Escuela Nacional Preparatoria Número 1
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La bisexualidad es la tercera letra en las siglas LGBTI+ pero aun así por años ha sido minimizada, catalogándola como una “etapa que pronto pasará” o “una fase previa”.
En el mes de septiembre se celebra el “Día internacional de la visibilidad bisexual”, pero ¿realmente se le da la importancia que merece? Usualmente escuchamos frases como “todxs somos un poco bisexuales”, “estás confundidx” o “es porque nunca haz estado con el/la correctx”; pero estas frases, aunque no tengan una connotación violenta, tienden a negar la existencia de las personas bi, por lo que suele ser un reto vivir en este mundo donde todo es blanco o negro y pareciera no haber cabida para los grises, que están en el medio o los colores a su alrededor.
El activismo y los días especiales son vitales para la concientización y difusión de información que no siempre puede estar al alcance de todos, pero esa no es toda la solución ya que muy pocas personas se preguntan realmente que viven las personas dentro de la comunidad LGBTI+, y qué cosas debemos pasar antes, durante y después de aceptarnos y como la sociedad también es importante dentro de este proceso. Cada experiencia y vivencia es distinta, porque todos somos seres diferentes que viven en diversos núcleos familiares.
Considero que la aceptación de lo que se siente, por qué y cómo poder nombrarlo es probablemente lo más difícil del proceso ya que no sabes cómo afrontarlo, qué pasará después o en quien poder confiar sin ser juzgado o molestado por que sientes miedo de no encontrar un lugar donde encajar o hablar libremente. En mi caso particular no pude salir de mi burbuja hasta que decidí empezar a informarme y a buscar núcleos sociales con los que me sintiera identificada y segura de ser, lo que a su vez me lleno de valor para decirle por fin a mi familia; su aceptación fue indispensable para mí y también me dio seguridad para pararme ante el mundo con orgullo y feliz de existir no solo como mujer o persona bisexual, sino también como compañera de muchas otrxs personas que no tuvieron o tienen la misma suerte que yo y que día a día viven situaciones difíciles dentro de cuerpos o normas que lxs hacen infelices, son sometidxs a Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG) o incluso mueren a causa de LGBTI+fobias.
No todo es color de rosa, a veces pareciera que el mundo es un lugar inclusivo donde todxs podemos ser lo que queramos, pero aún faltan muchas cosas por lograr y otras muchas por erradicar. No creo que seamos una “generación de cristal”, solo somos personas que día a día intentan reflexionar respecto a lo que se les ha enseñado a lo largo de su vida: se cuestionan, indagan, se deconstruyen y vuelven a aprender porque todos tenemos acciones y pensamientos que ya no encajan con la realidad actual.
Es nuestro deber evolucionar para que en el futuro ya no se tenga que alzar la voz en contra del odio ejercido hacia alguna parte de nuestra sociedad y, en cambio, usemos la tolerancia, paz, respeto y empatía como una constante de todos y para todos.
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