Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Actualmente el tema de las votaciones ha estado en boca de todxs, en todos los medios de comunicación vemos noticias sobre las y los candidatos que estarán contendiendo por los cargos públicos en las elecciones de este año; las opiniones políticas están por todos lados, la gente empieza a manifestar abiertamente por qué personas votarán; pero aun así hay un sector poblacional que considera que votar no es algo primordial, un proceso por el cual no vale la pena esforzarse. En este caso me enfocaré un poco más en el sector joven al que pertenezco. Y siendo un estudiante de segundo semestre en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, este tema me atrapó por lo interesante y extenso que es.
A lo largo de las últimas semanas he escuchado varios testimonios sobre este proceso electoral, los que más llaman mi atención son de quienes dicen que no participarán en las próximas elecciones, todxs exponen diferentes argumentos, pero los que más suelo escuchar son: “¿Para qué voto si nada va a cambiar?”, “Todos los políticos son iguales”, “Yo voy a votar al que me dé más lana”, “¿Para qué voto si ya está decidido todo?”, “La verdad no sé nada de política y no me interesa”, “La democracia no existe”, entre muchos otros. En este escrito no me pondré a criticar estas ideas, sino a entenderlas.
Una herencia que dejará el sexenio a punto de terminar es la polarización. El país no había estado tan divido en materia de opinión política desde hace mucho, el mero hecho de dar tu opinión ocasiona un ataque de alguna persona con una opinión contraria, esto deja un ambiente muy tenso para todxs, en especial para la juventud, al ser un sector que apenas está entrando a la vida “adulta” y que está lidiando con todos los dilemas mentales y físicos que esto implica. Con esto en cuenta se entiende el por qué la política es mandada a un segundo plano.
Muchas veces nuestra opinión se ve influenciada por varios factores que hay en nuestro entorno, entre estos factores están nuestros padres, la escuela, los medios de comunicación, nuestras amistades, entre muchos otros. Todo esto ocasiona que se vuelva muy difícil poder crear un criterio propio, y más en esta etapa de nuestras vidas donde somos muy influenciables. La única manera posible de combatir todo esto es informándonos, aun cuando a veces puede ser una tarea algo tediosa, y más cuando es un tema que no nos interesa.
Se nos suele tachar muchas veces como una generación apática o desinteresada, argumentando que muchas veces no tomamos bando o postura frente a muchos temas políticos, pero yo no nos veo de esa manera, somos una generación que lamentablemente ha perdido la fe en los órganos democráticos y políticos de este país, debido a su ineficacia, por su corrupción y por todo el daño que le han hecho no solo a la población sino también al medio ambiente. Es entendible por qué mucha gente de mi generación ha perdido la esperanza en el cambio, no quieren caer en la mentira que sus padres y sus abuelos han caído cada seis años, pero tampoco quieren seguir con este sistema tan podrido, lo cual nos deja en un dilema muy difícil de resolver.
Habiendo dicho todo esto, en mi opinión la única manera que hay para cambiar toda esta situación es utilizando el mismo sistema que criticamos, el voto es la herramienta que tenemos como población para dar a conocer nuestra opinión, si no tomamos la riendas de la situación hoy no sabemos qué podría pasar mañana, sé que es difícil y más con los puntos mencionados anteriormente, pero esta clase de acciones son las que terminan moviendo a una generación, si no lo hacemos dejaremos todo esto en manos de la gente de siempre y terminaremos viviendo en el mismo mundo que hoy deseamos cambiar.
Siempre he pensado que nuestra generación no será la que cambie el mundo, ya que aún no estamos listos para dar ese gran salto, pero sí seremos quienes críen a los que sí, porque tenemos el potencial para poder crear una nueva corriente de pensamiento, la cual nos ayude a avanzar como sociedad; lastimosamente gran parte de mi generación aun cuenta con pensamientos retrógrados o de odio, haciendo muy difícil la tarea de un cambio a corto plazo, así que podemos ser la generación que sea recordada por iniciar una transformación social, aunque no seamos quienes la concreten. Somos la chispa que encenderá el fuego del cambio, es por eso que debemos actuar ya, si luchamos ahora, ¿eso nos garantiza un mejor mañana?, ¿o solo continuará con el ciclo de caos que llevamos siguiendo por años? No sabremos ninguna de las dos respuestas si no salimos y hacemos valer nuestro voto.
Te invito a informarte y votar por las opciones que a tu criterio sean las correctas, no dejes que nada ni nadie te influencie, y recuerda respetar la opinión de lxs demás. Espero que con este escrito al menos una persona haya cambiado de opinión y decida votar en las próximas elecciones, anhelo un futuro mejor para todxs, y amaría que lo construyéramos uniéndonos y no dividiéndonos.
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