FES Acatlán
FES Acatlán
Noches de turbulencias, noches húmedas llenas de penumbra, noches que me recuerdan a ti en un suspiro profundo.
Inhalo aire frío que me deja sin aliento, esperando que en lo profundo de mi ser, esa sensación no vuelva a aparecer, haciendo que mi corazón se agite fuertemente.
Oprimo mi pecho nostálgicamente y con esperanza, anhelando sentir algo cálido pero es casi imposible, ya que al no ver tu silueta, me siento desolada y sin arreglo alguno.
Maldigo cada noche en la que me acecha la sombra de tu recuerdo, que me busca cada vez que sopeso mi soledad infinita haciendo retumbar, en lo más profundo de mi mente, el eco de tu dulce y firme voz, provocando que una vez más, que añore tu sonrisa, tus besos y caricias, grabadas en mi piel como si fuesen un tatuaje.
Eres el peor miedo e intriga, dado que eres tan imposible e impredecible, eres una cosa de destino o azar.
Fuiste la tormenta de mi vida, haciendo de ella un tormento y aún así, deseo tenerte en vez de temerte por el demoledor hecho de amarte sin condiciones, pero sí con ataduras, ya que son lo único que me unen y me recuerdan a lo que alguna vez fuimos.
Por Armando Arteaga
Cuatro pasos infalibles para lograr la misiva perfecta
Por María Esther González Paredes
De las fronteras entre el cuerpo, el otrx y el universo
Por Diana Laura Yáñez Toro
Sobre el amor a las abuelas y las amistades que duran toda la vida