En donde hay oscuridad, donde lo único que ilumina son las estrellas del firmamento, existió una vez un niño perdido en ese bosque, donde sólo encontraba un pequeña luz que lo ayudaba pasar la noches. Ahí donde las estrellas eran lo único que iluminaba el niño creció. Poco a poco se formó un nombre y se transformó en hombre y por arte de magia una vela apareció para así iluminar más su camino. Esta vela se derretía en sus manos y lo quemaba, pero valía más ese dolor por tener aquella luz que lo iluminaba .

El tiempo pasó y el niño se convirtió en un hombre. Así con la luz de su vela pudo ver a otro chaval  con la misma oscuridad que la de él sobre sus hombros, así que lo acogió y le enseño todo lo que sabía: le enseño cómo combatir a aquellos que apagaban la luz de las personas, le puso el alias de un pájaro para este momento, pero como pasó con el primero, el tiempo fue pasando y el momento había llegado el momento de pasar la vela para que así ese chico encontrara su propia camino, su propio destino: la vela lo alumbraría en ese proceso, pues ya estaba preparado para el paso..

Y así pasaron con otros dos chicos, cada vez que la vela cambiaba de portador era todo un dolor para lo demás, porque en el proceso de que la pequeña ave cambiara a ser algo más se enfrentaba a peleas, crisis de identidad y más , esto por querer buscar su propio camino en la oscuridad.

Y el cuarto niño no fue la excepción, solo que en él las cosas más difíciles fueron, pues el lado materno que tanto estuvo suprimiendo, por fin salió a la luz: muchos lo juzgaron y lo acusaron de todo lo malo que se les podía ocurrir pero no veía que lo que pasaba en él, que era quien ya empezaba a buscar su propio camino, su propio sendero, aunque si ese proceso podía ser doloroso era solo un preparación para cuando la vela pasara a sus manos para que así iniciara sus propio camino, para que escogiera sus propio destino.

Aunque la verdad es que nadie quería que ese momento llegara, y menos tan rápido, pues con tan solo 13 años y ya era momento de dejarlo ir, ya era momento de dejarlo partir para que descubriera cuales eran los planes que tenía el universo preparado para él; todos tenían miedo de lo que le pudiera pasar con esa barra de cera en las manos de aquel, y más temían de lo que pasaría antes de ese momento que la vela estuviera en sus manos.

Pero todos tenían que entender que ya era el momento, el momento de decir un adiós por un tiempo a este chico pues le tocaba tomar su propio camino y encender su propio sendero, en el que, tendrá victorias y fallos, pero después eso aprendería a pararse, porque el momento de pasar la vela había llegado, tal vez con todo el con todo el dolor del mundo, pero ya lo era el momento en el que el chico se tendría que separar de ese círculo que siempre lo ha guiado para así empezar buscar su propio camino.

Porque el pasar la vela es todo un proceso que pasas para que alguien te ayude con la iluminación de tu camino,  que te toque a ti iluminar tu propio camino, Porque el pasar de la vela significa que es tu momento de escoger qué es lo que será de tu vida, es el momento en el cual te separas de los demás para encontrar tu propio destino, porque es tu momento. Tú ya serás el que cargue con la vela, de ti dependerá de que estas no se apague y te dejE a oscuras , de ti y nadie más, porque el pasar de la vela es el momento en el cual tú ya eres dueño de tu propio destino: ya no habrá nadie detrás de ti diciéndote lo que es bueno y lo que es malo, ya es tu momento de que tú sepas eso, de que tú veas que es lo correcto y lo errado, es momento de tú vela te queme las manos y te enseñe el verdadero dolor de la vida y de que te enseñe tu camino que si es separado de todo aquellos que en un momento te criaron, pero que tarde o temprano volverás a ver.

Porque el pasar de la vela es el momento en el que te encargas de tu destino, es el momento en el cual ya eliges tu propio camino.

NOTA : Historia basada en el personaje  clik aquí y aquí para estár más en contexto de la historia