Gracias al Programa Estudios sobre Democracia Justicia y Sociedad de la UNAM ( PUEDJS), dirigido por el Dr. John Ackerman, el pasado 8 de mayo de 2025 estudiantes y colaboradores del Periódico ¡Goooya! tuvimos el privilegio de conversar con la Dra. Patricia Dávila Aranda, actual Secretaria general de nuestra universidad. A través de una charla cercana y reflexiva, la destacada funcionaria compartió aspectos fundamentales de su vida personal, su formación profesional y su compromiso con el fortalecimiento institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La conversación comenzó con entrañables anécdotas familiares, mismas que se fueron entremezclando con el despunte de la trayectoria profesional de la Dra. Dávila. Por ejemplo, se contó a propósito de la compra de un refrigerador en la infancia, objeto que en ese entonces era un símbolo de progreso para las familias; objeto que igualmente contrastaba con las dificultades económicas que enfrentó durante su etapa universitaria. Desde muy joven, Patricia Dávila supo que deseaba estudiar biología, aunque esa aspiración no fue del todo comprendida por su padre, quien concebía para las mujeres profesiones tradicionalmente “femeninas” como la docencia o la enfermería. Fue su madre quien, con firmeza y sensibilidad, respaldó su decisión.

Para financiar sus estudios, la Dra. Dávila trabajó desde los 15 años, desempeñándose en diversos oficios mientras asistía a clases por la mañana. Fue durante su formación en la Facultad de Ciencias que conoció a las y los mentores que marcaron su camino, quienes también la invitaron a participar en sus primeros proyectos en el Instituto de Biología. Sus primeros acercamientos en el herbario de la UNAM y en algunas clases del Posgrado de Ciencias, encendieron en ella la pasión por la investigación científica cuando estaba terminando la licenciatura. Posteriormente, cursó una maestría y, más adelante, un doctorado en el extranjero, experiencia que no solo amplió su perspectiva académica, sino que le permitió valorar profundamente a su país y su universidad.

A su regreso a México, inició su carrera como investigadora en la UNAM. Una vez ahí enfrentó diversos retos, entre ellos el acoso laboral y las barreras impuestas por el género. Aunque en su momento no tenía las herramientas para nombrar lo que vivía, con el tiempo pudo reconocerlo como violencia estructural. A pesar de los obstáculos en ese periodo, subrayó que formó parte de un grupo de investigación sólido, y logró con el tiempo liderar un nuevo proyecto junto a este equipo nuevo.

Durante la charla, la funcionaria compartió de forma honesta y valiente sus reflexiones personales sobre el acoso, tanto dentro como fuera del ámbito universitario, y subrayó su compromiso firme con la equidad de género. Destacó asimismo que su llegada a la Secretaría General, ha implicado para ella ampliar su visión a propósito de los desafíos que enfrenta nuestra máxima casa de estudios: desde las restricciones presupuestales, los retos en materia de salud mental (atención a estudiantes y personal académico) y violencia de género (el acoso y las denuncias sobre todo), hasta la urgencia de adaptar los modelos de docencia mediante tecnologías más accesibles y eficientes.

Dávila explicó que una de sus prioridades en el cargo, ha sido mejorar las condiciones de vida y estudio del alumnado, con especial énfasis en la infraestructura, la atención integral a alumnos y el acceso a recursos tecnológicos. En este sentido, reconoció también la importancia de la participación estudiantil en la vida universitaria. Es una mujer que cree en una universidad donde todos tengamos voz, donde el diálogo y la participación no sean sólo principios, sino prácticas cotidianas. Por eso, trabaja por una universidad más inclusiva, justa y solidaria.

El diálogo como base de la vida universitaria

Un tema clave que se abordó en esta charla fue la necesidad de mejorar y fortalecer la comunicación entre autoridades y estudiantes. Para Dávila, la universidad debe ser un espacio de construcción colectiva, donde las decisiones no se impongan desde arriba, sino que surjan del diálogo, la escucha activa y la corresponsabilidad.

Fomentar la participación estudiantil en los procesos de toma de decisiones no solo democratiza la vida universitaria, también promueve un ambiente donde se reconocen las voces diversas que integran nuestra comunidad. En sus palabras, es fundamental que la administración no solo administre, sino que también escuche, dialogue y actúe con empatía y visión de largo plazo.

El testimonio de Patricia Dávila no es solo el de una académica exitosa, sino el de una mujer que ha enfrentado múltiples adversidades con tenacidad, sensibilidad y compromiso. Su historia es ejemplo de que la educación pública transforma vidas, pero también de que aún queda mucho por hacer para construir espacios equitativos, seguros y participativos.

En sus reflexiones finales, subrayó la importancia de la familia, la perseverancia y la creación de redes de apoyo como herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos de la vida universitaria y profesional. Su paso por la UNAM, como estudiante, investigadora y ahora funcionaria, es reflejo de una trayectoria forjada a base de esfuerzo, convicción y profundo amor por la universidad pública.