Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo
Colegio de Ciencias y Humanidades Plantel Vallejo
“Se debe de hacer un buen uso de las redes sociales, siendo así que solo están
diseñadas para ello, interactuar de una forma virtual, es solo eso, lo demás es una
derivación y sustentabilidad hacia nuestras necesidades que como bien se sabe, van en
constante cambio por las circunstancias que estemos atravesando. Solo es responsabilidad
de quien las utiliza, darle un buen sentido y razón.”
Hemos convivido demasiado con estas Redes Sociales o la conocida Social Media. Incluso se puede decir que esta ha llegado a ser nuestra segunda vida. ¿Por qué lo digo?, fácil, dado que guardamos la mayor parte de nuestra información personal, quedando en un algoritmo para que incluso las marcas nos puedan vender cosas adaptándose a estos datos. La globalización implica la agilidad de compartir datos u opiniones al respecto; todo esto lo tenemos en un dispositivo tan pequeño, pero tan grande a la vez.
Esto nos beneficia, pero si nos ponemos a pensar, estos datos lo tienen empresas, entonces: ¿es acaso muy recomendable almacenar estos en una aplicación? Esto dependerá de cada uno, claro, y con esto abro mi segunda opinión al respecto, y es que cada día nos apegamos más a estas Redes Sociales, que aparte de consumir nuestros datos, también consumen nuestro tiempo; cada vez más nos promocionan y nos volvemos más consumidores…
Hace un tiempo, en todo el mundo hubo un fallo en tres aplicaciones particularmente (derivadas o compradas por una misma empresa), entonces nos dimos cuenta que la mayoría no pudimos ver una realidad distinta al ¿Qué pasó con esta aplicación?
WhatsApp, Facebook e Instagram fueron las afectadas, muchos entraron a una para ver si solo era en específico cualquiera de estas, pero al final resultaron ser las tres. No fueron 30 minutos o 1 hora, aproximadamente fueron 4 horas que no se tuvo el servicio y a nuestro alrededor al menos en los primeros instantes no sabíamos qué hacer por ser tan dependientes a estas aplicaciones. Pasando un tiempo, había un entorno que nos rodeaba y fue ahí cuando abrimos los ojos a una nueva realidad, una que nunca pensábamos llegar gracias al consumo de tiempo que se necesita por estas redes.
Si bien no duró mucho, al menos en el mundo en el que nosotros vivimos, esto nos permitió realmente apreciar lo que estaba pasando afuera. Estábamos más enfocados en el mundo cuando regresó la señal a las aplicaciones. Pienso esto además en este tiempo de pandemia, donde el trabajo al final del día no se hizo o se atrasó. La mayor parte de nuestras vidas es dependiente de internet, redes sociales y todo lo que tenga que ver con la tecnología. En sólo una palabra, podemos decir que buscamos agilidad. Y es que no sólo fueron trabajos, también los alumnos debemos entregar cosas y ellos también: fue un breve colapso por lo que pasó; la presión y la admiración de algo nuevo fue un cambio de visión que duró unos instantes, y digo que duró unos instantes porque al momento de que las aplicaciones reactivaron el servicio, todos volvimos a la “normalidad” que estamos viviendo hoy. Es algo triste que no nos demos el tiempo para otras cosas.
Ahora si bien, ya cuando regresó el servicio, todos nos empezamos a cuestionar… ¿qué fue lo que realmente pasó? Hasta el momento el creador de Facebook y dueño de WhatsApp e Instagram Mark Zuckerberg, mencionó que hubo un problema en el sistema y que necesitaba reparación. Siendo sinceros, no muchos le creímos por una razón: nuestros datos personales estaban ahí, nuestra segunda vida estaba ahí, no sabíamos si era un intento de hackeo o algo por el estilo que defina lo que pasó. Y realmente estábamos muy confundidos con lo antes ocurrido.
La realidad en la que estamos viviendo nos ha demostrado que hemos creado con el paso del tiempo una vida virtual que contiene la mayor parte de nuestros datos personales. Trabajamos con esto y vivimos con esto, dejando de un lado lo que nos rodea o nuestro paisaje como tal. Incluso en este momento dependo de ellas al escribir este artículo y haciendo uso de internet, en un sistema operativo, con información recaba de buscadores o redes sociales, lo único que puedo decir es: ¿esto es positivo o negativo? Aún no podemos confiar en la seguridad de estos sistemas, dado que siempre habrá quien pueda robar la información de otras personas, y nosotros podemos pensar que estamos resguardados.
Por ello no es posible confiar en estas redes sociales, aunque apenas llevan alrededor de 15 años, nos son de tanta confianza aún pues necesitan mejoras, avances y necesitamos no depender de ellas. Lo he mencionado bastantes veces en el texto, pero es que no hemos comprendido quizá para lo que fueron estas, quizá solo para contactar personas lejanas a nosotros, conocer gente, interactuar de forma virtual, y parece broma, pero todo esto lo reforzamos en estos últimos dos años, desde la Covid-19: la mayor parte de nuestras vidas nos obligan a tener un dispositivo, internet, y trabajar en ello.
Se debe de hacer un buen uso de las redes sociales. Interactuar de una forma virtual, es sólo eso, lo demás es una derivación y sustentabilidad hacia nuestras necesidades que como bien se sabe, van en constante cambio por las circunstancias que estemos atravesando. Ello es responsabilidad de quien las utiliza: darle un buen sentido y razón.
Por: Angélica Hernández Plancarte
Históricamente, la mujer suele ser más un objeto que un personaje
Por Axel Álvarez Barrientos
Del despertar erótico a la búsqueda de identidad
Por Alejandro Sánchez Campo
¿Es amor o es sólo dopamina?
Por María Fernanda Sánchez Badillo Si cuidamos a la naturaleza, nos cuidamos a nosotrxs mismxs
Por Nasya Michelle García García
Cuidarse, entenderse, desaprenderse y reencontrarse
Por Yuriko Alondra Márquez Chávez
Entrega, subordinación y descolonización del amor romántico