profesor investigador adscrito a la División de Estudios Multidisciplinarios del Centro de Investigación y Docencia Económicas. Forma parte del SNII. Es doctor en filosofía de la ciencia por la UNAM. economista y especialista en historia del pensamiento económico, egresado de la Facultad de Economía de la UNAM. Realizó una estancia posdoctoral en el centro de ciencias de la complejidad, y de investigación en la London School of Economics y en la UNED, en Madrid, España. Asistió a la escuela de verano sobre racionalidad acotada en el Instituto Max Planck de Berlín, Alemania. Se especializa en filosofía de la economía, economía política, economía del comportamiento y teoría crítica. Actualmente coordia el seminario de El Capital de Karl Marx en el CIDE. Contacto: josafat.hernandez@cide
Donald Trump es un empresario multimillonario y político conservador del Partido Republicano. Él ganó las elecciones presidenciales celebradas el pasado 5 de noviembre en los Estados Unidos y con ello volverá a la Casa Blanca en Washington D.C. Tendrá un segundo mandato presidencial que será del 20 de enero de 2025 al 20 de enero de 2029. Esta vez Trump regresa al Poder Ejecutivo más fortalecido porque ganó el voto popular; obtuvo cerca de 74 millones de votos mientras que Kamala Karris, del Partido Demócrata, obtuvo cerca de 71 millones.
Los republicanos obtuvieron 53 escaños de 100 en el Senado y en la Cámara de Representantes obtuvieron por lo menos 214 escaños de 400. Con esto Trump regresa contará con el respaldo del Poder Legislativo y también del Poder Judicial pues, en su primer mandato “(…) Trump nombró a 234 nominados judiciales para ocupar asientos en los bancos más críticos de todo el país, incluidos 54 que remodelaron la composición ideológica de los tribunales federales de apelaciones y tres que impulsaron un cambio generacional en el más alto tribunal del país” (Mattingly y Seger, 2024). Estas elecciones se perfilan como una de las peores derrotas del Partido Demócrata en tiempos recientes porque este partido perdió cerca de 10 millones de votos respecto a 2020, cuando Joe Biden obtuvo 81 millones de votos mientras que Trump obtuvo 74 millones. Y ahora, el regreso de Trump muestra que la extrema derecha está construyendo una hegemonía en un país donde prácticamente no existe la izquierda electoral. En este contexto cabe preguntar: ¿qué explica la victoria electoral de la extrema derecha estadounidense y qué implicaciones socioeconómicas y políticas tiene para México? Estas preguntas las vamos a abordar en lo que sigue de este breve ensayo.
La campaña presidencial de este año estuvo marcada por la violencia verbal desde el inicio. Donald Trump hizo declaraciones escandalosas sobre los inmigrantes señalando que en “(…) Springfield [Ohio] se están comiendo a los perros la gente que vino, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí y esto es lo que está pasando en nuestro país y es una vergüenza” (Biao, 2024). Y también amenazando con hacer deportaciones masivas de inmigrantes hasta llegar al número de 3 millones de personas. Trump también atacó constantemente al gobierno de Biden diciendo que era el peor de la historia, que llevó al mundo al borde de la tercera guerra mundial, y habló de algunos demócratas diciéndoles: “Quieren reclutar a tus hijos para que mueran en guerras y ellos nunca lucharán (…) No tiene agallas para luchar” (Rojas, 2024).
La ocurrencia de dos atentados contra Trump también contribuyó a enrarecer el ambiente político de los Estados Unidos. El primero de ellos, ocurrido el 13 de julio de 2024, estuvo a punto de acabar con la vida del republicano pues la bala disparada en Pensilvania rozó su oreja causando heridas menores. Aunque el atacante fue abatido, la causa de este ataque que fue catalogado de terrorista no es clara. Trump, además de sobrevivir al atentado, se mostró desafiante en el momento del peligro y antes de salir del mítin gritó “pelea, pelea, pelea”. Más tarde, Trump mismo dijo que “Dios me salvó la vida por una razón y esa es la misión de salvar Estados Unidos” (Beach, 2024). Con ello, se alimentó la idea mesiánica de que Trump va a salvar a los Estados Unidos, que él es la única opción del cambio contra un régimen dominado por los “globalistas” que, según las teorías de la conspiración que proliferan en redes sociales, como QAnon, intentaron asesinar a Trump.
Por su parte, la campaña presidencial de los demócratas fue muy accidentada también. Primero, porque el Partido Demócrata apoyó una posible reelección de Biden sin hacer un proceso interno de elección de candidatos. Segundo, porque Biden tuvo un desempeño desastroso en el primer debate presidencial ocurrido el 27 de junio de 2024 dado que fue inocultable su deterioro cognitivo. Tercero, porque se impuso, de emergencia, a una candidata que gozaba de poco respaldo popular y que no tuvo la legitimidad de un proceso electoral interno en el Partido Demócrata: Kamala Harris.
