Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2 Erasmo Castellanos Quinto
Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2 Erasmo Castellanos Quinto
¿No les ha pasado que la vida los pone en Modo Avión? Porque a mí sí. Ese momento en el que estás envuelto en un estado que no te permite sentir nada; no estás mal, pero tampoco estás bien; no estás triste, pero tampoco disfrutas. Es como estar presente con tus amigos y no estarte riendo a carcajadas como antes lo hacías.
Las tareas que antes te fascinaban ahora solo son una cosa más sumada a tu lista de tareas para el día a día, puedes sonreír o reír, pero ese vacío sigue dentro de ti, recordándote que no estás viviendo, solo sobreviviendo.
Ves pasar los mejores años de tu vida sin que los disfrutes, te da miedo pensar que de mayor no tendrás algún recuerdo bueno acerca de tu adolescencia; te sientes frustrado al ver cómo personas cercanas a ti han salido y disfrutado, te has dado cuenta de que muchos ya han vivido y tú… sigues encerrado en cuatro paredes con el Modo Avión activado.
Es una rutina diaria y cansada: te levantas, entras a clases sin prestar atención por estar pensando en cómo quitar tu Modo Avión, la comida no te apetece, pero aun así comes para evitar levantar sospechas, continúas haciendo tu rutina en la casa, lo haces mecánicamente, tus tareas escolares se vuelven la cosa más difícil, no entiendes nada, te frustra el no entender ni con videos. Y ahí, en ese momento, llega un sentimiento que te quita por momentos el Modo Avión, ese estado que no le deseas a nadie: llega la desesperación, por pequeños lapsos en el día la desesperación se hace presente y comienza a incomodar. Te desespera no poder sentir y disfrutar como antes, te desespera ver tu vida pasar sin hacer nada “productivo”, te desespera la presión de los demás y, sin más, una nube se coloca arriba de ti, haciendo que una tormenta se desate alrededor tuyo; para aliviar esa tormenta en tus ojos, comienza una lluvia torrencial… Para que después de la incesante lluvia, el Modo Avión llegue otra vez.
Pero si bien el Modo Avión limita la capacidad de hacerte disfrutar, en algún momento hay pequeños destellos de lo que parece una esperanza y tú, queriendo salir a flote, te aferras a esa esperanza, te descubres con una diminuta sonrisa que sale de momentos triviales. Comienzas a sentir un calor que te invade en todo lo que eres, y ahí empieza la batalla entre ese destello de esperanza y el Modo Avión para tener el control de la situación y, sin pensar en lo que sucede o lo que pasa, todo se disipa y quedas en un estado libre, recuperas tus emociones. La alegría, aun con temor de avanzar, se vuelve parte de tu día a día; respiras esa sensación de tranquilidad deseando que el Modo Avión no se vuelva a activar.
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