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Nuestra comunidad universitaria es muy amplia, conozcámonos más.
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DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM
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Lorena Jiménez

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Estudia periodismo y trabaja en Forbes México; ha sido profesora adjunta, y su mayor pasión es hacer documentales y molestar a su gato con muchos apapachos.

Lxs jóvenes, la clave para sanar las secuelas de la COVID-19

Número 5 / ABRIL - JUNIO 2022

Pese a que las juventudes de México fueron paralizadas por la pandemia del COVID-19, el regreso a clases, aunque adverso, es una oportunidad para regenerar a nuestro país

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Lorena Jiménez

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

No podemos dimensionar el impacto real de la pandemia en México y el mundo hasta que pasen muchos años más, sin embargo, entre la deserción escolar, la ausencia de interacción social y un campo laboral que se percibe como una esfera cada vez más cerrada, se complica el panorama del sector con más energía y potencial de aprendizaje: los jóvenes.

Mientras escribo este texto, han pasado 469 días de pandemia por la COVID-19 y este periodo escolar online se resume en cámaras apagadas, lo que se traduce en una ausencia que tendrá repercusiones en el futuro social, económico  y cultural de nuestro país y el mundo.

Hasta antes de la pandemia, ya existían jóvenes que debido a la maternidad a temprana edad, la falta de recursos económicos o de tiempo y un constante debate entre la vida y el hambre, definían si podían acceder a un derecho humano básico: estudiar.

Hoy en día, no solamente se agudizaron las problemáticas que llevaron a los jóvenes a desertar de sus estudios, también el hecho de que la casa se convirtiera en un hospital, escuela, oficina y centro de recreación, detonó un segundo tipo de deserción escolar: las cámaras apagadas y los micrófonos inhabilitados que nunca son encendidos.

Existe una delgada línea entre los alumnos que se ven obligados a no encender su cámara o micrófono por pena a evidenciar un hogar con falta de recursos económicos, y los alumnos que simplemente abren un link de una clase y deciden no estar frente a sus computadoras o dispositivos móviles.

La tragedia por la COVID-19 ha dado un golpe bajo a las escuelas que ya arrastraban  profundos rezagos y brechas académicas, lo que tiene como consecuencia a más de cinco millones de personas analfabetas.

Los retratos de las escuelas  públicas en México enmarcan la ausencia de papel higiénico y agua en los baños de las escuelas, el hacinamiento y sobrecupo en las aulas, sin hablar de las bolsas de plástico, maderas o láminas que son más bien paredes de las aulas en escuelas rurales, por lo que el regreso a clases se considera cuestionable.

Mientras tanto, en las aulas virtuales, el papel de los maestros durante este confinamiento ha sido fundamental pero, sobre todo, complicado, pues generar empatía con un grupo que solía estar sentado en pupitres, se vuelve una tarea difícil cuando se generan dinámicas de participaciones activas y al pedir opiniones, la única respuesta que se recibe es un silencio incómodo.

En la UNAM, reportes de la universidad arrojaron que más de 8 mil estudiantes desertaron por la pandemia, mientras que el INEGI documentó que más de 5.2 millones de alumnos desertaron en el ciclo escolar 2020-21 en todo México.

La nueva anormalidad

Después de más de un año de la pandemia y 35 millones de vacunas aplicadas en México, en marzo del 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un regreso escalonado a clases.

Justo cuando ya teníamos una normalidad establecida que incluía quedarse en casa el mayor tiempo posible, la idea de levantarse dos horas antes de nuestra cita en las aulas y trasladarnos a nuestras escuelas generó ansiedad en la comunidad universitaria que no ha sido vacunada.

Entre las pérdidas de familiares, amigos, maestros, colegas y conocidos, la ruptura en la cotidianeidad que hemos vivido y el aislamiento social, más de 32.9 millones de estudiantes, de los que 349 mil 515 forman parte de la UNAM, estaban por volver a un regreso a clases histórico bajo un panorama de que la cifra de mexicanos con depresión debido a la pandemia pasó de 5% a 25% en un año de acuerdo con la Asociación Psiquiátrica Mexicana.

Me Zoomgradué… ¿y ahora qué?

Durante la pandemia, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y las Facultades de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán y Acatlán registraron el mayor número de bajas. Pese a los esfuerzos de la FCPyS por implementar nuevas modalidades de titulación, la comunidad universitaria justifica la falta de titulación con que no es necesario obtener este grado académico para ejercer carreras de humanidades.

Mientras tanto, la pandemia ha dejado sin título a más de 7 mil alumnos debido a las afectaciones en sus trámites por la contingencia, sin embargo, durante junio del 2020, la UNAM reportó la titulación de 110 estudiantes vía remota pese a las complicaciones pandémicas.

De acuerdo con el INEGI, hay más de 2.8 millones de mexicanos desempleados  debido a la pandemia y el retroceso económico al que se enfrenta el país, lo que dificulta la inserción laboral de las generaciones recién graduadas que buscan empleos en México, muchas veces, el carecer de un título universitario complica esta inserción.

En un país donde 4 de cada 10 jóvenes son pobres de acuerdo con el CONEVAL, los millenials y la generación Z han sido catalogadas como las generaciones más endeudadas y sin vivienda ya que son quienes viven el gran colapso de la economía a nivel mundial.

En México, a los más jóvenes se les ha etiquetado como “los menos vulnerables frente a la pandemia”, posicionándose como los últimos en la fila de más de 100 millones de habitantes para ser vacunados. El panorama ha hecho sentir a la comunidad desmotivación en una de las etapas de vida donde la energía y capacidad de aprender están a flor de piel, mismas características que serán la mejor arma para resistir frente a esta crisis con esa resiliencia que tanto caracteriza a los mexicanos.

Y pese a todo, es en los jóvenes donde se deposita la esperanza de movilizar a un país cuyas secuelas a consecuencia de la COVID-19 se harán cada vez más notables.

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