Facultad de Economía
Facultad de Economía
Desde que tengo memoria, en la semana que cumplo años, se celebra el Super Bowl. Aún recuerdo cuando mi papá me convencía para no salir a festejar mi cumpleaños para que él pudiera ver el magno evento desde la comodidad de la sala y con comida casera preparada por mi mamá. En ese momento de mi vida yo no entendía nada de americano, aunque mi papá intentará explicarme, yo no comprendía.
Y así pasaron mis años probando distintos deportes que hubiera en mi comunidad, porque hacer deporte es un tema costoso y más si hablamos de la periferia. Por eso el basquetbol se volvió parte de la vida de mis padres (en su juventud), primos, hermanos y yo. Aunque lo dejé porque nunca me gustó totalmente. Fue curioso que regresará a jugar al entrar la facultad y es aquí donde empieza mi vida deportiva gracias al apoyo de la universidad.
Hace un año conocí el “tochito”, y fue amor a primer entrenamiento. Hacía ejercicio con el fin de bajar de peso y tallas, pero lo empecé a disfrutar cuando mi objetivo era mejorar como jugadora. Sin embargo, ha sido una odisea poder jugarlo, por la facultad, los estereotipos y el machismo.
El estigma y estereotipos de ser una mujer que practica deporte es de las situaciones más difíciles de soportar en este ambiente. Muy pocos deportes se denominan femeninos y van más enfocados al baile o donde sean “delicados”, solo los hombres pueden ser fuertes y grandes. El desear practicar deportes que sean denominados como “rudos” siendo mujer siempre es un mar de críticas, porque eso no lo hacemos las niñas, se nos arrebatan espacios (al menos en las primarias, los niños usan más espacios para jugar deportes, que las niñas, que tienden a juegos más pasivos, sumando que usan faldas, haciendo incómodo jugar) y no hay apoyo gubernamental dirigido a impulsar el desarrollo deportivo a las niñas y mujeres. Es un problema del machismo que se materializa y se expresa en nuestro tejido social y estructura burocrática. Y sin tomar en cuenta lo que sufrimos por los estereotipos que ha creado la sociedad alrededor de nuestros cuerpos, nunca eres lo suficientemente delgada o fuerte, debes tener un tipo de cuerpo dependiendo de tu deporte y sin importar tu forma te critican o sexualizan, no puedes solo existir y disfrutar el hacer ejercicio. Parece que el practicar deporte hace que tu cuerpo no te pertenezca y solo sea un medio para criticarte, y no desde tu desempeño como atleta, sino por su forma y tamaño.
A pesar de que la facultad me ofreció empezar a jugar tocho (y múltiples deportes más), nunca vi un apoyo real y conciso a los equipos femeniles. El deporte se ha denominado masculino, por y para hombres. Y este sesgo se aplica hasta en la forma en que se entrena, quiénes nos entrenan, los materiales que usamos y los apoyos que recibimos. No tienes muchas áreas para crecer como deportista si no hay apoyo, y una misma debe buscar opciones. A pesar de que el deporte sigue perteneciendo a los espacios masculinos, las mujeres y niñas cada vez más vamos apropiándonos; por ejemplo, Diana Flores, la QB campeona mundial de flag, participando en el Pro-Bowl como staff de los entrenadores, como coordinadora ofensiva, también participando en el comercial del Super Bowl LVII.
Y aquí estamos, tomando lugar poco a poco del deporte, de los espacios públicos, del sistema. Siempre entrenando, siempre promoviendo a otras niñas y mujeres incorporarse a este bello mundo deportivo y creando redes de apoyo entre mujeres deportistas. ¡Con tocho contra el machismo, la misoginia y el patriarcado! ¡A reclamar los espacios que nos merecemos!
Por Naomi Caracheo Pedraza
¿Te gustaría tener un impacto positivo dentro de tu plantel?
Por Alfonso Marín Cano
Conoce a esta fascinante comunidad universitaria de la que puedes formar parte
Por Pablo Fabián Ruíz
Festejemos a la Facultad de Filosofía y Letras por todo lo que le ha dado al país y al mundo
Por Mateo, Ana y Ximena
Te invitamos a conocer el Grupo Estudiantil Popular Independiente de la ENES Morelia
Por Carlos Alexis Jonguitud Cárcamo
Una hoja de ruta que podríamos seguir para mejorar nuestra institución
Una respuesta
Las mujeres y el deporte parecen incompatibles en la mente de algunas personas. Aun hoy, las categorías femeniles siguen siendo vistas como exhibición, poco profesionales o simplemente como un mero complemento al “verdadero espectáculo” protagonizado por los hombres. Esta percepción refleja la resistencia y el miedo de algunos por perder el control en una esfera de la vida que han dominado durante tanto tiempo, temiendo que la presencia de las mujeres pueda “contaminarla”.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades, no debemos permitir que el pesimismo se apodere de nosotr@s y nos haga creer que no podemos incursionar en este ámbito debido a la discriminación y exclusión que enfrentamos. Por el contrario, el deporte se convierte en otro campo de acción para poner en práctica la sororidad, y la valentía de desafiar los estereotipos establecidos.
Es fundamental recordar que no estamos solas en esta lucha. Cada vez más mujeres estamos rompiendo barreras y demostrando nuestro talento en diferentes disciplinas deportivas. A través de la determinación, la fortaleza y el coraje, estamos construyendo una nueva narrativa en el deporte, una en la que nuestras voces y logros son reconocidos y valorados de la misma manera.
El camino puede ser desafiante, pero al enfrentar estas adversidades, estamos creando un legado para las generaciones futuras de nicñas. No debemos permitir que el patriarcado nos continue limitando o nos silencie. Sigamos siendo fuertes, valientes y atrevidas, utilizando el deporte como una herramienta poderosa para derribar los muros de la opresión y abrir espacios igualitarios. Juntas, podemos cambiar la historia y construir un mundo en el que todas las mujeres tengamos un lugar, una voz y un cuerpo alegre de moverse. ¡Adelante, valientes deportistas! 💪👏