ISSN : 2992-7099

Argentina ante un balotaje histórico: la disputa frente a la crisis entre el oficialismo y un outsider

Gonzalo Inchauspe

Gonzalo Inchauspe

Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Católica Argentina con Especialización en Marketing y Comunicación Política por la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente es Doctorando en Comunicación por la Universidad Católica Argentina. Se desempeñó como Coordinador General de  la Presidencia del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (2014-2015) y Director Nacional de Transparencia Institucional del Ministerio de Defensa de la República Argentina. Se desempeña cómo consultor en comunicación desde el 2017, asesorando gobiernos, candidatos y asociación civiles. Actualmente es Director Académico del Instituto Trivium de México.

17 noviembre, 2023

Este artículo busca entender todos los factores que están pasando en la Argentina en este año electoral y que expliquen el porqué de los resultados electorales hasta ahora. Las elecciones se definirán el 19 de noviembre en un balotaje entre Javier Milei y Sergio Massa, un líder emergente y el actual Ministro de Economía. El escenario argentino es incierto y complejo en varios aspectos y gane quien gane los márgenes para llevar a cabo una buena gestión serán mínimos y tendrán que realizar un muy buen trabajo para evitar la crisis económica. Sin ánimo de ser exhaustivo voy a describir los principales puntos que nos permiten entender qué es lo que está ocurriendo en Argentina.

1. La situación económica y social

Es bien conocida la situación económica del país, con una inflación descontrolada y una devaluación permanente de la moneda, con datos que son impresionantes, el dólar se devaluó en 600 pesos en lo que va del año y estamos en una inflación de 150 por ciento anual y un salario mínimo de 146 mil pesos por mes sin duda uno de los más bajos de la región: Esto ha generado una crisis silenciosa que si bien no ha provocado un estallido social, genera un malestar generalizado y un humor social ríspido. Un desahucio total, una sensación de derrota, que parece indicar que nada, ni nadie tiene la solución. Que lo único que queda es la resignación, una lenta pero sin fin caída, donde no se sabe cual es el fondo. Por ende en la calle prima el desánimo, la apatía, la bronca, la impotencia y un deseo de que si al menos no se puede cambiar todo, que se rompa todo “peor que como estamos no podemos estar”. Tan malas son las condiciones macroeconómicas que ha generado una novedad que es que ya no alcanza con tener trabajo.  Ya ni el trabajo dignifica, por qué hoy tener un empleo, aún en el sector formal, no le garantiza a una familia cubrir sus necesidades básicas. Sin mencionar que la pobreza sigue en niveles preocupantes y la inseguridad no ha mejorando afectando la calidad de vida sobre todo en las zonas conurbadas de las grandes ciudades. Con el emblemático caso de la Ciudad de Rosario a la cabeza, la segunda ciudad en tamaño, que este año ha presentado una tasa de homicidios en cifras históricas para nuestro país. Este es el contexto social en el cual se ha desarrollado la campaña, un malestar generalizado que claramente no es ajeno a la contienda electoral.

En este contexto es que se entiende que un outsider con un partido con 4 años, y de 2 años como diputados ha llegado a disputar el balotaje, por que ha logrado representar la bronca y el cansancio de la sociedad argentina. El analista Gonzalo Sarasqueta luego de las PASO afirmó que “Asistimos a un 2001 con dueño…  Se llama Javier Milei, y ya no da vergüenza votarlo. Repetimos la tragedia social y económica, pero le ponemos apellido al descontento. “Que se vayan todos, que quede uno solo”, sería el hit del tercio electoral que pide resetear el país” (Sarasqueta, 2023) o en palabras de Schuster y Stefanoni “Hubo en esta elección algo del «retorno de lo reprimido» de 2001, un momento de inflexión en la historia política argentina”. Podemos concluir en dos cosas, en primer lugar que la crisis de representación es tan grande como la que se vivió en el 2001 y que probablemente el sistema de partidos pueda cambiar y en segundo lugar que la bronca que una crisis así genera en vez de quedar acéfala ha quedado en manos de javier Milei que logró ser el dueño del voto bronca, del sentimiento que ha basado su campaña en un discurso antisistema, pero sobre todo anti “Casta” buscando ser él la renovación política y todo el resto la vieja y corrupta política.

2. Coaliciones que no gobiernan bien

El sistema de partidos de la argentina se creía que gozaba de buena salud hasta antes de estas elecciones. Desde el 83 al 2001 funcionó un bipartidismo equilibrado con el Partido Justicialista, el Peronismo, y la Unión Cívica Radical, el Radicalismo, como los principales protagonistas. La crisis económica y social del 2001, detonó al Radicalismo, y con el bipartidismo que llevó años reconfigurar. En 2015, el Radicalismo, se alió con el PRO, partido del ex presidente Mauricio Macri, y otros partidos logrando la presidencia ese mismo año. Con la victoria de Cambiemos, la coalición creada por los partidos antes mencionados, se recompuso el sistema de partidos con lo qué muchos politólogos mencionaron el bicoalicionismo.

