“Una de las reacciones humanas más perturbadoras es la de pánico, que nos aturde y nos hace ver adversarios en cada persona. Esta crispación social la vimos en todo el planeta, representada por las tendencias del egoísmo humano, a veces exacerbadas en ciertos grupos, por fortuna minoritarios en México”.

Con esas palabras referidas al pánico social desatado por la pandemia, Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, abordó el libro Miradas artísticas desde la pandemia, que reúne 83 participaciones seleccionadas del concurso Miradas artísticas sobre la pandemia. De la paranoia a la solidaridad, organizado en 2020, y que fue presentado de manera virtual anoche, a través de la página web www.puedjs.unam.mx y de sus redes sociales.

Acerca de este volumen que reúne cuentos, poemas, crónicas, ensayos, ilustraciones y fotografías enviados por ciudadanos de todo México, y que fue coeditado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS-UNAM) y el Fondo de Cultura Económica (FCE), el médico epidemiólogo enfatizó que esos grupos en pánico “son una parte de la población que tiende a ver a los demás como enemigos ante cualquier circunstancia negativa, pero, venturosamente, la gran mayoría del pueblo de México no se dejó vencer por ese sentimiento primario”.

Este libro, prosiguió el funcionario, “no tiene desperdicio. Es una pieza muy gratificante de expresión artística de una generación. (El arte) refleja una forma profundamente humana de reaccionar respecto a un fenómeno que está en todas y todos los seres humanos, de reaccionar ante un fenómeno sobrecogedor que bien puede convertirse en la debacle de la humanidad”.

Durante la presentación, moderada por John Ackerman, director del PUEDJS-UNAM, se subrayó el carácter gratuito del libro, que puede descargarse en la página www.puedjs.unam.mx o bien solicitarse de forma impresa en las cajas de cobro de las librerías del FCE/Educal distribuidas en el Valle de México.

El propio Ackerman, director del PUEDJS-UNAM, afirmó: “Lo que está claro, lo que es evidente, es que debemos salir fortalecidos de esta experiencia. Debemos salir más unidos y solidarios que nunca. Este libro es un mensaje de esperanza. Hoy es un momento de construir comunidad, de leer y de reflexionar: este libro es para todos”.

El académico y doctor en sociología política remató: “La pandemia no sólo trajo muerte, también trajo esperanza y solidaridad; hoy es el momento ideal para aprender de lo vivido”.

También participó Vanessa Bohórquez, secretaria de Cultura de la CDMX, quien dijo que el libro “no es un milagro sino un trabajo de mucha convicción. El equipo curatorial logró transformar un espacio de apropiación dentro de una estación del Metro y logró que las personas que pasan por ahí en tránsito rápido se detuvieran a ver la experiencia del otro reflejada en su propia vida”.

En su intervención, Ezra Alcázar, editor del FCE, describió el proyecto como un libro “desde la sociedad civil” y expresó su deseo que los textos incluidos no se queden “como algo que ya pasó, pues en medio del caos y de la desinformación hubo quienes se pusieron a crear, y esa creación nunca es en solitario, es colectiva; este libro lo demuestra”.

Por su parte, Astrid Navarro, integrante del PUEDJS y organizadora de la exposición desde la cual surgió el libro, dijo que la conformación de este título “es un ejemplo de todas las historias de esperanza en medio del sentimiento de temor, pues llegaron casi 700 obras de todo el país. Este libro es un gran abrazo colectivo desde la galería virtual en que se colocaron las obras y que generó más de 400 mil visitas”.

Autoras y autores

En su oportunidad, María Angélica Contreras, una de las autoras del libro, agradeció la manera en que, en medio de la desinformación y el temor, “el PUEDJS llegó con una propuesta atractiva: la posibilidad de crear a partir del caos. Fue muy fructífero sentarme a escribir. Fue una especie de catarsis, una exploración interna”.

Diego Alonso Sánchez, por su parte, aseguró que quería eliminar una emoción tan natural como la soledad: “Cuando las letras iban fluyendo vi que mi cuento era una locura, pero eso se transformó. Quería recrear una práctica de las abuelas: los remedios y usarlos para mí. En la soledad estaba lo que necesitaba: el encuentro con el otro, que son mi familia y mis amigos”.

Emma del Carmen Martínez relató su experiencia creativa: “Me di cuenta de que empezamos a someternos a una presión mediática excesiva, las redes sociales daban recetas de supervivencia y enfatizaban que debíamos ser productivos. Eso me causó ansiedad. El recetario que escribí incluye todo lo que no debemos hacer. No es un consejo, sino una hibridación lúdica que hace hincapié en que nadie sabe cómo sobrevivir a esta pandemia”.

Al final, Bladimir Tapia explicó que el poema que envió se instala en una visión social también: “El arte es una excelente manera de ayudar a la comunidad. Sobre todo, el arte que vive en la poesía que logra transmitir una enseñanza anímica o intelectual. Este libro será muy gratificante en ese sentido para una siguiente situación de contingencia”.