior del inmueble, lo que demuestra la facilidad con que pueden ser manipulados y contraladas las familias ante el temor del contagio. Es decir, se cumple con el aislamiento a través del castigo, entonces podríamos preguntarnos, en el futuro próximo cuando el semáforo sea verde, ¿qué va suceder con ese control que da poder a unos cuantos?   

Otro caso, que acaba de suceder en Santa Barbara, California, un matrimonio con un hijo de 9 meses que va a la guardería, porque sus papás trabajan y lo hacen en la oficina. El niño es contagiado por una de las niñeras, que a su vez contagia al papá, la guardería no se hace responsable y tanto el bebe como del papá tienen que iniciar los protocolos de cuidado en casa; ellos ahora al parecer están fuera de peligro, pero, ¿qué futuro les espera en cuanto a las relaciones laborales de ambos y la guardería?.

Estos dos casos nos sirven para intentar ver con mayor claridad la sana distancia, lo que no se puede hacer en este momento. Es decir, todo lo que enunciamos aquí tiene el filo de la distancia, nada es de forma directa en la construcción de una etnografía.

“…la memoria colectiva y la individual, deben hacer un recorrido por los recuerdos para intentar construir una respuesta al encierro”

De cualquier forma, las descripciones ahora indirectas de acuerdo con lo que nos cuentan en los diferentes momentos de esta distancia, conlleva a pensar en una posible nueva conformación de la organización a partir del encierro para intentar dilucidar nuevas problematizaciones de esta organización, qué papel juega en el entramado de vivencia, tanto en el condominio, como de la familia que se contagió. En sendos casos, la memoria colectiva y la individual (13), deben hacer un recorrido por los recuerdos para intentar construir una respuesta al encierro, como la posible creación de un gulag en un condominio en el que los administradores asumen el papel de sensores, cuya autoridad va tender a asumir el control de las vidas al interior de la vida social y tal vez íntima del hábitat.

Por otra parte, he estado conversando con algunos profesores que imparten clase en línea a estudiantes de preparatoria en escuelas de la clase media de la Ciudad de México. Me han dicho que ellos han preguntado acerca del encierro y en buena medida, algunas de las respuestas parecen tener en cierta manera el cobijo de estar en casa, de cubrir un horario de clase en línea de casi toda la mañana y por la tarde hacer la tarea, sin mayor preocupación y al sentirse seguros por el resguardo de la casa y quienes salen afuera son los padres, convertidos en proveedores del bienestar en el interior. 

El joven estudiante no tiene ninguna preocupación por el contacto físico con sus amistades, dado que es en línea y ante ello se desvanece el miedo y de esta forma se sienten seguros. Resulta inverosímil el sentirse cómodos en el seno de la familia e intentando no entrar en conflicto con el resto de la familia. Esto sucede ya que el padre se encuentra en otra computadora todo el día trabajando, sólo lo ven por la noche; podría decirse que este proceso no cambió nada, porque antes de la pandemia sólo se veían en la noche o muy temprano, mientras que con la madre el acercamiento siempre fue cercano y en casa, de esta manera la condición de vida (del joven) no cambió demasiado en cuanto a estar en este confinamiento: cuando llega a salir es con su madre al supermercado y la farmacia, cuidándose todas las medidas de saneamiento; el contacto con el mundo externo se realiza desde sus audífonos, oye su música, conversa y nadie lo oye; sus amistades se convierten en una entidad digital sin mayor compromiso y bajo esta perspectiva, su soledad es saciada a través de nuevas formas de consumo, quizás compra música en Amazon para su teléfono o su Mac.

Este entramado de procesos, pueden indicar en el interior de una clase social que aparentemente no hay conflicto, pero en realidad es que la falta de contacto que se tenía antes de la pandemia en casa, ahora es semejante, solo que cada miembro de la familia está aislado en su propia lógica cognitiva. Es decir, conectado con su mundo interno (el audífono, por ejemplo) y compartiendo desde la distancia del internet amistades para asegurar su propia salud. Los bienes de consumo son abastecidos de la misma forma y el acercamiento entre unos y otros en familia resulta cómodo, porque ahora el consumo de alimentos se convierte en el punto de reunión y poco se habla de sus desacuerdos, conviven sin diálogo.