La Coalición que representa al espacio no peronista nace con la victoria de Cambiemos en 2015 que en gran parte se dio gracias a que el Peronismo fue dividido, por un lado el Frente Renovador de Sergio Massa y por el otro lado el Frente para la Victoria vinculado a Cristina Fernadez y su espacio político el kirchnerismo. El campo peronista verdaderamente se convierte en una coalición en el 2019 cuando por decisión de Cristina Fernández el candidato a presidente sería Alberto Fernández. Alberto había sido jefe de gabinete de Nestor Kirchner del 2003 al 2008 y luego jefe de campaña en el 2015 de Sergio Massa, por ende fue elegido como un símbolo para demostrar la unidad dentro del espacio. Cuando mencionamos que se encuentran desgastados es porque ambos vienen de tener un gobierno con complicaciones que los deja desgastados.  En el caso de Cambiemos del 2015 al 2019 y Unión por la Patría, que está gobernando actualmente con los números macroeconómicos que mencionamos y con un gran problema para lograr la cohesión interna, a lo cual se le atribuye en gran parte el fracaso de su gobierno. Un tema que demuestra esto es el hecho de que los dos últimos presidentes no han podido ser reelegidos, en el caso de Macri perdiendo las elecciones de 2019 y en el de Alberto Fernández que llegó tan desgastado que ni lo ha intentado, clara señal de que las coaliciones han ayudado a conseguir el poder pero no a gobernar. Un claro aspecto que la dirigencia debe tomar nota para poder mejorar de cara al futuro para evitar sobre todo la fragmentación que es el fenómeno que viene amenazando a los países del pacífico de nuestro continente, Perú, Chile y Ecuador.

Este hecho demuestra que las coaliciones que crearon ambos espacios fueron eficaces en términos electorales pero no así en término de gobierno, han funcionado mejor con la cuestión parlamentaria y electoral pero no así en la gestión del poder ejecutivo. En el caso de Cambiemos la crítica fue que en realidad Macri nunca quiso realmente un gobierno de coalición. En el caso de Unión por la Patría fue que la repartición fue tal, que parecía un gobierno loteado donde nadie ejercía el poder y generaba una falta de norte claro y de coordinación entre las distintas áreas. A esto habría qué sumarle el poder de la vicepresidente que no tenía ningún rol de gobierno pero tenía un poder de veto, que ejerció tenazmente desacreditando al mismo presidente muchas veces.

Otra cosa que ha generado problemas en las coaliciones en esta elección ha sido que han llegado divididos, como les hemos mencionado les ha costado mucho gobernar en coalición y esto ha generado mucha división en el seno de ambos espacios. En el espacio no peronista de Juntos x Cambio, la división se da tras la derrota de Mauricio Macri en 2019, que hasta último momento especuló con volver a presentarse, es así que presentó un libro que se llamó “segundo tiempo”, haciendo mención a cómo sería un eventual nuevo gobierno. Quien se presentaba a ser el candidato del espacio era Horacio Rodriguez Larreta (HRL), el actual jefe de gobierno, con una visión más moderada y centrista. Pero Macri que ya no podía ser candidato decidió seguir liderando el espacio y competirle el liderazgo a Rodriguez Larreta. Para ello Macri le presentó una interna, con quien supo ser su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien le ganó la interna a HR en las PASO. Luego de la derrota del espacio en la segunda vuelta y la precipitada alianza de Macri y Bullrich con Javier Milei, el espacio ha quedado dañado. Como dijo uno de sus fundadores del espacio, el senador Ernesto Sanz, después de una derrota electoral, hay que dejar 60 o 90 días antes de sacar conclusiones definitivas. Pero claramente habrá cambios en el espacio, aún no sabemos bien por que es muy pronto, pero el espacio sin duda tendrá fuga de dirigentes a otros espacios y un reacomodo de las lógicas internas.

El analista político Carlos Pagni en su columna del 31 de octubre afirmó  “Argentina entró en una nueva época que se distingue de la anterior, porque ya no organiza la política alrededor de dos bloques. La polarización impedía el diálogo y el acuerdo, pero daba un orden más nítido a lo que sucedía. Ahora vemos tendencia a la dispersión, sobre todo en el campo opositor”. Lo curioso de este espacio es que ahora cuenta con mucha más fuerza política que en 2015, actualmente tiene 10 gobernadores y más de 500 intendentes. Veremos que pasa por el momento pareciera que los partidos integrantes han optado por la “neutralidad” y cada dirigente se está posicionado de forma individual, salvo Bullrich y Macri que ya se consideran parte de LLA. Los gobernadores del espacio se han reunido reafirmando la neutralidad pero ya en declaraciones personales algunos se han posicionado de un lado o del otro, pero bueno hay que ver si el espacio sobrevive a las tensiones que generará el balotaje
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Por el lado de Unión por la Patría, la división es más sutil pero ha quedado clara durante un tiempo se creía que quien podía asumir el liderazgo que superará a Cristina era Alberto, pero bastó con la foto del cumpleaños de la primera dama en la quinta de olivos en plena pandemia mientras la ciudadanía se encontraba encerrada para descartar de plano esa posibilidad. Por ende entre tantos idas y venidas quien tuvo que ocupar ese espacio es Sergio Massa quién dejó la comodidad de la presidencia de la Cámara de Diputados para asumir como Ministro de Economía dejando desdibujado al Presidente. En este espacio la tensión sería entre el Kirchnerismo, espacio liderado por Cristina y su hijo Máximo, diputado y presidente del partido en el distrito más grande. Contra Massa y los gobernadores, que representan al peronismo más clásico y conservador, es en esta disputa que se ha entablado la lógica de disputa de poder en este espacio. Como se acomoda el poder en este espacio dependerá totalmente del resultado del balotaje y no será para nada sencillo el proceso. Quienes hoy quedan quizá como los dos dirigentes con más potencial son Massa que define su suerte a cara o cruz en la elección del 19 de noviembre y el gobernador reelecto de la Provincia de Buenos Aires, que ya no tiene reelección posible en el distrito y pareciera que al menos intentará buscar la presidencia al culminar su mandato.

