En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
En estas trincheras nuestras armas son palabras convertidas en argumentos y contra argumentos.
Luis Carbayo/cuartoscuro.com
Picture of Nora Ximena Meza Piña

Nora Ximena Meza Piña

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9, Pedro de Alba

Mi nombre es Nora Ximena Meza Piña, tengo 15 años, soy originaria del estado de Oaxaca, y me mudé a CDMX hace 6 años aproximadamente. Vivo con mi mamá, mi papá y mi abuelita, y tengo un perrito muy tierno llamado Canelo. Mi papá es biólogo, egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, él me dió el gusto por la escritura, ya que adora escribir y yo también, aunque en realidad apenas soy principiante en esto, puesto que mayormente abordo la escritura creativa, es decir, escribo canciones, poesía, y soy alguien bastante sentimental, cosa que me ayuda al momento de escribir, pero bueno… Mi sueño es ser doctora y/o cantante compositora. Soy una aficionada a la música, desde que tengo memoria adoro cantar y aprender a tocar instrumentos musicales. También soy fanática de la anatomía humana, razón por la que quiero ser médica, adoro aprender sobre eso, de hecho me la vivo en la biblioteca de mi plantel leyendo sobre esos temas.

Aunque me llamen de cristal

Número 3 / OCTUBRE - DICIEMBRE 2021

En resumen, la generación “aguantadora” fue en realidad una generación débil, que tuvo temor y se ocultó por años, educando a sus hijos con sus erróneos conocimientos, llenando el mundo de prejuicios y desinformación.

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Nora Ximena Meza Piña

Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9, Pedro de Alba

El siglo XXI es de la generación de cristal. De los llamados: llorones, ofendidos, “cristalitos” y cientos más de apodos que han dicho generaciones pasadas, e incluso son secundados por los jóvenes.

Pero, ¿por qué los llaman de esta manera?

Primero, comencemos por definir “generación de cristal”:

Se les llama así por estar cercanamente asociados a la fragilidad, por algo que es fácil de romper. Aunque, también son llamados así por su inestabilidad e inseguridad.

Los principales temas relacionados al cristal son el feminismo, la homofobia, el racismo, la xenofobia, la legalización del aborto y algunos temas selectos de la paternidad y el Body Positive.

¿Qué fortaleza tiene una generación qué se molesta porque la sociedad cambie?

¿A la que oculta su odio tras la excusa de “libertad de expresión”? Esta es la aclamada generación aguantadora, son personas que no buscan la libertad de expresión, sino el poder de discriminar y menospreciar a ciertos grupos de la sociedad sin consecuencias.

Se excusan bajo las frases: “es humor”, “es comedia”, “lloran por todo”, “es un chiste” y “puro drama”. Comentarios que deberían de reservarse, ya que no hace falta recordar la sociedad machista, homofóbica, racista y discriminadora que se vive día a día, y quien diga que no, es evidente que no ha salido al mundo, o si lo ha hecho se niega a aceptar la realidad que presenciamos. También se puede recordar que es en gran parte “culpa” de esta generación que toleró todo esto.

¿Qué es la generación “aguantadora”? Se refiere a las personas de generaciones pasadas que se callaban las cosas que ahora se gritan y exigen. Habla de las personas que toleraron y normalizaron el machismo, racismo, acoso y que dieron más valor a los “sectores privilegiados” y desvalorizó a otros por su apariencia física, religión, nivel socioeconómico, género, preferencias sexuales, lugar de procedencia, discapacidades, limitaciones escolares o laborales, e incluso por su actividad sexual. Y que nunca luchó ni habló por los que no tenían voz en muchos sectores de la sociedad.

En resumen, la generación “aguantadora” fue en realidad una generación débil, que tuvo temor y se ocultó por años, educando a sus hijos con sus erróneos conocimientos, llenando el mundo de prejuicios y desinformación.

La generación “aguantadora”, es en realidad lo contrario, por el simple hecho de no tolerar las reivindicaciones sociales de nuestro tiempo.

Respecto al apodo de “los llorones”, y a las expresiones: “llorar es de cristalitos” o “los que lloran por todo”. Dos cosas:

Primero que todo, recordar que sentir y expresar emociones es completamente sano, todo esto se sabe hacer desde la niñez, pero ahí mismo es cuando se escuchan cosas como “llorar es de débiles”, “no llores”, en caso de ser de sexo masculino “no llores, llorar es de niñas” y cientos de más referencias a lo mismo, entonces desde pequeños asocian el llanto con la debilidad, cuando es una simple expresión física de sus sentimientos.

En segundo lugar, la frustración, la tristeza, y la decepción no solo se expresa a partir de lágrimas, sino también de agresividad física y verbal. Generalmente, las personas que están en un constante estado de agresividad son las mismas que se burlan o quejan del llanto. En otras palabras, verdaderamente, son las personas débiles quienes no manejan sus emociones y les satisface brotar agresividad y odio a personas, incluso desconocidas, porque no saben regularse, y se desbordan emocionalmente en cualquier momento o lugar y nadie les dice “débiles emocionales”.

De la misma manera, el mundo ha normalizado el bullying y el acoso, pero cuando alguien entra a defender inmediatamente es llamado “cristal”. Al parecer, las personas solo les molesta el acoso cuando es en contra de sus ideales o les involucra directamente.

Hay demasiada falta de empatía, ya que a muchas personas no les importan los sentimientos, ni el lugar, ni respetan el mundo que se merecen los demás y solo piensan en sí mismos. La generación de “cristal”, por el contrario, piensa en el bienestar de todos los seres vivos humanos o no humanos, somos una generación empática, que busca dar valor a todxs por igual, que busca eliminar privilegios y vivir en una sociedad con igualdad y equidad.

En conclusión, somos una generación de cristal. No por ser frágiles, sino por ser transparentes, por mostrar al mundo lo que no podían o no querían ver. Somos una generación de cristal, pero irrompible, ya que, no nos importan los juicios ni los malos tratos de los que están en desacuerdo y seguimos luchando por una sociedad en derechos, sobre todo respeto para todas las personas, animales, y seres vivientes. Al contrario de lo que muchos piensan estas reivindicaciones, en realidad harán a la humanidad más fuerte, y los hará progresar como seres y como sociedad.

La generación aguantadora tiene razón en una cosa:

La generación de cristal no debería existir, ya que, todos deberíamos de contar con todos nuestros derechos sin necesidad de exigirlos.

Vive y deja vivir respetando los derechos y libertades de los demás.

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