Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 Pedro de Alba
Biel está escalando una montaña dirigiéndose a un barranco porque cree rotundamente que no tiene un significado para existir más, mientras que Nil intenta alcanzarlo.
(En su mente): Nil, sé qué me escucharás, aunque no quiera que lo hagas, intentarás saber en qué melancólico lugar estoy y por qué llegué a esto, simplemente no me hallé un propósito, no sirvo para nada, toda mi vida he tratado de buscar cuál es mi propósito sin tener mucho éxito, viví tanto solo porque tenía la voluntad de hacerlo, porque anhelaba conseguirlo y creí que mi madre así hubiera querido, pero ya comprendí que no le importé, dejó este mundo sin siquiera luchar, sin pensar en que me quedaría solo, sin nadie que cuidará de mí; tuve que salir de ese infierno de lugar al que el mundo le llama orfanato y entonces te encontré a ti, la persona más atenta, dulce y alegre que he conocido y por unos instantes fui feliz, pero al poco tiempo me vi como una carga para ti, un estorbo, una piedra en el camino y no quiero que tu enorme llama de felicidad se apague porque yo esté contigo, así que, me despido de este mundo, sabiendo que no iré ni al cielo o infierno, hasta siempre… Nil…
(Biel se tira del barranco).
(En voz alta): Este es mi final, sé que nunca descansaré, pero ya lo acepté, al menos seré una carga menos para el mundo…
(Nil atrapa a Biel unos metros debajo de donde estaba).
Biel: ¡No! ¿Qué haces aquí?
Nil: Impidiendo esto.
Biel: ¿Por qué? Tú, mejor que nadie, debes saber que no tengo un propósito, nunca lo tuve, soy un completo estorbo y en especial para ti.
Nil: No, Biel, no eres un estorbo, sé que tu infancia fue un infierno, pero escapaste, decidiste no permanecer más tiempo ahí, has podido mantenerte hasta el día de hoy por tu propia cuenta y… si me dejas aquí sin ti, sentiré un enorme vacío. Biel, tú alegraste mi vida, el día que te conocí, vi a un chico que seguía de pie a pesar de sus desgracias y me cautivaste, gracias a ti mi vida se completó, pero se me partía mi corazón cuando empezabas a rendirte hasta darme cuenta cuáles eran tus intenciones, así que, por favor, no lo hagas, Biel, yo… te amo.
Biel: Lo siento mucho, yo también te amo… pero quiero hacerlo.
Nil: Está bien.
(Abraza a Biel y se tiran juntos).
Biel: ¿Por qué haces esto?
Nil: Si tú te vas, yo me iré contigo, pasar el resto de la eternidad en el purgatorio a tu lado será como estar en el paraíso, a diferencia de vivir el resto de mi vida sin ti, porque tú me complementas, mi querido, Biel, te veré en la otra vida…
Por: Edgar Serrano Oyorzabal
Buscar para encontrar, el libro que me acompaña
Por: Citlali Núñez Téllez
Oda a las cartas en un mundo efímero y digital