3. Falta de renovación de los principales actores 

En los últimos 10 años quienes dominaron la arena política fueron Cristina Fernandez y Mauricio Macri, que no solo dominaron la agenda si no que la polarizaron. Pero justo a causa de está polarización las encuestas le daban que tenían un piso alto y un techo bajo de votos, es decir un porcentaje considerable de votantes duros de seguidores pero un rechazo aún mayor. Por esta razón es que ambos desistieron de ser ellos quienes encabecen la fórmula de sus espacios, es más ambos desistieron de ir en las listas de sus espacios políticos. Que ambos sigan vigentes generó una tensión permanente en las dinámicas internas de ambos espacios y complican la consolidación de nuevos liderazgos.

En el caso de UxP impidió que el espació hiciera un buen gobierno y en el caso de JxC desató una interna que no ayudó en nada a su estrategía electoral.  La novedad es el retiro de cargos públicos de Cristina, quien ha decidido no ocupar ningún cargo, no solo es un gran gesto político a su espacio sino también a la ciudadanía, porque como ella misma ha dicho, no tiene miedo de quedarse sin fueros y enfrentar las causas judiciales en su contra sin ese privilegio. He aquí que se abre el interrogante de qué pasará en ambos espacios, quienes serán los que conduzcan los mismos. Ya Mauricio Macri ha abandonado a su partido y se ha aliado con Javier Milei, es sabido que no va a ocupar cargo porque ya anunció que volverá a sus raíces y será candidato a vicepresidente de Boca Juniors. Pero sin duda dotará de equipos y de funcionarios a un eventual Gobierno de Javier Milei, con quien dice tener muy buen diálogo y ha formado una alianza de cara al balotaje, pero no sabremos cómo será en caso de que logren la victoria. Igualmente como menciona Pablo Stefanoni en su nota en la Revista Nueva Sociedad “El nuevo padrinazgo de Macri a Milei, un candidato carente por completo de estructuras y equipos, busca copar el gobierno y, de ese modo, ganar políticamente lo que su espacio no ganó en las urnas. Pero al mismo tiempo, con esta jugada, Macri arriesga su propio capital político en una aventura incierta: un gobierno de Milei, si este llega a la Presidencia, sería una especie de salto al vacío” (Stefanoni, 2023). Si bien Macri pareciera definirse por Milei todo pareciera que él quiere seguir siendo protagonista de la escena política, no con un cargo, pero si con un peso determinante y por eso es que ha apostado un pleno porque Javier Milei gane el Balotaje.

En el caso de Unión por la Patria hay una disputa entre el Kirchnerismo y el Peronismo conservador si bien se cree que el Crisitna es la que manda en el espacio por considerarse la dueña de los votos pero que no logra imponer sus candidatos. Como se ha mencionado “Es la tercera vez (2015, 2019, 2023) que, pese a que Cristina es una de las políticas más importantes del país, el kirchnerismo no lleva candidato propio a la Presidencia” (Schuster y Stefanoni; 2023). Si bien no hay nadie que fuera su sucesor su ha logrado un hábil administrador de su poder, su hijo Máximo Kirchner, que actualmente es el jefe del bloque de diputados y presidente del Partido en la Provincia de Buenos Aires y encabezó la lista de diputados nacionales por este distrito. Pero se ha reservado para sí el control político de la provincia de Buenos Aires poniendo al gobernador Axel Kicillof, cercano a ella y proveniente de La Cámpora. La importancia es que en este distrito es que el Peronismo recolecta el mayor caudal de votos, aproximadamente un 40% de sus votos se encuentra aquí y es el distrito que mayor cantidad de diputados les provee. Por ende de está manera se garantizan su cuota de poder en el peronismo. Si verdaderamente Massa quiere desplazar a Cristina como la principal conductora del espacio deberá como ya hizo en 2013 vencerla en este distrito, si no difícilmente pueda lograr una conducción sin planteos y vetos.

