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En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Celeste Ramírez Enríquez / Facultad de Artes y Diseño
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Alejandra Valentina Serrano Marroquín

Facultad de Estudios Superiores Aragón

Soy Valentina, me gusta leer, escribir y escuchar música. Tengo 18 años y estudio CYP, me gusta dibujar, tengo un perro que se llama Vanellope, 3 gatos, Gorda,Pelos y Valerio y mi hamster, Bingo. Soy feliz y está es una pequeña parte de lo que más disfruto hacer.

Políticas en resistencia

Número 13 / ABRIL - JUNIO 2024

Luchando contra la violencia patriarcal desde el Congreso de la Unión

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Alejandra Valentina Serrano Marroquín

Facultad de Estudios Superiores Aragón

En un esfuerzo por visibilizar la violencia política de género, Cynthia López Castro, diputada federal del PRI; Sabine Montaño, política del PRI; y las senadoras Olga Sánchez Cordero y Rocío Abreu, de MORENA, comparten sus experiencias y demandan acciones concretas para combatirla.

La violencia política de género se refiere a cualquier acto o conducta que cause daño o sufrimiento a una persona debido a su género y que tenga como objetivo limitar, anular o menoscabar sus derechos políticos, así como su participación equitativa en la vida política. Esto puede manifestarse de diversas formas, como el acoso sexual, discriminación, intimidación, difamación, amenazas, agresiones físicas o verbales, entre otros. La violencia política de género busca perpetuar el control y dominio sobre las mujeres en el ámbito político, dificultando su acceso a cargos de poder y decisiones políticas. Se presenta en cualquier partido y cargo político sin distinción.

Las legisladoras han encontrado el acoso como un obstáculo, tal es el caso de Cynthia López Castro, quien vivió acoso recién entró a la política: “acoso es algo que todas vivimos cuando entramos en la política; cuando yo tenía 19 años, un diputado federal me acosó y bueno, pues creo que a veces tristemente puede ser la novatada para todas las mujeres que entran en la política”. 

Sabine nos comparte que ha vivido acoso durante su trabajo en territorio: “a veces vas caminando en la calle y empiezan con los comentarios, chiflidos y piropos, pero son ofensas que transgreden”; Rocío Abreu nos comenta que vivió un secuestro: “la violencia política de género, independientemente, es un tema que hemos vivido sobre todo las mujeres en política. No estamos exentas de esto; yo la viví con mi gobernador, secuestrada para bajarme el Senado, y desgraciadamente es el día a día de las mujeres en la política”.

Desde comentarios condescendientes hasta amenazas directas, las mujeres políticas se enfrentan a una amplia gama de comportamientos intimidatorios que buscan desacreditar su capacidad y desalentar su involucramiento en la toma de decisiones. Este acoso no solo afecta el bienestar emocional y la seguridad personal de las mujeres políticas, sino que también tiene consecuencias negativas para la democracia al restringir la diversidad de perspectivas y experiencias en los procesos políticos. A pesar de ser de partidos opuestos y tener varios años de diferencia en trayectoria, Cynthia López Castro, Sabine Montaño y Rocío Abreu mencionan haber experimentado discriminación y enfrentado obstáculos específicos debido a su género. Todas relatan situaciones en las que fueron tratadas de manera diferente o enfrentaron prejuicios por ser mujeres en un entorno político dominado por hombres.

Sabine Montaño dice: “pues sí, la verdad es que justamente sobre todo lo que he vivido en territorio, que a lo mejor y lo hacen de manera sutil, pero el comentario de ‘es que eres joven’, ‘ay, es que eres mujer’ y ese tipo de situaciones donde a lo mejor ni siquiera te han dado la oportunidad de hablarles un poco de tu trabajo, pero comienza con esos comentarios. Estás teniendo un prejuicio en el que ni siquiera tú puedes tomar una decisión sobre lo que puedes mostrarle a las personas”. Cynthia López Castro al respecto cuenta: “las mujeres siempre vamos a ser tratadas distintamente y siempre nos va a costar el doble, entonces hay que estar demostrando todo el tiempo como mujer que eres competente, que puedes, que das el ancho, que aguantas el ritmo, entonces todo el tiempo, todos los días es aguantar, dar el ancho, hacer más. La política… pues al final empezó como un mundo de hombres y para las mujeres, el gran reto es estar en las posiciones de toma de decisiones, porque todo el tiempo tenemos que estar demostrando que podemos, que somos útiles, que damos el ancho y es muy demandante estar demostrando todo el tiempo, pero bueno, creo que es tiempo de mujeres”. Rocío Abreu dice: “las mujeres también hemos vivido prejuicios en política; antes el tema era que nada más nos daban la suplencia. Yo creo que este ha sido un tema de todas las mujeres; es una lucha de género para ir respaldando cada uno de los espacios”.