Bajo esta perspectiva, la memoria familiar (14) produce en el corto plazo una ruptura de la que se tenía antes del contagio, lo que nos recuerda que ante momentos de crisis, el sujeto intenta salvar la situación a cualquier costo; entonces el silencio se convierte en la forma de asegurar cierta certidumbre, pero al mismo tiempo, esto incluye la necesidad de demostrar cierta tranquilidad que se requiere para seguir en la casa, escuela o el tele-trabajo, espacios que se convierten en la resonancia de una problemática profunda de interconexión con la necesidad de la ausencia. Es decir, para vivir en esta situación hay que subsumir que nuestro rededor es el lugar de resguardo y para asegurar esta permanencia se requiere de una paz emocional, que queda atrapada en el pensamiento y en la conciencia para ir acumulando cuestiones que no se pueden resolver de momento y que a su vez construyen una caja de pandora, puesto que los recuerdos del aislamiento tienen que salir en algún momento de una forma intempestiva para producir momentos caóticos e inciertos en la relación familiar.

Hay que tomar en cuenta que antes de la pandemia muchos trabajadores de cuello blanco pensaban que lo mejor que nos podía pasar era el trabajo en casa, sin tener que salir y que cada quien se pusiera su propio horario; no pensaban que este sueño se convertiría en realidad y con ello, en una nueva forma de explotación del trabajo, puesto que el tiempo se ha resguardado al interior de la casa y los insumos necesarios se piden por vía online, en la memoria se construye una nueva distancia entre el hacer y el tiempo invertido para mayor productividad, el valor de cambio se desborda cual mercancía inflacionaria, en la medida en que esa distancia hace perder la noción de tiempo-trabajo, de esta forma se instaura una explotación despiadada sin tener que salir de casa.

La memoria del estudiante se mueve a un nuevo parámetro, puesto que tiene toda la información de cada curso en su computadora, puede imprimir lo que desee y de esta manera, el profesor tiene que atender individualmente a su alumnos en su totalidad. El tiempo borra los horarios y las distancias de distribución del descanso y paralelamente el alumno queda saturado de información que vendrá en el próximo examen y no necesariamente lo que estará en la prueba fue tratado en clase; las diferentes memorias se trastocan en el ejercicio del cumplimiento escolar, pero cabría la pregunta si el estudiante realmente ha aprendido todo o si bien esto desaparece al convertirse en su efímero pasado: el juego de la memoria a corto plazo ante la inclemencia del tiempo y la creación de una nueva conciencia del querer vivir.

Memorias a contra viento

La vida humana está ligada a la condición de que los individuos, cada uno en sí mismo y en su relación con los demás, muestren un mínimo de constancia y continuidad temporal del yo humano es, antes que nada, un sencillo hecho natural: la existencia del propio cuerpo entre el nacimiento y la muerte. Pero esta permanencia física por sí sola no es suficiente, sino que tiene que estar elevada por una permanencia cultural y ser “humanizada”. La mismidad en cuestión es fruto de unas operaciones mentales, de una autorreferencia continua, de un trato emocional e intelectual con uno mismo (15).

De cualquier forma, el resguardo y la sana distancia establecen nueva pautas de comportamiento social, y como en toda pandemia –recordando la de 1918–, Laura Spinney nos dice: “Cualesquiera que sean los aciertos y los errores de estás tácticas de choque, no cabe duda de que los medios tendrán un papel crucial que desempeñar en cualquier futura pandemia y también esto en 1918 nos enseña una valiosa lección: censurar y minimizar el peligro no funciona; difundir información veraz de manera objetiva y en momento adecuado, sí. Sin embargo, la información y el compromiso no son lo mismo” (16). 

La memoria en una clase social bien acomodada en su economía, la pandemia, si no tuvo contagios en la familia se convertirá en uno de esos eventos que les mantuvieron encerrados y los recuerdos se irán borrando con el tiempo. Si por el contrario, tuvieron algún deceso el dolor de no tener un duelo tras la muerte, les puede perturbar en cierto sentido sobre todo si no hubo una despedida. Así ocurrió en cientos de familias de todas las clases sociales y muchas lo están viviendo todavía; hay que tener en cuenta todo el proceso de contagio, diagnóstico, traslado al hospital, entubamiento y después de 22 días, en el peor de los casos, ser desconectado para morir. Algunos mueren en el proceso, sobre todo aquellos que como ya mencionamos tuvieron alguna enfermedad crónica. Y muchos de los que llegan a sobrevivir quedan en muy malas condiciones, que deberán ser tratadas a largo plazo, además de sentir el daño colateral que se podría presentar en algún momento de su futuro.