Esta batalla ya ha ocurrido en otras ocasiones en el Peronismo e incluso entre Cristina y Massa. Nestor Kirchner, el ignoto gobernador de Santa Cruz, llegó al poder en gran parte porque Duhalde lo eligió para enfrentar a Menem. Duhalde una persona de larga trayectoría en la política intentó ser el poder detrás durante el gobierno de Kirchner esto tensó la relación con el electo y débil presidente, recordemos que Nestor llegó solamente con el 22%, poco más de 4 millones de votos. Por ende para consolidar su poder tenía que demostrar que él estaba a cargo, por está razón enfrentó al Duhaldismo en las elecciones de Senadores Nacionales por la Provincia de Buenos Aires de 2005. Donde las mujeres de ambos fueron las candidatas, se enfrentaron así Cristina por el Kirchnerismo e Hilda “Chiche” Duhalde por el Duhaldismo. La victoria de Cristina marcó la consolidación del Kirchnerismo y el ocaso del Duhaldismo, dejando claro quien estaba a cargo del Peronismo. En el 2013 fue Sergio Massa quien decidió en las legislativas enfrentarla para frenar según él su intento de reforma de constitución luego de que Cristina anunciara que “vamos por todo”. Pase lo que pase el 19 de noviembre el futuro del espacio dependerá sin duda de lo que pase en la Provincia de Buenos Aires.

Tanto el kirchnerismo como el macrismo son hijos de la crisis, son espacios que vinieron a recomponer y renovar sus espacios políticos. “El kirchnerismo es el centro del sistema político que se reconstruye tras la crisis. Es la identidad que repara al peronismo, como el macrismo reparó al no peronismo, herido tras la caída de [Fernando] De la Rúa” (Stefanoni y Rodriguez, 2023). Esto abre el interrogante de si podrán subsistir la nueva crisis, la silenciosa que está ocurriendo en la argentina y que por el momento no ha pasado. Esto lo sabremos más a detalle con el nuevo gobierno y en base al éxito o fracaso de reencaminar la economía argentina, pero sin duda son momentos claves y habrá cambios en ambos espacio ya que parece ser que algo nuevo vendrá en la argentina, aunque aún no sepamos bien qué ni cómo será el devenir.

4. Ambacentrismo y digitalización de la política

Este es un fenómeno no menor y que claramente es una señal de cómo la sociedad sigue cambiando a raíz de la profundización de la digitalización de la sociedad que la pandemia ayudó a acelerar. El internet entre otras cosas altera dos factores de nuestra vida cotidiana, el tiempo y el espacio, si lo hace con nuestra vida cotidiana como no lo va  hacer con la política. Creo que debemos ir acostumbrándonos a la nueva sociedad con las lógicas de la digitalización donde los cambios son más rápidos y las victorias menos permanentes. A la vez es importante comprender los límites de estos cambios y de que emergen con fuerza no indica que las cuestiones anteriores dejen de existir sin duda convivirán por lo menos por un tiempo.  En esto los especialistas de la Universidad de San Martín (UNSAM) aclaran “Las redes son clave en la política contemporánea. Son un espacio que juega decididamente sobre los debates del día a día, las maneras en que se instalan o descartan temas, lo que se habla y lo que se siente, pero también sobre las alianzas políticas y sociales posibles y sobre el tipo de elecciones estratégicas que hacen tanto los políticos como los ciudadanos. Sin embargo, las redes no son los votos” (MonteroSchuliaquerVincent, 2023). En este punto que puede parecer menor nos puede servir para entender varias cuestiones de la LLA. En primer lugar por que no logró mejorar su desempeño entre las PASO y las elecciones generales, porque pareciera que esta estrategía tenía un límite a la hora de alcanzar nuevos votos si no era acompañada por estrategias tradicionales. En segundo lugar, justo a raíz de esta falencia se explica la estrategía de firmar un pacto con Macri y Bullrich, porque son conscientes de su limitación y buscan políticas tradicionales que tienen otro capital social distinto al que tiene su espacio.

En Argentina no es la primera vez que una fuerza irrumpe y crece en gran parte gracias al buen uso de las Redes Sociales. En 2015 se consideró toda una novedad que el PRO un partido sin estructura más allá de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que gobernaba hace 8 años y con solo 12 años de existencia pudiera alcanzar la presidencia casi sin estructura territorial, recolectando simpatizantes para cuidarle el voto por las redes sociales. Igualmente ese fue uno de los motivos por los cuales hizo una alianza con la UCR que fue la que le dio ese soporte territorial. Pero es aún más llamativo el caso de La Libertad Avanza, la fuerza de Javier Milei tiene en total 4 años como espacio pero que solamente hace 2 desde que Milei se incorporó a este espacio y teniendo solo 2 diputados y sin gobernar en ningún distrito haya logrado estar en el balotaje. Es un dato no menor en cuenta de cara  al devenir político de la argentina, porque queda expuesto que hay una nueva forma de hacer política cercana a los medios de comunicación y al uso de las redes sociales que acelera los tiempos para instalar a un candidato en mucho menor tiempo que antes. Igual tampoco hay que apresurarse a sacar conclusiones porque la crisis política y económica pueden ser un factor distorsionador, ya ha ocurrido con otros candidatos que han emergido con fuerza pero no han logrado mantenerse en el tiempo. No solo es el hecho de que Javier Milei haya logrado un buen resultado electoral si no que haya podido dominar la discusión política justamente por sus propuestas disruptivas que hoy parecieran  perjudicar porque le quitan credibilidad a la hora de gobernar.  Otro hecho a tener en cuenta interesante es que no fue un fenómeno solamente de uno o dos distritos  donde él estaba focalizado, lo novedoso es que ganó en 16 distritos en las PASO y 9 en las elecciones generales.

