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Nuestra comunidad universitaria es muy amplia, conozcámonos más.
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RODOLFO ANGULO/CUARTOSCURO.COM
Kenia Valeria Cuevas González

Kenia Valeria Cuevas González

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo

Semblanza

¿Informar, entretener y educar?

Número 2 / JULIO - SEPTIEMBRE 2021

Hay desinformación e ignorancia en la sociedad como consecuencia de la TV, redes sociales e internet

Kenia Valeria Cuevas González

Kenia Valeria Cuevas González

Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo

Al Homo Sapiens se le puede denominar hoy como “racional”, lo que quiere decir que se diferencia de los demás seres vivos debido a que somos seres pensantes, con la capacidad de analizar y reflexionar. Esto podría considerarse una ventaja por encima de las demás especies y sistemas biológicos. “El Homo Sapiens que, a diferencia de los animales irracionales, que se comunican mediante señales, posee un lenguaje capaz de hablar consigo mismo, reflexionar sobre lo que dice y no sólo comunica lo que dice, sino también piensa”. (Giovanni Sartori, 1997).

Es cierto que como seres humanos tenemos un nivel intelectual y un conjunto de  conocimientos que nos permiten reflexionar. Nuestra inteligencia se irá desarrollando o en cierto punto disminuyendo a lo largo de nuestra vida. En el entorno actual contamos con diversos medios de comunicación que nos proporcionan información, pero ésta no equivale a conocimiento, lo que quiere decir que no porque tengamos estos datos en nuestras manos significa que la comprendemos adecuadamente. Además, cabe destacar que no siempre corroboramos que dicha información sea verídica y que provenga de fuentes confiables.

La televisión, y especialmente las redes sociales y el internet, hoy hacen funcionar al mundo. Nos brindan muchos beneficios y facilitan nuestras actividades cotidianas; sin embargo, como seres pensantes debemos percatarnos de que pueden ser un arma de doble filo, ya que así como nos proporcionan entretenimiento y distracción, podrían hacernos cada vez más ignorantes, perezosos y desinformados… sin darnos cuenta.

“El acceso sin control, el anonimato y la falta de regulación para publicar en internet causa que los contenidos disponibles en esta red muchas veces carezcan de rigor, confiabilidad y credibilidad, lo que genera más desinformación que la construcción de una inteligencia colectiva” (Francisco Gómez, 2013).

La desinformación es el resultado de la información errónea o manipulada. Es muy fácil hoy en día el encontrar sitios web que nos brindan información de cualquier tema; no obstante, la mayoría de los autores de las páginas queda en el anonimato y no sabemos con certeza si esta información es real o si tiene validez alguna. Algo parecido pasa con las fake news, las cuales se pueden definir como información errónea que se difunde por redes sociales y se pone fuera de contexto para lograr beneficios propios y causar morbo, pueden llegar a hacerse virales y afectar a terceros.

Es cierto que la televisión ha perdido poder sobre la sociedad, ya que con la llegada de internet y el entretenimiento personalizado se vio desplazada como medio de comunicación, hasta llegar a tener un cierto público de un rango de edad que son sus principales televidentes. Se dice que la televisión tiene tres principales propósitos: informar, entretener y educar.

Se pensaría que al encontrarnos en la era digital, la población estaría mejor informada, ya que tenemos un fácil acceso a todo tipo de contenido en internet. De igual manera, la televisión nos brinda noticias de primera mano que, aparentemente, son muy relevantes. Algunas personas mencionan que ver la televisión y las noticias te mantendrán informado, pero dicha información será relevante para cada persona dependiendo si eso se ajusta a sus creencias, valores y si satisface sus necesidades de adquirir conocimientos e “informarse”.

Tanto la televisión como el mundo multimedia son considerados medios de comunicación, pero tienen diferentes características y son más usados por cierto público. La televisión emite contenido audiovisual que no recibe retroalimentación por parte del espectador. Por otro lado, las redes sociales nos brindan información de todo tipo en imágenes, textos, contenido audiovisual, promueve la interacción y el diálogo entre sus usuarios.

Las redes sociales hoy nos dan una experiencia personalizada. Internet podrá ser positivo o negativo dependiendo del uso que se le dé. Una persona que invierta su tiempo en consultar información, adquiriendo conocimientos de fuentes confiables y enriqueciendo su cultura, le estará dando un buen uso a este medio; en cambio, las personas que sólo busquen perder el tiempo consumiendo contenido que no le aporte nada estarán haciendo un mal uso.

“¿Internet producirá crecimiento cultural entre los hombres? En teoría esto debería de ser así, el problema es que el niño de tres años que se inicia con la televisión carece de interés cognoscitivo y no está sensibilizado para la abstracción; internet podría ayudar a que este homo videns ya formado con la televisión salga de ese mundo de imágenes, ¿pero cuántos lograrán esto?” (Giovanni Sartori, 1997).

