Es difícil dejar atrás una etapa tan importante en nuestras vidas como la preparatoria para dar paso a un nuevo capítulo, la universidad. Lady Bird puede ayudar a reflexionar cómo estás viviendo este momento y qué experiencias te gustaría, o no, recordar en este cierre. La historia nos narra la vida de Christine (Lady Bird), una chica que se halla en su último año de preparatoria, tiene roces constantes con su madre y quiere mudarse a Nueva York para estudiar la universidad y escapar del “aburrido” Sacramento, California. En la película nos sumergimos en su día a día, sus complicaciones financieras, sus romances, desamores, amistades e interacciones familiares que pueden llegar a asemejarse a experiencias que probablemente hayas vivido.

Inspiraciones

Greta Gerwing, a quien tal vez conoces por Mujercitas o Barbie, debuta como directora en esta película, donde utiliza elementos de su vida para crear una historia conmovedora y envolvente que habla por sí misma, y si bien hay bastantes similitudes, no es la vida real de la directora. Según IndieWire, Gerwig aclaró en una conferencia en el New York Film Festival que “nada en la película literalmente sucedió en mi vida, pero tiene un núcleo de verdad que resuena con lo que sé”. Tanto la directora, como Christine, Lady Bird, el personaje, comparten el lugar de nacimiento, las ocupaciones de los padres, así como el colegio católico y la mudanza a Nueva York para la escuela superior. En este filme Gerwig plasma su amor a su ciudad natal a través de los paisajes y encuadres que se nos muestran cuando Lady Bird conduce a través de Sacramento. Es por estas similitudes que el sentimiento de amor hacia nuestro hogar se transmite de manera palpable y podemos conectar con la película.

Personajes reales

Todos los personajes que la película nos introduce tienen defectos y virtudes: pueden ser amables, respetuosos, amorosos, empáticos; pero también egoístas, groseros e impulsivos, eso es genial porque hace que la película se sienta más genuina. Es tal y como las personas nos comportamos cotidianamente, podemos tener pequeños arranques de ira, soltar comentarios hirientes, y no por eso somos malas personas.

La relación madre-hija se muestra a través de la interacción entre Christine y Marion, es a la que más relevancia se le da en el filme; que si bien el tropo ya se ha visto en una infinidad de películas, el acierto es el giro fresco, las charlas y discusiones se sienten o son iguales a las que llegas a tener con tu madre: los comentarios pasivo-agresivos, regaños, corajes y, al mismo tiempo, ese profundo afecto, preocupación, confianza y momentos memorables que compartimos.

El nombre Lady Bird es la manera en que Christine trata de experimentar tantas actividades y emociones como le sean posibles, afrontándolas con actitudes extrovertidas, seguras y despreocupadas. Prueba el teatro, intenta trabajar, conseguir nuevas amistades, opina que aborrece su hogar, a pesar de que sea todo lo contrario; pero sobre todo, trata de resolver esta pregunta existencial sobre quién soy. Es casi culminando la película que Lady Bird finalmente se define a sí misma, sabe quién es y puede empezar a llamarse Christine y a avanzar hacia una nueva etapa de su vida.

Es una gran película por su protagonista y lo genuina que se siente, la manera en que se maneja la relación familiar, los intereses amorosos tan variables y propios de la adolescencia, la innegable búsqueda de saber quiénes somos, a dónde pertenezco, qué deberíamos hacer con nuestras vida, así como el gran paso que hay que dar para adentrarnos a un mundo que nos va a exigir más y que terminará de formarnos como personas.