Lo novedoso de la LLA es un partido que no gobierna ni va a gobernar ningún distrito del país, esto deja claro una nueva concepción del poder acorde a las nuevas tendencias una construcción desde los medios de comunicación, las redes sociales y desde el AMBA, el Área Metropolitana de Buenos Aires. Obviamente no sabemos cuál será el devenir de la fuerza política pero sin duda es una cuestión que los partidos políticos tradicionales deberán tomar nota. Si bien a ningún partido le es ajeno lo digital y en las últimas elecciones acorde a un informe del portal Chequeado se gastaron en los 90 días previos a la elección 3 mil millones de pesos siendo incluso la LLA la que menos gastó en este aspecto al menos en el universo de Meta (Davidovsky, 2023). Pero no se trata de pauta solamente, en LLA muchos de sus integrantes son personas que emergen del seno de la cultura de internet y por ende el espacio tiene una lógica, una estética y un lenguaje acorde a lo digital y en conclusión la mayor parte de su capital política se encuentra en este ámbito. Al respecto los especialistas de la UNSAM escribieron: “​​Milei es, antes que cualquier otra cosa, un influencer: una persona que se hizo conocida por sus performances públicas en televisión, que comenzaron hace siete años, y por su participación en redes. No se hizo conocido como político ni como economista, sino como un personaje de la comunicación. A medida que crecía, alrededor suyo se articuló una comunidad digital y política (que en algunos casos lo precedía)” y  agregan: “El libertario cumple, además, con el prototipo del troll: descalifica a sus adversarios, sus insultos son variados y virales y arrasa el debate ante cualquiera que busque refutar sus argumentos. Los medios y las redes fueron y son su lugar de constitución. Milei está en los medios, pero, sobre todo, él mismo es un medio“ (MonteroSchuliaquerVincent, 2023).

Muy por el contrario a Massa los expertos de la UNSAM lo definen como un político “predigital” y al analizar sus redes mencionan “Las redes de Massa funcionan como gacetillas de prensa. Informativas, son el espacio en que el ministro muestra su gestión, anuncia medidas y exhibe su campaña. Ese uso instrumental de las redes muestra a un político con experiencia por fuera del mundo digital, un candidato que precede al surgimiento de las redes y que las adopta como amplificadoras de su mensaje, pero que no lo constituyen”. Claramente la fortaleza de Massa y del peronismo es el manejo de la estructura o del aparato. Tan es así que de la vuelta a la democracia ha gobernado 28 de 40 años y solo ha perdido 3 elecciones, en dos de ellas a causa de que se presentaron divididos, en 1999 y en el 2015. Pero sin dudas estas elecciones podrían ser las primeras elecciones donde el aparato peronista unificado pierda, una clara señal de que ese tipo de política podría estar perdiendo peso político en la arena política. Obviamente es sólo una señal y hay muchos factores en juego y no creo que sea la única explicación. No hay que dejar de lado la importancia de la muy mala situación económica del país en el resultado electoral y del oficialismo. Lo que sí podemos afirmar es que se ha demostrado que hay una nueva forma de construir poder y de hacer política vinculada con lo digital que se ha consolidado en el país y parece ser que cada vez es más rápido.

Con respecto a la desterritorialización en argentina existe un dicho muy antiguo que dice “Dios es Argentino, pero atiende en Buenos Aires” haciendo mención a la centralización del poder en argentina. Pero ahora eso se ve ampliado por la nuevos fenómenos de comunicación y se habla de una ambacentrismo  de la política, es decir una política basada en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) como eje simbólico del poder, las formas, los lenguajes y estéticas son las que se generan en este espacio y que luego se extrapolan al resto del país, lo que ocurra acá determina el futuro del país. A este fenómeno lo describe muy bien Matías Landau, cuando menciona “En Argentina, cuando lo que está en juego es el destino del gobierno nacional, las elecciones son ambacéntricas. Y esto por dos motivos. Uno, el más evidente, es el cuantitativo. Un tercio de los electores se concentran en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Pero hay otro, igualmente significativo, que es cualitativo. La política nacional se irradia desde Buenos Aires hacia el resto del país” (Landau, 2023).. Esto no implica en lo más mínimo que el resto de los distritos sean importantes, de hecho gran parte de la remontada de Massa ha sido a fuerza de mejorar los resultados en muchos distritos. Como bien dice Landau en cuanto a la lógica nacional se puede armar un partido desde el AMBA y que tenga un impacto en todo el país por lo menos Milei lo ha logrado, teniendo una estrategía más vinculada a los medios de comunicación y a las redes sociales que a la construcción territorial. Estos fenómenos que debemos tener en cuenta y entender de cara al futuro porque claramente nos permitirán comprender cuál puede ser la lógica política de cara al futuro.

