Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9
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¿Cuántas veces hemos tenido algún tipo de pensamiento que define a una persona con una etiqueta? Ver a una persona diferente o con ciertas características y ponerle una etiqueta, prestarle más atención a las imperfecciones de una persona que a sus virtudes, es algo que todxs hemos hecho, porque lamentablemente en nuestra sociedad eso es lo normal, poner etiquetas por cómo lucen, por cómo hablan, por cómo se comportan, por cómo se ríen y qué feo es juzgar a un libro por su portada, ¿no?
Si bien, en nuestra sociedad los estereotipos, o como a mí me gusta llamarle “etiquetas”, están sumamente presentes, desde pequeños hemos crecido con este tipo de ideas, un claro ejemplo que las generaciones de unos años atrás tenían, es asociar el color rosa con las ”niñas” y el azul con los ”niños”, este tipo de cosas es a lo que me refiero cuando nuestra sociedad desde pequeños nos acostumbran a adoptar estas conductas prejuiciosas.
Ahora preguntémonos a nosotros mismos, los invito a que se pongan a pensar un poquito más en el otro, ¿qué se siente que te pongan una etiqueta?, ¿alguna vez te ha pasado?, ¿cómo podemos detener esto? Estos comentarios lastiman, duelen e importan. Seamos empáticos por una vez, y dejemos de clasificarnos, dejemos de gastar nuestra energía en clasificar a las personas, en hacer menos o hacer más a alguien por simplemente ser seres humanos, personas, tan iguales pero tan diferentes a la vez.
¿Qué sientes cuando te miras al espejo? Cuando tu silueta invade el reflejo de tu alma y te miras, ¿con qué ojos lo haces?, ¿con qué ojos te ves? Te ves con los de una sociedad que pone etiquetas, que pone estereotipos, una sociedad donde como te ven te tratan, una que no ve el alma de la persona y simplemente se deja guiar por el reflejo de esta, el cuerpo. Tan perfectamente imperfectos, porque no conozco a nadie que al mirarse no encuentre un error, un defecto.
¿Qué seríamos sin esos defectos?, qué aburrido sería, lucir tan perfectos, sin ningún detalle que te haga sobresalir, porque aunque tú lo veas como una imperfección, muchas personas lo vemos como aquel detalle que te hace diferente, único. Porque de eso se trata, vernos con ojos de amor, ojos de amor propio. Alimenta tu alma, alimenta tu corazón, no gastes tu energía en juzgar a otros, en poner etiquetas, en odiar tus imperfecciones, cambia un poco de ángulo y mira tus imperfecciones con dulzura, acéptate, ámate, mírate al espejo y repite lo lindx que eres, sin importar qué digan los demás, sin importar qué etiqueta te pones.
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