En el marco de la transición de Procuraduría a Fiscalía, se asumió la responsabilidad de acompañar en todo momento a las víctimas del delito con pleno respeto a los derechos humanos. Ello implica una transformación en el entendimiento de la procuración de justicia para satisfacer las exigencias ciudadanas e inhibir la violencia social. Este nuevo proyecto tiene como objetivo combatir la impunidad y generar confianza en una Fiscalía cercana a la ciudadanía y cercana a las víctimas. En esa lógica, tenemos el caso de la implementación de las Audiencias Ciudadanas de la Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México.

Para cambiar el rostro de la Fiscalía no existe mejor forma que el acercarse a las víctimas e ir de la mano con ellas en el proceso penal. ¿Cómo poder llevar a cabo una investigación efectiva, si las víctimas no conocen el rostro de los servidores públicos que llevan a cabo esta tarea?, ¿Cómo generar confianza y cultura de denuncia?, ¿Cómo abatir la cifra negra de la impunidad? ¿Por qué las personas desisten de acudir a denunciar cuando son víctimas de algún delito? 

Para responder estos cuestionamientos tenemos que los principales motivos que llevan a la población víctima de un delito a no denunciar son atribuibles a la autoridad (INEGI, 2021). Resulta imperativo cambiar la consideración de la denuncia como una pérdida de tiempo encuadrada en la desconfianza en las instituciones de seguridad y procuración de justicia. La Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, en un acto de congruencia con su vocación de lucha social, defensa y promoción de los derechos humanos, tomó la decisión de salir a cada una de las dieciséis Alcaldías de la Ciudad de México y atender, de manera directa, a las víctimas. Con esta modalidad es posible conocer las inquietudes, no únicamente procesales, sino también humanas, de las personas a quienes se atiende. Esto permite responder en los hechos y en los actos a preguntas que se habían abordado sólo desde la teoría.

Lo trascendental de esta faena sin precedentes en la fiscalía, es eliminar del imaginario colectivo el entendimiento de las personas Fiscales –antes Procuradoras– como distantes a la problemática de la gente. La cercanía implica salir de las oficinas, tomar los espacios públicos y escuchar a la ciudadanía, a las víctimas. Las problemáticas son siempre tan diversas como las personas usuarias. Hay quienes acuden a una orientación jurídica en materias no penales, personas que extraviaron algún documento u objeto, mujeres víctimas de violencia que requieren tamizaje de riesgo feminicida, personas que pueden resolver sus conflictos por medio de los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en las Unidades de Mediación y por supuesto, personas víctimas de los delitos que más lastiman a la sociedad, mismas que requieren atención urgente y especializada.

La investigación penal deja de concebirse como un acto unilateral en el que el Ministerio Público conduce y en la que la víctima desconoce el panorama real del proceso. Por medio de aplicaciones de última tecnología, personal capacitado y una concepción del servicio público desde el derecho a una buena administración de justicia, las personas que se acercan a las Audiencias Ciudadanas y a la Fiscalía conocen sus derechos y la situación jurídica de las personas presentadas, detenidas o puestas a disposición.

Las Audiencias Ciudadanas de la Fiscal General dieron inicio el nueve de julio del año dos mil veintiuno. La titular de un órgano constitucional autónomo, cuya tarea recae en la rectoría y conducción de la institución del Ministerio Público tomó la iniciativa de atender cara a cara a la ciudadanía; decidió salir a las calles de esta ciudad, fuera de la oficina, o, mejor dicho, haciendo de las plazas públicas sus oficinas para escuchar las problemáticas directamente de las víctimas. 

Como antecedente tenemos la celebración de audiencias públicas ciudadanas como actos de legitimación política (actos concretos de consentimiento) por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en relación con las acciones de inconstitucionalidad 146/2007 y 147/2007 en materia de despenalización del aborto (Sotelo, 2010). Considerados como episodios intermitentes de representación argumentativa por parte de la Corte en relación con los discursos ciudadanos expresados en las audiencias (Sotelo, 2010, p.3).

En ese sentido, y dado que la discusión sobre legitimidad es añeja, concordamos con la noción de que el poder es legítimo (Weber, 1979) cuando se involucra una creencia general de que lo es, en términos de una tradición, por una creencia emotiva, por una creencia racional-valorativa o por méritos de la legalidad positiva. Al acercarse a las personas que han sido víctimas de un delito, la fiscal genera un vínculo de confianza en la actuación ministerial a partir del compromiso de llevar a cabo una investigación completa, idónea y con la advertencia de que, si existen los indicios suficientes, la Fiscalía actuará siempre con apego a la ley, los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano y las mejores prácticas.

Veinte audiencias ciudadanas, doscientas veinticinco personas atendidas directamente por la fiscal general, mil doscientas doce más por el equipo multidisciplinario que asiste en este esfuerzo titánico (FGJ, 2021). Todas son personas usuarias que acuden con la esperanza de ser escuchadas, de que se reconozcan y garanticen sus derechos como víctimas de delito, con la confianza de recibir justicia eficaz y efectiva. Pero, este acompañamiento a las víctimas no termina en la Audiencia, no sólo se trata de escucharlas. Durante todo el proceso se brindan los servicios necesarios de apoyo psicológico, asesoría jurídica, atención a la víctima con perspectiva de género, peritajes científicos de calidad internacional y, sobre todo, conducción de la investigación de los hechos constitutivos de delito con el deber de objetividad y debida diligencia. 