Un hecho interesante de esto es lo que le  solo le ha pasado a Juntos por el Cambio que ha nivel provincial Juntos por el cambio ha logrado tener resultados muy buenos paso de tener 4 gobernaciones a 10, 5 de la UCR y 5 del PRO, ganando 6 gobernaciones nuevas dando una clara señal que no era un buen año para los oficialismos provinciales vinculados al oficialismo. Algunas con cambios después de 40 años como los casos de San Juan, Neuquén y San Luis, dando toda una señal de que hay un cambio profundo ocurriendo en la sociedad que se ha manifestado en estas elecciones. Claramente demuestra que la lógica nacional y la subnacional son muy distintas y que claramente tienen tiempo y construcciones diferentes. Parece ser que es más fácil poner un presidente que un gobernador.  En el Peronismo también hace tiempo se ha entendido está lógica de que el AMBA, sobretodo lo entendió muy bien Cristina y por ende decidió que el centro de su fuerza estuviera en la PBA, donde en el 2019 logró que Axel Kicillof ganará la gobernación de Buenos Aires.

5. Derechización de la sociedad

Este no es un fenómeno exclusivo de argentina por ejemplo en Brasil, la derechización ha sido impulsada por una combinación de factores, incluyendo la corrupción sistémica, la inestabilidad económica, y la desconfianza generalizada en las instituciones tradicionales. Sin embargo, es crucial reconocer que la respuesta de la derecha a estos problemas es profundamente problemática. Su promesa de estabilidad y orden a menudo se acompaña de políticas que socavan los derechos humanos, restringen las libertades civiles y promueven una agenda neoliberal que favorece a las élites económicas a expensas de la mayoría. La tendencia hacia el conservadurismo social y el nacionalismo en Brasil es también una preocupación desde una perspectiva de izquierda, ya que a menudo se traduce en políticas que perpetúan la desigualdad, el racismo, la misoginia y la homofobia. Estos movimientos no solo reconfiguran las relaciones sociales y económicas, sino que también representan un retroceso en términos de los avances sociales y de derechos alcanzados en décadas anteriores.

La alianza de Lula da Silva con sectores más a la derecha para recuperar el poder es un reflejo de la complejidad y, a menudo, de la contradictoria naturaleza del espectro político actual. Desde una perspectiva crítica, estas alianzas pueden ser vistas como un compromiso problemático que pone en peligro los principios y valores de la izquierda. Representan una dilución de las ideologías y un pragmatismo que puede desvirtuar los objetivos a largo plazo de la justicia social y la equidad. Sirve como una advertencia sobre los peligros de la derechización y la necesidad de una respuesta firme y coherente de la izquierda, que no solo aborde los síntomas superficiales de la inestabilidad política y económica, sino que también se enfrente a las causas estructurales subyacentes de la desigualdad y la injusticia social.

Sin duda los años dorados de la izquierda latinoamericana han acabado si bien las fuerzas políticas nacidas de esa época aún siguen siendo fuerzas importantes. El correísmo en Ecuador que no logra ganar pero ha llegado a dos balotaje, el MAS de Bolivia que sigue en el gobierno, Lula en Brasil y el Kirchnerismo en Argentina. Sin duda del auge de estas fuerzas es que han emergido las extremas derechas en latinoamérica con Bolsonaro quizás como el mayor representante de esto. Este claramente no es un fenómeno nuevo  ni exclusivo de latinoamérica, quizá sea la irrupción de Trump en la Casa Blanca el hito que marcó la proliferación de estos espacios en el mundo. Realmente Europa ya los tenía hace un tiempo, pero allí funciona el cordón sanitario que es el hecho de que todo el resto del espectro político se junta para evitar su llegada. Igual esto es más fácil pensarlo en sistemas parlamentarios como se puede ver lo que ocurrió en España donde el PP y VOX ganaron en cantidad de votos, pero no lograron juntar los apoyos suficientes para lograr su investidura en el parlamento.

Volviendo a Argentina de cara a estas elecciones se repite como un mantra que la sociedad se ha derechizado claramente es algo que es complejo de demostrar, lo que sin duda si queda claro es que los partidos se han derechizado inclusive el peronismo. Empecemos por Juntos por el Cambio el PRO que cuando se funda está guiado en esa visión de al derechas del principio de los 2000, una derecha que se guiaba por los principios del management, nosotros somos los que garantizamos una buena gestión por que venimos del mundo privado, serían los CEO que desembarcaron en el privado para poner orden y dar eficacia al estado. De hecho con una lógica casi apolítica ellos llegaban a gestionar no a hacer política, la política es perdida de tiempo y eficacia.

