Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.Esta ventana es para mirar dentro de nosotrxs a través del arte y la creatividad.
"Somos uno"
Diana Lisette Vazquez Nicacio
(Ilustración seleccionada)
El poeta Bladimir Tapia, nos ofrece este poema introspectivo y nostálgico sobre la pandemia, que sobresale por su contundente mensaje de esperanza en una época desesperanzada.
Bladimir Tapia
Primer Lugar, consurso Miradas artísticas sobre la pandemia: de la paranoia a la solidaridad
Encuentro y retorno
Salir a la calle,
calle honda,
indeleble calle,
líneas que se curvan,
calle visceral,
dónde cruzan los sueños,
de albores tristes
y tardes remotas,
llena de voces,
de ángeles geriátricos que
piden auxilio.
Salir a desempacar la sombra,
a deambular el hambre,
andar sin frac, con el alma a tientas
reconociendo el laberinto.
Todo vibra en silencio;
como las moscas olfateando el manso testuz,
o la metrópolis de hormigas obreras,
se oye el céfiro cantar de la marea
y no hay huellas relamiéndose en las olas.
No pugna la primavera su estacional,
no revientan los geranios,
no despunta la esperanza de agua lubrica.
se fueron sin decir adiós;
Puerto abandonado, puerto de pérgolas
y almendros agrios,
puerto astillado por la sequía.
Se oye entre mormullos,
“saldremos del vado”
Se respira el viento del mañana,
volverán aquellos días
de furor y dicha,
regresaran en parvada los que se fueron
ha empollar la riqueza,
en la plaza colonial redoblaran las campanas,
se escuchará entre murmullos extranjeros:
“this is life, we return to paradise"
Encuentro y retorno
Encuentro y retorno
Salir a la calle,
calle honda,
indeleble calle,
líneas que se curvan,
calle visceral,
dónde cruzan los sueños,
de albores tristes
y tardes remotas,
llena de voces,
de ángeles geriátricos que
piden auxilio.
Salir a desempacar la sombra,
a deambular el hambre,
andar sin frac, con el alma a tientas
reconociendo el laberinto.
Todo vibra en silencio;
como las moscas olfateando el manso testuz,
o la metrópolis de hormigas obreras,
se oye el céfiro cantar de la marea
y no hay huellas relamiéndose en las olas.
No pugna la primavera su estacional,
no revientan los geranios,
no despunta la esperanza de agua lubrica.
se fueron sin decir adiós;
Puerto abandonado, puerto de pérgolas
y almendros agrios,
puerto astillado por la sequía.
Se oye entre mormullos,
“saldremos del vado”
Se respira el viento del mañana,
volverán aquellos días
de furor y dicha,
regresaran en parvada los que se fueron
ha empollar la riqueza,
en la plaza colonial redoblaran las campanas,
se escuchará entre murmullos extranjeros:
“this is life, we return to paradise”
Salir a la calle,
calle honda,
indeleble calle,
líneas que se curvan,
calle visceral,
dónde cruzan los sueños,
de albores tristes
y tardes remotas,
llena de voces,
de ángeles geriátricos que
piden auxilio.
Salir a desempacar la sombra,
a deambular el hambre,
andar sin frac, con el alma a tientas
reconociendo el laberinto.
Todo vibra en silencio;
como las moscas olfateando el manso testuz,
o la metrópolis de hormigas obreras,
se oye el céfiro cantar de la marea
y no hay huellas relamiéndose en las olas.
No pugna la primavera su estacional,
no revientan los geranios,
no despunta la esperanza de agua lubrica.
se fueron sin decir adiós;
Puerto abandonado, puerto de pérgolas
y almendros agrios,
puerto astillado por la sequía.
Se oye entre mormullos,
“saldremos del vado”
Se respira el viento del mañana,
volverán aquellos días
de furor y dicha,
regresaran en parvada los que se fueron
ha empollar la riqueza,
en la plaza colonial redoblaran las campanas,
se escuchará entre murmullos extranjeros:
“this is life, we return to paradise”
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1 Comentario
Simplemente extraordinario. Un poema que te deja esa sensación de nostalgia por esa ciudad que se nos fue. Pero alentador por qué vamos a recuperarla pronto