Kamala Harris abonó también a la polarización al lanzar calificativos a Trump como un tipo enojado, un loco, un criminal, entre otros asuntos. También el Partido Demócrata emprendió una serie de guerras judiciales contra Trump para evitar que sea candidato logrando una condena penal y cuatro inculpaciones. Sin embargo, nada de eso detuvo a Trump y, contrario de lo que esperaban los demócratas, toda esta guerra judicial y mediática terminó fortaleciendo su imagen al darle, durante todo el gobierno de Biden, un protagonismo político que Trump supo capitalizar muy bien a su favor.
Estas fueron las elecciones más caras de la historia. “Según AdImpact, desde que Harris asumió como candidata, los demócratas han gastado 1.100 millones de dólares en anuncios ya emitidos o reservados para televisión, radio y plataformas digitales. Esto representa 400 millones más que los republicanos y subraya la apuesta demócrata por mantener una presencia dominante en los medios.” (Infobae, 2024). Esto muestra que el sistema político de los Estados Unidos tiene un componente profundamente oligárquico y que los dueños del dinero controlan el acceso, dinámica y las reglas del juego de esta decadente democracia.
A Trump lo apoyó el multimillonario Elon Musk, a Kamala Harris la apoyó el multimillonario Larry Page, lo cual también marcó la pugna entre diferentes intereses capitalistas digitales. La batalla ideológica en redes sociales fue furibunda y muy polarizante. Sin embargo, hay que destacar que Harris perdió las elecciones pese a haber tenido el doble de financiamiento de Trump, lo cual muestra un agotamiento de los discursos liberales “de centro”. Harris intentó ganar a la clase media reivindicando algunos derechos sociales y laborales, pero aún así fue insuficiente.
Tuve la oportunidad de hablar con algunos hispanos que viven en diferentes estados de Estados Unidos, destacando Wisconsin, Carolina del Norte e Illinois. También con personas que van con frecuencia a UTAH. Lo que prácticamente todos comentaron es que, durante el gobierno de Joe Biden, se fue acumulando un hartazgo entre gran parte de la población estadounidense. Este hartazgo tiene que ver con la denuncia de una hipocresía que se le atribuye al Partido Demócrata en general y a Kamala Harris en particular. Se mencionó que hubo hipocresía al imponer sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania, pero que a Israel se le ha dejado impune ante el genocidio palestino en curso.
Se mencionó que hubo una hipocresía al intentar presentar a una persona como Joe Biden, ya con condiciones mentales muy deterioradas, a las elecciones y que luego removieron para imponer a una candidata sin pasar por un proceso previo de elecciones internas. Mucha gente vio la designación de Harris como una imposición y no como el producto de un proceso democrático interno. Y ello hizo que muchas personas latinas que en 2020 votaron por los demócratas esta vez votaran por los republicanos.
También se habló de que los demócratas dicen ser garantes de la diversidad y la tolerancia pero que en los hechos deportaron a millones de personas, manteniendo la administración de Obama y no la de Trump el récord de tener mayor número de deportados. Todos estos elementos sugieren que hubo un voto de castigo muy fuerte contra los demócratas, así como también un incremento en la abstención de quienes votaron en 2020 por los demócratas pues Kamala Harris no les despertó esperanza.
Cabe destacar también que Bernie Sanders (2024), después de los desastrosos resultados de los demócratas dijo lo siguiente: “no debería sorprender a nadie que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora se encuentre con que la clase trabajadora le ha abandonado. Primero, fueron los trabajadores blancos y ahora también los latinos y los negros”. Y es que justo centrarse en temas puramente identitarios y omitir los temas socioeconómicos de fondo, como las grandes desigualdades sociales, rezagos y, sobre todo, las demandas mayoritarias de la población, hizo que al Partido Demócrata se le vea como un representante de la oligarquía y no a un representante del pueblo. Aquí vemos, claramente ya, una incapacidad del discurso político-liberal para generar transversalidad y construir consensos sociales mayoritarios.
Para México se viene un escenario complejo, porque no olvidemos que Trump es uno de los principales exponentes de la extrema derecha global. Es muy cercano a los presidentes y expresidentes de extrema derecha de la región: Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador y Jair Bolsonaro en Brasil. Seguramente se le verá a Trump apoyando a este tipo de expresiones de extrema derecha en la región para imponer gobiernos entreguistas que le garanticen el control total de los recursos naturales y mercados de América Latina. No olvidemos que fue Trump quien apoyó a Juan Guaidó en Venezuela y que intentó, por todos los medios, justificar una posible intervención militar en ese país afirmando que ahí había una crisis humanitaria.
