Facultad de Filosofía y Letras
Era tarde, el profesor habló una vez más y me sacó de mis pensamientos, sólo hizo una pregunta para ello. Entre tanto abucheo, yo sentía como si estuviese en otro lugar, como si volviera a ese entonces que aquí contaré.
La primera ocasión sólo hablaba, lo hacía sin parar, me daba miedo cuando escuchaba lo que decía: no sólo hablaba de autolesiones o bromas pesadas, sino que me pedía que lastimara personas, él quería ver sangre y violencia.
No sabía qué era y nunca vi su forma real, sólo sabía que no era de aquí, que siempre estaba presente… y que me miraba desde esa esquina oscura de mi cuarto. Sentía que me acechaba, pero no se acercaba lo suficiente como para lastimarme, luego de escuchar ciertas oraciones creí que se había ido, así pasaron años hasta que apareció de nuevo, entonces tomó forma de mi familia; mi hermana que era aún muy pequeña se veía como ella, pero no lo era. Ella y él se quedaron junto a mi cama, hacían señas, pero nuevamente no se acercaron más , después fue mediante un pariente que me saludaba desde el marco de la puerta y traía un disfraz ridículo, sólo se quedó mirando hasta que me tape de nuevo con las sábanas…
–¿Qué o quién es su monstruo?–, preguntó de nuevo, y luego muchos hablaron de experiencias de cuando eran chicos, decían que no les volvió a suceder algo así, pero entonces ¿por qué a mí me seguía persiguiendo esta criatura?
Siento su presencia cuando las luces se apagan, cuando me quedo sola en la planta baja, seguramente se ríe, se burla a carcajadas. Han pasado años, pero sigo huyendo de él, volvió a entrar a mi cuarto, pero está vez se acercó, estaba tan cerca que me miraba en mi cama, como si estuviera recargado sobre ella, esta vez tenía una figura femenina cabello largo y la cara destrozada.
Al final mi padre dijo que lo había visto antes deambulando por la casa, aunque no ha vuelto a molestarme. Sin embargo, temo aún que salga de algún lugar oscuro, que se ría en mi cara, que me diga que todo este tiempo fue divertido y que siga junto a mí más tiempo.
Finalmente regresé, esa sensación de estar en otro lugar se fue, y pude hablar de nuevo.
-Sólo es mi mente, o eso quiero creer…– Dicen que con los años la mente modifica recuerdos, sólo espero que lo que viví no haya pasado, esa fue mi respuesta a su pregunta.
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