Ante este escenario el papel de los medios masivos de comunicación es decisivo para la toma de decisiones de quienes deben programar la vacunación. Una mayoría considerable aceptó los programas de vacunación, pero otros, al oír la información de ciertos medios no lo hicieron o incluso negaron la existencia del covid. 

En fin, los sucesos acaecidos como en diferentes lugares del planeta afectan a la población vulnerable, que no goza del bienestar económico que he señalado renglones arriba y que cada día tuvo que salir a buscar el pan con su trabajo, tomando o no, las medidas de seguridad de la sana distancia: los trabajadores de la construcción, del mercado ambulante, los de cualquier labor que cada día deben llevar el alimento en casa a costillas de su propia salud y la de su familia. Ellos son la verdadero preocupación de una sociedad desigual, inmersa en el racismo, consumista y creída de un país donde “no pasa nada”; y que no obstante, niega sistemáticamente la corrupción, la impunidad y el vandalismo de los políticos sobre todo de los conservadores, aunque los otros tampoco se salen bien librados y creen que, si se apoyan en todo aquello que ha torcido este país, obtendrán algún beneficio en algún momento.

Bibliografía

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  1. “El neoliberalismo es una teoría de prácticas político-económicas que afirma que la mejor manera de promover el bienestar humano consiste en no restringir el libre desarrollo de las capacidades y las libertades empresariales del individuo y que esto debe hacerse en el marco de derechos de propiedad privada, de fuertes mercados y libertad de comercio”; Bárcena, Alicia; Hacia un cambio de modelo económico en América Latina. Cinco propuestas de la CEPAL; en; Ackerman, M. John, Ramírez Gallegos, René, Ramírez Zaragoza, Miguel Ángel Coordinadores; Pos-covid/pos-Neoliberalismo. Propuestas y alternativas para la transformación social en tiempos de crisis; PUEDJS-Coordinación de Humanidades UNAM, Siglo XXI editores, Secretaría de Cultura, INEHRM; México; 2021; p.87. 
  2. “La corrupción de la justicia y la complicidad de las fuerzas de seguridad con la delincuencia organizada (y el narcotráfico en particular) garantizan una impunidad casi total”, …”Un gobierno centralizado con autoridad soberana dio paso a un Ejecutivo con un poder limitado que debe tolerar las peores infamias locales y transgredir con Ejecutivos locales corruptos en nombre de la gobernabilidad”;  Rouquié, Alain; A la sombra de las dictaduras; Fondo de Cultura Económica; México; 2011; pp. 308 y 311.
  3. Pérez-Taylor, Rafael; La pandemia del COVID-19 en México: reflexividad y consenso social en el entramado de la ciencia y la política; Buxo Rey, María Jesús & González Alcantud, José Antonio (coords.); Pandemia y confinamiento. Aportes antropológicos sobre el malestar en la cultura global; Ediciones de la Universidad de Granada, España; 2020; p. 75.  
  4. “El patrón geográfico de los brotes de ébola entre los seres humanos, es como se ha mencionado materia de controversia “El patrón geográfico de los brotes del ébola entre los seres humanos es, como se ha mencionado, materia de controversia. Todo el mundo lo conoce, pero los expertos debaten sobre lo que significa. La disputa tiene que ver con el virus del Ébola en particular, ese que entre los cinco ebolavirus que existen ha surgido con más frecuencia en múltiples lugares de África y, por lo tanto, pide a gritos una explicación. Desde su primera aparición conocida en Yambuku (1976) hasta los episodios en Tandala (1977), el curso superior del río Ivindo, los campos mineros de oro (1994), Kikwit (1995), Mayibout 2 (1996), Booué (a finales de 1996), la frontera norte entre Gabón y la República del Congo (2001-2002), sus dos apariciones cerca del río Kasai en lo que ahora se conoce como República Democrática del Congo (2007-2009) y hasta su más reciente aparición en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria (2013-2014), el virus del Ébola, según parece, salta de un lugar a otro de manera irregular alrededor de África central y occidental”; Quammen, David; Contagio. La evolución de las pandemias; Editorial Debate, Apple Books; Madrid; 2020; p. 338.