En el corto plazo se vienen tensiones con México por lo que ya se anunció: que si no se controla más fuerte la frontera para detener los flujos de migración, se subirán los aranceles a productos provenientes de México a 26%. Los aranceles pueden ir subiendo cada vez más deteriorándose así el comercio bilateral en un contexto donde los gobiernos progresistas de México, tanto de Andrés Manuel López Obrador como de Claudia Sheinbaum, todavía no han logrado cambiar la estructura productiva e industrial heredada por el neoliberalismo que aumentó la dependencia económica de este país con Estados Unidos.
En 2026 se viene un proceso complejo de renegociación del T-MEC y para ello México va a tener que asumir que será muy riesgoso apostar toda la política de desarrollo industrial y de infraestructura al llamado nearshoring (relocalización económica). Trump ha dicho que él quiere que la relocalización de las inversiones de empresas norteamericanas que estaban en Asia vuelvan pero a Estados Unidos porque él, en el fondo, buscará reindustrializar su propio país para generar empleos en el llamado cinturón del óxido (rust belt) que abarca toda una región en el noreste y medio oeste de Estados Unidos y que incluye a muchos de los llamados estados cambiantes (swift states). En ese sentido, México va a tener que buscar una alternativa para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo considerando este escenario de lo que el propio Trump ha anunciado como “nacionalismo económico”.
Será un tema de seguridad nacional también pensar en cómo crecer y desarrollar la propia industria nacional en un contexto donde los llamados “globalistas” están siendo severamente criticados justo en los países que globalizan a los demás. México tendrá que jugar muy bien sus cartas en el nuevo orden global que se está formando que estará marcado tanto por la decadencia hegemónica de los Estados Unidos, la formación del mundo multipolar con BRICS como expresión de ello, en un contexto de grandes oleadas de ascenso de las nuevas derechas donde México seguirá siendo una importante contra-tendencia global. En este nuevo orden mundial multipolar, es muy posible que Trump vaya a concentrar la mayor parte de sus esfuerzos geopolíticos por controlar América Latina, reducir el conflicto con Rusia, mantener la guerra comercial con China y mantener el respaldo de Israel en medio oriente.
A lo largo de este pequeño ensayo analizamos las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Detectamos un problema al estudiar: por qué los demócratas perdieron diez millones de votos, y dimos una explicación que apunta a la existencia de que hay un gran hartazgo que hizo que hubiera un voto de castigo y un incremento de la abstención al voto demócrata. También abordamos los factores que explican el auge de la extrema derecha dirigida por Trump y algunas de las implicaciones geopolíticas para México en el contexto de la formación de un orden mundial multipolar. En este sentido podemos destacar las siguientes conclusiones:
Beach P. (2024). Trump: “Dios me salvó la vida por una razón y esa es la misión de
salvar Estados Unidos”. La Vanguardia Internacional. https://www.lavanguardia.com/internacional/20241106/10082294/trump-dios-me-salvo-vida-razon-mision-salvar-estados-unidos.html
Biao A. (2024). Debate presidencial: Trump afirmó que los inmigrantes haitianos se
comen a los perros y gatos. Independent en español. https://www.independentespanol.com/politica/ee-uu/trump-comer-perros-debate-springfield-ohio-inmigracion-b2611143.html
Infobae (2024). Las campañas de Kamala Harris y Donald Trump recaudaron miles
de millones de dólares: cómo gastan tanto dinero. Infobae. https://www.infobae.com/estados-unidos/2024/11/01/las-campanas-de-kamala-harris-y-donald-trump-recaudaron-miles-de-millones-de-dolares-como-gastan-tanto-dinero/
Mattingly y Seger (2024). Trump transformó el poder judicial federal. Podría empujar
a los tribunales más a la derecha en un segundo mandato. CNN en Español. https://cnnespanol.cnn.com/2024/07/13/trump-poder-judicial-federal-tribunales-derecha-segundo-mandato-trax/
Rojas O. (2024). “Harris asegura que la violencia verbal de Trump lo descalifica para
ser presidente”. Excelsior. https://www.excelsior.com.mx/global/harris-asegura-violencia-verbal-trump-descalifica-presidente/1682264
Sanders B. (2024). News: Sanders Statement on the Results of the 2024 Presidential Election, https://x.com/BernieSanders/status/1854271157135941698?t=dDKYHD2yaId2kcAUufcjSw&s=08
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