Esa era la lógica del PRO de los primeros años y diría hasta que llegó al gobierno nacional, un partido político basado en la gestión y en la profesionalización de la función pública sin profundizar en la cuestión política que hacía alarde de haber transformado la Ciudad de Buenos Aires. Pero a medida que transcurrieron los meses al mando del ejecutivo nacional donde la gestión es mucho más compleja e incluso abstracta, no alcanza con hacer veredas y plazas nuevas. Se fue anclando más en el relato y en dar la batalla cultural contra el peronismo que en la gestión que además no fue del todo buena. Dos puntos entre muchos son los que se basaron su corrimiento hacía la derecha en primer lugar el tema de los Derechos Humanos el último 23 de Marzo en una alocución pública levantada por la TV Pública Macri afirmó la defensa de los Derechos Humanos como un “curro” y aclaró “No se puede seguir viviendo después de más de 40 años de una tragedia que los argentinos vivimos”. Por el otro lado está el tema de la seguridad que ha estado encabezada por Patricia Bullrich su ministra de seguridad. Un ejemplo de esto es el caso de Chocobar, un policía que mató a un delincuente y el gobierno de Macri defendió y trató como un héroe desde el primer momento incluso antes de que la justicia se expidiera. De este hecho se la mencionó la “Doctrina Chocobar” en contraposición de la Doctrina garantista que el Juez de la Corte Suprema durante el Kirchnerismo Eugenió Zaffaroni defendió y que hoy atacan desde la derecha permanentemente.

Hay más aspectos a tener en cuento sobre su devenir ideológico en general lo que debemos considerar es que en sus inicios el PRO nació como una fuerza basada en la gestión donde incluso incluyó muchos peronistas en su seno y que no profundizaba tanto en las cuestiones política pero que se mostraba ser una derecha “moderna” y que no buscaba confrontar con otros espacios es más no tenía mayoría en la legislatura y se jactaba de tener muy buen diálogo con todas las fuerzas locales. Probablemente está lógica se debía al distrito que gobernaban hasta el 2015, que es la principal ciudad de Argentina y donde prima otra lógica política y social que en el resto del país . Pero que con la llegada a la Nación tuvo que endurecer su discurso y polarizar radicalmente con el kirchnerismo y el peronismo para reforzar su posición ideológica, igualmente aún un poco más moderado de lo que propone Milei. De hecho este giro a la derecha no es compartido por todo el espacio sin duda está asociado a Mauricio Macri, que él creía que la sociedad se derechiza por eso no dudo en poner de candidata a Patricia Bullrich, una de las ministras mejor valoradas de su gestión y de las más radicales discursivamente y tampoco dudo en apoyar a Milei, y esto por que el cree que su electorado está girando hacía estos lugares. En cambio Horacio Rodriguez Larreta es más moderado dentro del espacio pero fue derrotado en las PASO, por eso es que muchos afirman que ese hecho demuestra que la sociedad se ha derechizado y que no vota por propuestas moderadas, y estas diferencias claramente serán claves en el devenir del espacio. Podríamos concluir que tal vez no se ha derechizado si no que más bien se ha politizado dejando atrás esa lógica apolítica y ha empezado a enunciar y defender sus posturas políticas.

En cambio en el espacio del Peronismo compiten dos facciones una como el Kirchnerismo que si bien se ha moderado mantiene su postura de izquierda tan es así que han separados los bloques de diputados e incluso no le han votado a Alberto Fernandez el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero han accedido a que Massa sea el candidato del espacio. Donde si no ha habido dudas es con el tema de seguridad en este sentido a nivel nacional es más moderado pero en Provincia de Buenos Aires donde gobierna el kirchnerismo el ministro es Sergio Berni, que es un médico militar retirado con afán de protagonismo y con accionar similar al de Bullrich en su momento. Pero lo más notorio es que Massa sea el candidato alguien quien en su campaña del 2015 se mostró a la derecha, que se jacta de ser amigo de Giuliani y que lo trajo a asesorar cuando fue Intendente de Tigre. En 2015 una de sus propuestas principales en este aspecto era sacar a los militares a combatir el narcotráfico y “pacificar” los barrios. Un debate muy complejo sobre todo por la dictadura vivida en argentina que hizo que se le impidiera a las fuerzas armadas hacer cualquier tipo de tarea de seguridad interior. Junto con esto también mencionaba lo de expulsar a los extranjeros vinculados con el narcotráfico. Claramente de ganar será un giro del espacio hacía la derecha obviamente hasta donde lo dejen, hoy ya ha moderado ese discurso del 2015 pero quedan rasgos de su visión más a la derecha.

