En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
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Crédito: J Balvin en portada de Vogue Hombre Latinoamérica Noviembre 2016
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Valeria Sanabria Lotzin

Facultad de Filosofía y Letras

Me gusta que me digan Val, soy estudiante de Desarrollo y Gestión Interculturales. Me gusta tomar fotografías, el cine y el cine documental. También me gusta la música y el ánime. Me interesan los temas de patrimonio cultural, más que nada inmaterial, temas de turismo, estudios de género y estudios culturales.

Blanquitud y violencia estética en el reggateon

Número 14 / JULIO - SEPTIEMBRE 2024

¡Dejemos de ver los cuerpos como territorios a conquistar!

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Valeria Sanabria Lotzin

Facultad de Filosofía y Letras

Dentro del género del reggaetón se ha dado un proceso de blanqueamiento, no solo de la lírica sino también de los exponentes del género, el cual se ha apoyado en la violencia estética que existe dentro de la industria que busca comercializar no solo la música, sino al o la exponente en sí mismx. 

Hablemos de un factor que influye en la popularidad y el apoyo que pueda obtener un cantante de reggaetón, que es el tono de su piel (claro que no es el único género musical en el que ocurre esto), este fenómeno es conceptualizado como colorismo, es decir, los estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias que se construyen o se ponen en práctica basándose únicamente en el color o tono de piel de las personas (Olivia Gall, 2022). 

Veamos el caso de Daddy Yankee, Nicky Jam, Bad Bunny y Maluma, son esencialmente hombres blancos que se adaptan perfectamente al canon estético hegemónico de la blanquitud, es por ello que no existe una necesidad de generar mecanismos estéticos para blanquearlos. 

A su vez está el caso de Ozuna, conocido por ser “el negrito ojos claros”. Ozuna es un hombre racializado que tiene ciertos rasgos físicos, en este caso sus ojos, que concuerdan con el canon hegemónico del hombre blanco, lo que facilita a la industria crear mecanismos estéticos y de marketing que lo hagan ser atractivo y consumible para el público. 

La blanquitud y la violencia estética hacia los exponentes del género que salen del canon hegemónico estético, genera que dichos exponentes no puedan insertarse en la esfera musical o logren alcanzar el mismo éxito a comparación de aquellos que han sido blanqueados, moldeadeados, sexualizados para la comercialización de su persona. 

Tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres que son exponentes del reggaeton, el colorismo es un problema que se mantiene presente. Sin embargo, en el caso de las mujeres surgen otros problemas relacionados con el sexismo y el machismo que se encuentran insertos no solo en la industria musical sino en la sociedad misma. 

Las mujeres que hacen reggaetón tienen que cumplir no solo con el canon hegemónico establecido por la blanquitud, sino por el canon establecido por el hombre para hacerlas ver “deseables”, “sexys” y “sensuales”. Tenemos como ejemplo a Karol G, Anitta, Tokischa, entre otras. Se crea una cosificación del cuerpo femenino, las mujeres deben cumplir con tener senos grandes o un culo grande, aquello que para el imaginario del hombre sea consumible sexualmente. Además, es importante decir que para los cuerpos femeninos racializados se da un proceso de exotización del mismo, es decir, los cuerpos femeninos racializados se exotizan, sexualizan y se consideran “consumibles” para un público masculino blanco. 

La violencia estética hacia las mujeres exponentes del reggaetón debe ser analizada desde la interseccionalidad. Una primera violencia se da desde el sexismo, con la cosificación, sexualización y exotización de los cuerpos femeninos. La segunda violencia es por el tema de raza o en este caso es adecuado usar el concepto de colorismo, debido a que su belleza se establece en qué tan cercanos son los rasgos de la mujer al canon hegemónico de la blanquitud. Y una tercera violencia que considero importante señalar es desde la gordofobia, se busca que para que los cuerpos de las mujeres sean consumibles deben ser delgados y así dar la impresión de que son cuerpos “atléticos” o “sensuales.” 