Hoy estamos empobrecidos en la capacidad de entender, no sabemos buscar buena información ni elaborar una investigación. Esto se debe a la facilidad que tenemos de buscar en páginas web. Como estudiante es muy fácil copiar y pegar en un archivo información de la primera página que encontramos y que no leímos. Preferimos irnos por lo fácil, a costa de nuestro aprendizaje y capacidad de entender. Otro ejemplo son las nuevas generaciones. Los niños de dos años ya saben cómo funciona un celular y saben que con él podrán entretenerse. Para distraerlos, sus papás les ponen videos o juegos en el dispositivo sin saber el daños que les estarán haciendo a largo plazo. Desde pequeños se les inculca la cultura del ocio y, sin darse cuenta, se vuelven un video-niño que de igual manera es capaz de permanecer frente al televisor por horas recibiendo estímulos audiovisuales.

De acuerdo con el Diccionario del Instituto Nacional de Estudios Políticos, A.C. , un líder de opinión es “una persona u organización capaz de ejercer influencia sobre las actitudes o la conducta de otros individuos, en forma deliberada, hacia ciertas formas de pensar o de actuar, cuyos puntos de vista son tomados como modelo por un grupo social o una comunidad”.

Los influencers pueden ser considerados un tipo de líderes de opinión, ya que son capaces de influir en nuestro pensar e incluso al momento de tomar una postura acerca de algún tema. Ellos comparten información y su punto de vista sobre alguna situación, lo cual no es malo, pero hay que ser seres críticos y no creer todo lo que se dice, ya que puede ser otro tipo de desinformación por no corroborar y conformarnos por lo que dicen estos formadores de opinión. La opinión pública es un fenómeno de la comunicación humana que no es estático” (Rivadeneira 1995:5).

En el caso de la televisión, los noticieros suelen perder el sentido real de la información. Uno de sus principales propósitos es informar, pero a veces disfrazan contenido con estrategias de entretenimiento que no permiten que el televidente adquiera información valiosa. Los noticieros ocupan el tiempo al aire en transmitir diferentes secciones. Realmente el tiempo que tienen para informar sobre temas importantes es muy corto, lo hacen en pequeñas cápsulas y de manera superficial. Todo esto sin contar el tiempo tan extenso de comerciales.

Esta situación es común desde hace décadas. Para la sociedad no es sencillo percatarse de ello, ya que es la estructura televisiva que siempre se nos ha presentado y además al gobierno le conviene tener un pueblo ignorante y desinformado. Es por eso que cuando se hacen marchas o protestas se le da más énfasis a la criminalización de los movimientos y no al contexto de lo que se exige. Podemos decir que la persona que haga su único medio de “información” a los noticieros de televisión abierta, tenderá a seguir el mismo pensamiento emitido por éstos, además de centrar su atención en ese medio televisivo y no optar por otros que pueden proporcionar información mejor y desde otro punto de vista.

Hace décadas la gente solía estar mejor informada, ya que tenía la cultura de la lectura. Para hacer alguna tarea o investigación recurrían a bibliotecas, además del uso cotidiano del periódico como medio de información.. Desde la llegada de la “caja tonta”, la gente empezó a centrarse en su contenido audiovisual de entretenimiento disfrazado de noticias e “información importante”.

Ahora en el siglo XXI las redes sociales y el internet son el principal medio de comunicación, llegando a generaciones de edades pequeñas y haciendo que desde niños practiquen la cultura del ocio. El fácil acceso y sin control a la información hace que no la comprendamos y no nos esforcemos por hacer una mejor búsqueda, además que las fake news propician la desinformación. Es por eso que debemos aprender a buscar en páginas confiables que tengan contenido que nos enriquezca como personas, fomentar el hábito de la lectura e indagar en libros y periódicos si necesitamos saber acerca de algún tema. Paulatinamente debemos romper con nuestra cadena social de ignorancia y desinformación televisiva y multimedia.

Referencias

Gómez, F. (2013). Desinformación en Internet y hegemonía en redes sociales. Biblat. Revista Gestión de Las Personas Y Tecnología, 16, 39–53. Universidad UNIACC, Chile. httpss://biblat.unam.mx/es/revista/revista-gestion-de-las-personas-y-tecnologia/articulo/desinformacion-en-internet-y-hegemonia-en-redes-sociales

‌Acevedo, C. (31 Mayo 2021). ¿Qué son las fake news? UNAM Global; UNAM Global. httpss://unamglobal.unam.mx/que-son-las-fake-news/

Echeverría, N. (2014). La opinión pública en la era de la información. Propuesta teórico-metodológica para su análisis en México. Revista Mexicana de Opinión Pública, 0(17). https://www.revistas.unam.mx/index.php/rmop/article/view/45398

Sartori, G. (1997). Homo videns.La  sociedad teledirigida. Editorial Taurus. 106 pag. httpss://correocchunam.sharepoint.com/:u:/r/sites/TallerdeComunicacin673/Materiales%20de%20clase/Homo%20Videms/Homo_videns_La_sociedad_teledirigida_Giovanni_Sartori.mobi?csf=1&web=1

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