En cuanto a Javier Milei es sin duda la máxima expresión o dirán algunos la cristalización de esa derechización de la sociedad, aún no lo sabemos. Sería prudente pensar que que la situación está tan mal que es preferible votar  a los nuevos, aunque vengan con ideas un poco descabelladas que seguir con los mismos de siempre, la “casta”. Aún no sabemos qué es lo que prima en la sociedad, si es una cuestión ideológica vinculada con la identidad o un “voto bronca” para castigar a los que nos llevaron hasta acá, eso se sabrá en el devenir de la fuerza de LLA. Lo que sí se sabe es que la alianza que ha hecho Mieli con Macri y Bullrich le ha quitado un poco la novedad de ser lo “nuevo” habrá que ver como maneja esta situación de cara a futuro el espacio. Por el otro lado, de cara a la segunda vuelta y al balotaje ha ido moderando su discurso incluso moderando y evitando alguna de sus afirmaciones anteriores. En argentina tenemos una explicación para esto, la formuló el diputado Baglini y por eso se llama el “Teorema de Baglini”, que dice que la radicalización de los enunciados es inversamente proporcional a la cercanía que uno se encuentra del poder. Pero esta moderación es un poco contraria a la tendencia en la región, en general las extremas derechas son identitarias y el discurso es el eje del cual se sustentan, que Milei haya depuesto sus ideas antes de arrancar al menos nos plantea el interrogatorio de si fue todo un ardid electoralista o realmente piensa así. Al ser un actor nuevo no está claro cuáles son sus intenciones ni en quien se va a recostar para gobernar. Sin duda lo que sí está clara en su postura es la candidata a vicepresidenta Victoria Villaruel que viene de una familia de militares, su padre y su tío lo son, y representa a lo que en argentina se denomina la “familia militar” que son alrededor de 1 millón de personas, y por ende su agenda está muy clara, ya que es la que este sector viene promoviendo hace muchos años.

Conclusión

Los diferentes puntos antes mencionados nos sirven para entender las elecciones atípicas de Argentina. Cuando hace un año alguien me consultaba sobre la posibilidad de que en Argentina pudiera ganar la extrema derecha yo contestaba que el sistema de partidos estaba sólido y que no había espacio para que emergiera un nuevo espacio. Creía que a lo mucho podía lograr resultados similares a los del 2021, un 17 un 20 por ciento. Pero sin duda como dijo Pagni en argentina primó “la lógica de lo inesperado” tanto en la primera como en la segunda vuelta. Esta cuestión inesperada sin duda se puede intentar contestar por los distintos puntos que explicamos con anterioridad en primer lugar creo que la crisis silenciosa que se vive en lo económico y social ha sido la base por la cual se explica lo ocurrido, es decir esa crisis ha hecho que primara un voto bronca que ha podido canalizar Milei. Luego obviamente que las coaliciones dominantes llegaran desgastadas y divididas hizo que su desempeño electoral mermara. El ambacentrismo y la digitalización permitieron que el crecimiento de Milei fuera tan rápido y la “derechización” de la sociedad de que su discurso no quedará en disonancia con la sociedad.

En Argentina, la crisis económica y social ha exacerbado estas divisiones, llevando a la gente a buscar alternativas fuera del espectro político tradicional. Además, la eficacia de las estrategias de comunicación digital de Milei apunta a un cambio en la dinámica de movilización política. La política ya no se juega solo en los medios tradicionales o en los mítines, sino también en las redes sociales, donde se pueden crer comunidades leales y difundir mensajes de manera más directa y personalizada. Además, la fragmentación y el desgaste de las coaliciones políticas tradicionales han dejado un vacío que ha sido hábilmente aprovechado por nuevas figuras políticas. Esto refleja una desilusión generalizada con el statu quo y una apertura a alternativas radicales. La capacidad de Milei para presentar un discurso que resuena tanto con el descontento popular como con ciertos sectores más acomodados indica una habilidad para cruzar las fronteras políticas tradicionales, lo que podría tener implicaciones duraderas para el futuro político de Argentina.

En pocas palabras, las elecciones atípicas en Argentina son un claro indicativo de un cambio significativo en el paisaje político del país. Las explicaciones de estos cambios deben ir más allá de las coyunturas económicas y sociales actuales, para abarcar una comprensión más amplia de cómo las nuevas dinámicas políticas y tecnológicas están redefiniendo la forma en que los ciudadanos se relacionan con el poder y la política. Obviamente estás son conclusiones sacadas sin la perspectiva necesaria, será cuestión de tiempo para comprender bien cuáles fueron los factores que generaron esta elección atípica en la argentina.

Referencias bibliográficas

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Canal 26. 13 de Octubre de 2023 DEBATE 2023 | Sección Seguridad: Patricia Bullrich abrió el primer eje temático. YouTube.
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Editorial 20 de Septiembre de 2023. Mieli y el teorema de baglini. Diario La Nación. https://www.lanacion.com.ar/editoriales/milei-y-el-teorema-de-baglini-nid20092023/?R=7f9f6f

Una respuesta

  1. Es fascinante analizar las complejidades electorales en Argentina. La situación económica y social genera descontento palpable, reflejado en el ascenso de Javier Milei. Este artículo ofrece una perspectiva esclarecedora sobre la crisis de representación y los desafíos de las coaliciones políticas. ¡Interesante reflexión!

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