  5. Barry, Barry M; The great influenza: the story of the deadliest Pandemic in History; Penguin; USA; 2005. 
  6. Spinney, Laura; El Jinete pálido. La historia de la epidemia de gripe que transformó el mundo; Editorial Crítica; Barcelona; 2018. 
  7.  Buxo Rey, María Jesús & González Alcantud, José Antonio (coords.); Pandemia y confinamiento. Aportes antropológicos sobre el malestar en la cultura global; Editorial Universidad de Granada; Granada; 2020. 
  8.  Máynez, Pilar y Canuto Castillo, Felipe (editores); Tiempo de la pandemia: resiliencia individual y resistencia colectiva; Editorial Grupo Destiempos; México; 2021. 
  9.  Ackerman, M. John, Ramírez Gallegos, René, Ramírez Zaragoza, Ángel; Op. cit; 2021.
  10. “…la infraestructura del Estado nacional quedó destruida bajo los gobiernos neoliberales, la impunidad, la corrupción y los diferentes tipos de violencia dejaron a la mayoría de la sociedad en la precariedad y la pobreza, la falta de escrúpulos de esa minoría amparada en su legalidad fueron los principales artífices del desborde social y que el nuevo gobierno intenta modificar para construir nuevos ejes de acción en una refundación que deberá ser más justa para todo el país”; Pérez-Taylor, Rafael; La pandemia por COVID-19 en México: un acercamiento desde la antropología; en: Ackerman, M. John, Ramírez Gallegos, René, Ramírez Zaragoza, Miguel Ángel Coordinadores; Pos-covid/pos-Neoliberalismo. Propuestas y alternativas para la transformación social en tiempos de crisis; Universidad Nacional Autónoma de México-Coordinación de Humanidades-Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, Secretaría de cultura, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México; Siglo XXI editores, México; 2021; p. 412.
  11. “…los sistemas de salud han sido privatizados en favor de una minoría, lo que quiere decir, que en México los gobiernos de los últimos 40 años aproximadamente, se dedicaron a desmantelar la salud pública en favor de la medicina privada, las farmacéuticas y las aseguradoras, con sus seguros de gastos médicos mayores.
  1. “…cabe resaltar que ninguno de estos periodistas, tienen algún tipo de formación formal en medicina, biología y epidemiología, su participación es únicamente para tratar de contradecir el discurso oficial desde la más total ignorancia, situación que les lleva a sus notas en los diferentes medios para tergiversar el hecho real. De esta forma, las fake news se hacen presentes por todos los medios posibles, incluyendo a la prensa extranjera, que sin tener información de primera mano y ateniéndose únicamente a las noticias falsas, dan como verdadero la inacción del gobierno de México”; Pérez-Taylor, Rafael; op cit; pp.81-83. 
  1. “…nuestros recuerdos siguen siendo colectivos, y son los demás quienes nos lo recuerdan, a pesar de que se trata de hechos en los que hemos estado implicados nosotros solos, y objetos que hemos visto nosotros solos. Esto se debe a que en realidad nunca estamos solos. No hace falta que haya otros hombres que se distingan materialmente de nosotros, ya que llevamos siempre con nosotros y en nosotros una determinada cantidad de personas que no se confunden”; Halbwachs, Maurice; La mémoire collective, 2e édition: Presses Universitaires de France; Paris; 1968; p. 26.
  2. “La construcción de un doble vínculo, entre la experiencia y su repetición, conlleva a denotar en la práctica y en el discurso la construcción de significados que, en el entramado de la memoria, permitan a los recuerdos fluir como recursos que manifiestan en el mundo real; filtros que nos ayudan a entablar el diálogo entre un hecho real y las formas en las cuales convertimos en su evidencia lo vivido. La memoria es el entramado de acciones, vivencias, olvidos y recuerdos que han llevado al sujeto social a tener un sentido sobre la existencia del orden social”; Pérez-Taylor, Rafael; Memoriales: desierto(s) y reflexividad. Estudios sobre el acontecer; Colección Memorias del Mundo; Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Antropológicas; México; 2020; p. 112.
  3. Rösen, Jörn; La ciencia histórica como cultura histórica; en Palos, Joan-Lluís, Sánchés-Costa, Fernando (eds.); A vueltas con el pasado. Historia, memoria y vida; Universitat de Barcelona; Barcelona; 2013; p. 105.
  4.  Spinney; Laura; Op. cit.; 2018; p. 290.