La Fiscalía General de Justicia tiene como fines institucionales la investigación de los delitos y el esclarecimiento de los hechos, otorgar una procuración de justicia apegada a derecho, combatir la inseguridad y disminuirla, la prevención del delito y el fortalecimiento del Estado de Derecho. En ese sentido, las Audiencias Ciudadanas son un mecanismo no únicamente de legitimación, constituyen una verdadera vía de solución a los casos presentados, tanto a la titular de la fiscalía como a las diversas áreas que la integran. Constituyen así, más que una audiencia, una modalidad de atención, un mecanismo de trabajo, guiadas por los principios constitucionales del proceso penal: procurar que el culpable no quede impune, promover, proteger, respetar y garantizar los derechos humanos, la reparación integral del daño y la garantía de no repetición a las víctimas, ofendidos en particular y de la sociedad en general. Dichas audiencias son una forma de trabajo, cercana a la gente, que permite propiciar en las autoridades: Personas agentes del Ministerio Público, oficiales secretarios, policías de investigación, peritos y personal administrativo, con conciencia activa y compromiso gubernamental en la promoción de los derechos. 

En las audiencias se persigue recuperar la credibilidad en la figura del Ministerio Público como representante social, prestar mejores servicios y responder las demandas de los ciudadanos, tan diversas como las demarcaciones que habitan. No son las mismas problemáticas las de Milpa Alta que las de Tláhuac, Benito Juárez o Cuauhtémoc. Como sabemos las personas que habitamos la gran Ciudad de México, el tejido social tiene diferencias culturales y socioeconómicas. No obstante, la fiscalía es de todas y de todos. Con la forma de trabajo cercana a la gente se elimina la percepción de que la fiscalía, antes procuraduría, sólo protegía a quienes entregaban dádivas, pagos ilegales, sobornos, o que incurrían en malas prácticas, sustituyendo estas conductas por un entendimiento activo del servicio público de excelencia.

A la vista de su titular, la fiscalía se vuelve itinerante y cercana a las demarcaciones y sus realidades. El compromiso incluye llevar a cabo nuevos métodos de acercamiento a las víctimas a través de un Ministerio Público móvil que permita iniciar denuncias en lo inmediato, asesorías jurídicas, seguimiento a cada diligencia en las carpetas de investigación para generar un buen camino jurídico que permita judicializar la investigación. Es a estas innovaciones conceptuales que nos referimos con el acompañamiento efectivo en el proceso penal generando una transformación en la visión y la confianza en el actuar ministerial.

Las acciones en la audiencia, siguiendo los estándares y recomendaciones en materia de derechos humanos (Plascencia, 2010) están relacionadas entre sí. Se desarrollan secuencialmente, de manera integral y tienen por objetivo: 

1. Contener los efectos de la victimización a través del acompañamiento efectivo durante todas las etapas y momentos en que la persona víctima lo requiera.

2. Atender oportunamente necesidades jurídicas, médicas, psicológicas y sociales. 

3. Buscar el restablecimiento de la persona víctima, ofreciéndole seguridad, confianza y protección.

Lo anterior teniendo en mente que el crimen es un doloroso problema humano y social, un problema cercano cuya existencia inevitable debemos asumir con sensibilidad y solidaridad. El crimen (Moreno, 2021) no interesa sólo ni fundamentalmente a ciertos estamentos del sistema legal: nos afecta a todas las personas, nos compromete como sociedad y como autoridades.

La paz social y la gobernabilidad en un Estado dependen de un sistema de justicia eficiente y capaz de garantizar el cumplimiento del marco legal con respeto a los derechos humanos. La realidad marca un camino a las autoridades. La visión del funcionario distante, colmado de privilegios y desapegado a la ciudadanía que debe atender ha quedado totalmente superada. La dispraxia ministerial, apatía o pereza en la integración de la investigación, son combatidas directamente por la titular de la Fiscalía no desde el discurso o la actuación inquisitorial, sino desde el trabajo, desde el ejemplo de escuchar a las personas y atenderlas con calidad y calidez. Las Audiencias Ciudadanas son una metodología de trabajo cercana a la gente.

Referencias Bibliográficas

Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (2021). Reporte Programa: La Fiscal en tu Alcaldía. Unidad de Estadística y Transparencia de la FGJ.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2021). Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE). INEGI, https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/EstSegPub/envipe2021.pdf

Moreno, L. (2021). El papel de la investigación criminalística en el moderno sistema procesal penal en México. En S. García, O. e Islas de González. (Coordinadores). La justicia penal en México. Balance de dos décadas (2000-2020). (pp. 327-338). IIJ-UNAM. 

Plascencia Villanueva, R. (2010). Lineamientos para la atención integral a víctimas del delito. CNDH.

Sotelo Gutiérrez, A. (2010). Audiencias Públicas ciudadanas. Acciones de inconstitucionalidad 146/2007 y 147/2007. Dejad que los ciudadanos se acerquen a mí. Entre la legitimidad y la representación: las audiencias públicas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso de la despenalización del aborto en el Distrito Federal (Tesis Doctoral). Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, México.

Weber, M. (1979). Economía y Sociedad. Fondo de Cultura Económica.