Es importante precisar que la violencia estética que atraviesa a estas mujeres y a estos hombres no debería ser ajena a nuestra cotidianidad, están insertas y se reproducen de manera constante en nuestro día a día, deben visibilizarse y ser combatidas de forma conjunta, debemos ser sensibles y conscientes de la diversidad de cuerpos que existen, y romper con la idea de que los cuerpos pueden ser consumibles.

Finalmente considero que la necesidad de blanquear, violentar y consumir los cuerpos son restos del colonialismo que se relacionan con la idea de las corporalidades como territorios a conquistar. Debemos reconfigurar nuestro pensamiento, por ello les invito a pensar al cuerpo como territorio desde una posición de declaración política contra las múltiples formas de violencia que existen, que el cuerpo-territorio nos lleve a defender y definir la corporalidad en tus propias condiciones y en tu propio contexto, logrando generar un autocuidado y un cuidado colectivo hacia la diversidad de cuerpos, romper con los estándares de belleza y aprender a relacionarnos con la propia corporalidad y con las corporalidades ajenas desde una mirada más amable y no colonialista.

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Blanquitud y violencia estética en el reggateon

Una respuesta

  1. Es importante recordar que los estándares utilizados en la industria de la música en específico del género urbano son un reflejo de los propios consumidores, las cosas en la música no se hacen por coincidencia sino por un patrón y algoritmo establecido por la propia sociedad y lo que está de moda, se trata sobre lo que la gente está buscando ver, siempre se va a necesitar un estándar o “algo a que apuntar” porque así funciona el idealismo así se desarrolla la competencia, incluso la superación misma se basa en eso muchas veces. Se considera “éxito” en la industria justamente a poder lograr un buen cuerpo, lujos envidiables, rodearte de modelos, tener buena ropa etc… ya que esa es la meta a alcanzar y así es como lo percibe el público en sí mismo, no puedes cambiar eso, la gente jamás va dejar de querer bailar o “perrear” en las fiestas una canción de moda por más “puerca” que este la letra así sean hombres o mujeres, esto es un estigma marcado del que se prefiere demonizar y no hablar de ello pero es algo inevitable casi como un mal necesario, siempre va haber algo hacia donde la gente común quiera apuntar y obvio siempre habrá alguien que tomen como ejemplo, en la música hay muchas cosas de las que no se hablan por ejemplo los cantantes de regional mexicano y sus pactos a menudo con grupos delictivos que sustentan y patrocinan sus carreras con el fin de que ellos fomenten un mensaje hacia una cultura donde se acepten y se vean como metas y objetivos el ser parte de este problema de criminalidad, romantizando estilos de vida que ni siquiera se imaginan como son en realidad y lo que perjudican, creo que no se trata solo de hablar por hablar dejándose llevar por opiniones propias o experiencias empíricas, considero importante hacerse la pregunta de si hay una relación entre los que critican géneros como el reggaeton y su poca aceptación o incluso a veces falta de autoestima, quizás criticamos a veces inconscientemente las cosas de la sociedad en la que no encajamos o hacia las que no nos sentimos aceptados o propios, es decir por que a veces una persona gorda critica los cuerpos delgados y queramos ver eso solamente porque no puede alcanzar o tener uno ya que si tuviera ese privilegio no se quejaría sino sería parte del problema, o una persona a la que no le perrean en una fiesta o no encuentra ligue crítica el reggaeton y sus letras solo porque no puede ser parte de disfrutarlo ya que cuando en una fiesta te están perreando y si disfrutas el ambiente ni piensas en la letra tan grosera y violenta que estás bailando y así nos volvemos parte del problema pero quizás sin darnos cuenta de que eso es lo que deseamos y anhelamos realmente, después de todo sería muy aburrido no tener esas conductas dejándose llevar derivadas del libido en una fiesta juvenil

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