El género en la política sigue siendo un obstáculo significativo para la participación equitativa de las mujeres en los procesos democráticos. Las experiencias compartidas por Cynthia López Castro, Sabine Montaño y Rocío Abreu reflejan la persistente prevalencia de prejuicios y estereotipos de género en el ámbito político. Ante esta realidad, es crucial implementar medidas concretas que promuevan la igualdad de oportunidades y eliminen las barreras que enfrentan las mujeres en su camino hacia el liderazgo político. Hay temas que no solo involucran a un partido cuando de género se trata, pero lamentablemente, al presentar las iniciativas, esto no toma ningún papel y la llamada sororidad se queda solo en palabras sin una verdadera acción en favor de la igualdad de oportunidades. Tal fue el caso de una serie de iniciativas presentadas por la diputada federal Cynthia López Castro, las cuales eran en favor de oportunidades y por una toma de decisiones en donde se involucrara a las mujeres: “para un cambio necesario y obligatorio dentro de la Cámara, hay que reformar; fue una iniciativa mía de este período y no pasó, del periodo pasado y tampoco pasó para que forzosamente tenga que haber más coordinadoras mujeres, no solo coordinadores hombres. Además, necesitamos más presidentas de comisiones mujeres. Debería ser obligatorio y rotativo el género en la presidencia, por ejemplo, en la mesa directiva. Creo que debemos tener más coordinadoras y más vicecoordinadoras. Las mujeres están en un 80% de las comisiones sociales, pero no tanto en presupuesto, defensa o Gobernación. Necesitamos más mujeres en las Comisiones de Puntos Constitucionales, es decir, necesitamos más mujeres en las comisiones más relevantes de la cámara, y no solo en las comisiones de asuntos sociales que, si bien son relevantes, pues estamos en la toma de decisiones”.

Cynthia López Castro y Sabine Montaño coinciden en la necesidad de mayor solidaridad entre mujeres en la política. Reconocen que, aunque han habido avances, aún falta construir una verdadera sororidad que promueva el apoyo mutuo y la colaboración entre mujeres en la política. Sabine, desde la política local, cuenta: “han sido contadas las mujeres en las que hay una sororidad genuina fuera de palabras y con actos verdaderos, hay una construcción y trabajo en la que todas debemos intervenir y no vernos como competencia, porque muchas veces por situaciones externas falta una construcción, no generalizo, pero me ha pasado que tristemente como mujeres no deberíamos estarnos cuidando entre nosotras sino también ser un apoyo, muchas veces la violencia no solo tiene que implicar hombre hacia mujer, sino también puede ser mujer a mujer”. Cynthia, desde un ángulo federal, comparte: “yo creo que falta una verdadera solidaridad entre mujeres donde las mujeres caminemos con otras mujeres, es un gran reto, falta unirnos como mujeres para impulsar temas de mujeres, o leyes que nos competen, hace falta más solidaridad, más compañerismo y más apoyo entre mujeres. Muchas veces son las propias mujeres quienes perjudican otras mujeres, el gran reto es caminar como género unido en contra de este México patriarcal, donde la toma de decisiones sigue estando en manos de hombres. Ya tenemos la paridad, ahora el gran reto es cómo las mujeres están en los cargos de tomas de decisiones”.

Las entrevistadas nos comparten que muchas veces en el ambiente político quienes crean esta misoginia son las propias mujeres por verse en competencia en cuanto a oportunidades y adversarias hablando políticamente. Un caso es Layda Sansores con su programa Martes del Jaguar, donde en julio del 2022 amenazó a una legisladora priista (de oposición) con filtrar fotos íntimas. Al preguntarle, negó que esta actividad dentro de su gobierno propiciara la violencia política de género: “ellos la propician hacía mí, lo del incidente de las fotografías fue la propia legisladora quien salió a decir quién era, yo solo dije que tenía fotos de una legisladora”.

Martí Batres, actual jefe de Gobierno de la CDMX, reconoce la existencia de la violencia política de género y la necesidad de combatirla; unos días después de preguntarle sobre el tema respondió: “es sumamente importante que la violencia política de género esté tipificada para proteger a las mujeres que participan en la vida política”. La Diputada Federal Cynthia López Castro comparte con gran entusiasmo: “hoy tipificamos el tema de violencia política; todo el tiempo estamos siendo blancos, por eso hay que primero blindarnos ante la ley y después ir capacitando y compartiendo estos conceptos con los compañeros para que sepan que ya no se nos puede tratar como se nos ha tratado siempre, que dejen de mirarnos como el objeto de críticas, de prejuicios, desvalorizándonos y viéndonos como el sexo débil cuando no lo somos”. Olga Sánchez Cordero, al ser cuestionada, dijo: “normalmente hay violencias, aunque sean soterradas, pero ahí están”. ¿Será que con la nueva iniciativa ante la violencia política de género logremos aumentar espacios destinados para mujeres sin que sea solamente una cuota y lograr que desaparezca esa violencia soterrada?

Actualmente, aproximadamente el 49% de los cargos legislativos están ocupados por mujeres y la cifra disminuye cuando vemos que en su mayoría son suplencias o que estas mujeres están detrás de un hombre (como el caso Felipe Calderón y Margarita Zavala). La política estaba pensada para ser una actividad de hombres, pero al día de hoy es necesaria la participación de mujeres y se deben modificar cuestiones como, desde la protección, hasta los horarios de inclusión: “el reto para las mujeres es poder estar en la toma de decisiones; combinar la vida personal y profesional es mucha demanda en horarios, y necesitamos que la política también esté hecha para horarios de mujeres, para mujeres que tienen hijos, para embarazadas”, nos dijo Cynthia López Castro. 

La violencia política de género es un problema sistemático que pervive en diversas sociedades y que obstaculiza el pleno ejercicio de los derechos políticos de las mujeres. Es fundamental reconocer el coraje y valentía de las mujeres que desafían estas barreras para lograr que tengamos una representación dentro de la política y vayan abriendo espacios para las nuevas generaciones.