Escuela Nacional de Trabajo Social
Escuela Nacional de Trabajo Social
Es muy común encontrar historias de discriminación que violentan los derechos y la dignidad de un grupo de personas o individuos en particular (en este momento es probable que el lector tenga un ejemplo en mente), esto se convierte en una práctica peligrosa debido a que a mediano o largo plazo, puede provocar la muerte de la persona.
A pesar de los grandes saltos que ha dado la sociedad en materia de inclusión y defensa de los derechos humanos, hay quien llega a pensar que es extremista hablar sobre la muerte física como consecuencia de la discriminación y la estigmatización, sin embargo es evidente que aún existe un camino muy largo por recorrer en la inclusión, esto se refleja desde núcleos sociales tan extensos como lo es el campo laboral o el transporte público, hasta núcleos mas íntimos (y catalogados como más seguros) como lo son la familia o amistades cercanas; La muerte social según Ávila Sánchez, (2010), se distingue en estos grupos con un crecimiento gradual, inicia con comentarios excluyentes o discriminatorios, evoluciona con prohibiciones y limitaciones basadas en el estigma que es depositado en el sujeto por terceras personas o por el pensamiento colectivo, y en los casos más extremos llegamos a ella.
Pero… ¿qué es la muerte social?
La muerte social es un fenómeno discriminatorio el cual se caracteriza por mostrar un rechazo a las personas percibidas como diferentes siendo estigmatizadas convirtiéndose en una amenaza, no aptas para convivir o desarrollarse en un grupo social. La persona estigmatizada se ve atrapada en un círculo vicioso en el cual es presentado como una persona con cierta deficiencia o infravalorado por lo tanto es etiquetada y marcada con significantes negativos por el colectivo sin brindar oportunidades de superación, teniendo un efecto de abandono de la comunidad que impulsa la búsqueda de pares para crear nuevos vínculos, pero en caso de fallar se provoca un rezago social muy difícil de superar en solitario.
Es un fenómeno muy similar al exilio que en sus tiempos era considerado como el castigo más temido por los antiguos griegos (Ajenjo González), que si bien antes tenía connotaciones políticas solamente, al día de hoy, lo hemos convertido en la vida cotidiana a formas de violencia como lo que hoy puede ser “la ley del hielo” (ignorar de manera voluntaria y negar la existencia del otro), cuando es replicada de manera constante por distintos grupos de personas hacia un mismo individuo, este sufre del exilio de su comunidad y de sus nexos sociales, por lo tanto cae en la muerte social, que en casos extremos, está basada en el odio que genera depresión en el señalado y que deriva en muerte física, sea por asesinato o suicidio. En palabras del poeta Guatemalteco Marco Antonio Flores en su poema “Las sillas solitarias”:
El exilio es quedarse sin presente,
sin cielo, sin amigos,
sin volcanes custodios,
sin cargas familiares,
sin voces conocidas,
sin casa, sin calles infantiles,
sin saludos.
Acciones a tomar en cuenta
La propuesta principal para salir de este tipo de situaciones, se fundamenta a través de la cultura, ya que cuando una persona busca mostrar sus talentos, es más sencillo a través de la expresión de los sentidos y la percepción de la belleza, a través de la pintura, una canción o un poema, debido a que, este producto no lleva la carga estigmatizada que la persona antes tenía, brindando así una constante oportunidad de hacer crecer los vínculos y relaciones sociales.
Esta propuesta nace desde teorías como lo es el meta-modelo de intervención llamado ECO-5 planteado por Machín, Juan (2021), los elementos esenciales de este meta-modelo son:
1.-Epistemología de la Complejidad
2.-Ética Comunitaria
3.-Estética Colectiva de liberación
4.-Erotica Corporizada
5.-Ecología Convivencial
Este modelo inspiró el proyecto de la “Estética Colectiva Liberadora” en la Escuela Nacional de Trabajo Social con apoyo del Mtro. Manuel Velasco lo cual nos ha permitido como estudiantes tomar los espacios institucionales y abrirlos a la población estudiantil con inquietudes artísticas, y con necesidades de comunicar situaciones de gran importancia social como el género, la discriminación y los derechos humanos por mencionar algunas, por esto se invita a la comunidad a re-pensar los espacios institucionales en beneficio del estudiantado.
La violencia sistémica es un problema difícil de resolver debido a que muchas ocasiones no es visibilizada, y en este caso podemos observar situaciones estructurales que provocan su réplica, por suerte aún podemos luchar contra ella con herramientas basadas en la estética como el arte, la creatividad, la innovación y la participación, aun con esas personas representadas como “diferentes”, generando más espacios de expresión y reinventando la cultura actual, como instrumento de visibilización donde todos quepamos.
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3 Responses
Magnífico artículo de un joven inquieto e inteligente!! Me hace pensar en las 3 desafortunadas muertes que puede tener una persona o un colectivo: física, psicológica y social.
La inclusión de la propuesta del ECO 5 es muy oportuna pues si, la cultura, el arte salvan también. Mientras podamos poner en palabras, en imágenes, en movimiento lo que gozamos y sufrimos, se alejara la posibilidad del síntoma y las enfermedades que nos llevan a esas muertes. Viva la vida! Felicitaciones al autor y a las voces que lo enriquecen.
“La muerte social, antojado, antojada por antivirtudes”. Gracias por el aporte, felicidades.
Excitante