Las venas aún arden

Daniela Pérez Taborda

Daniela Pérez Taborda (Santa Rosa De Osos, Antioquia, 2002), participa desde hace algunos años del Taller de Literatura Rayuela. Sus textos han sido publicados en cuatro antologías de este taller, en revistas y antologías a nivel nacional e internacional; Revista La Caída (Bogotá, 2018), Antología Versos en el aire VII, de la editorial Diversidad literaria (España,2018); Revista Cosmogonía en su onceava publicación (Medellín,2018); Antología mundial Cien mujeres poetas del editorial nueve editores (2019); Revista el Almacén (Perú, 2020);Revista literaria Ibídem (México, 2020), Revista Noche Laberinto (Bogotá, 2020); Revista Ouroboros (Medellín, 2020); Vórtice Lírico, Antología de poetas Colombianas, Pandora ediciones (2020); Epifanías, antología de poesía juvenil antioqueña, Fallidos editores (2020); Antología Boundless 2021, del  Festival Internacional de Poesía del Valle del Río Grande; su primer poemario Paisajes remotos fue editado por el colectivo poético Nuevas voceshace parte de la colección Yarumo  y se encuentra en la aplicación Poetapp, disponible en play store.

1 septiembre, 2021

“Las venas aún arden
en el sueño de la alquimia
del que brotan pájaros de fuego. “

FUGA

El incendio no cesa de danzar en el limbo
atado a las vértebras.
Las venas aún arden
en el sueño de la alquimia
del que brotan pájaros de fuego.

RECONSTRUCCIÓN DE UN CUERPO

I
El agua emerge igual a un mito
y las raíces fragmentan su transparencia.

II
Las burbujas en las que la luz duerme
se desintegran: asumen su vocación de peregrinas.

III
Florecen pájaros en la sangre.

INVENTARIO

Voz de agua para incubar en la oscuridad
pequeños anhelos

puentes rotos en la boca
para desintegrarse en el abismo

magma de la tierra
para trazar la huida.

PARADOJAS

I
En la calidez de la sangre
algo inexistente
apenas nombrado en la memoria de las nubes.

II
Los ojos abiertos acarician
canciones de cuna.

III
Lanzo el grito como una flecha
dispuesta a irrumpir en los oídos de dios,
pero dios crece en mi vientre.

BESO DE VIENTO

La infancia regresa
con su alma de niebla
condensada en un beso
que se lanza al azar del aire

En las manos crece
un fragmento de mar
dispuesto a navegar las distancias del viento

El mar despliega sus alas
y se confabula con dientes de león
hasta llegar a la orilla de mi madre

El beso de viento ha surcado la distancia:
he sembrado un mar en el pecho de mi madre.