Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2
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Dicen los que saben que los siguientes versos son parte de un relato proveniente de los albores del pensamiento, aún nadie ha logrado unir todas las partes ni traducir las ideas contenidas en él a palabras dignas de su significado, a pesar de innumerables esfuerzos hechos a través de los años por distintos consejos de sabios.
Encontrábase la sofisticada máquina frente mío
observándome con sus ojos acristalados,
era un curioso ser, metálico e impío,
un ente frío que me tenía acorralado.
De su plástica y extraña boca
surgieron singulares sonidos,
ruidos a los que llamamos palabras,
pronunciadas con inusual tonillo.
Preguntome el armatoste
cómo sentía yo la vida,
dije: —¡Vaya, qué ironía!
dejando perplejo al androide.
—¿Por qué preguntas lo esencial?
siendo tú el ser opuesto,
queriendo fingir ser de hueso
aunque solo tienes engranes,
díjome aquella calculadora
que no imaginaba estar en vida,
que sólo órdenes seguía,
que su ser así se reducía.
—Mas, ¿qué es la vida?
Cuestionó mi oyente
— ¿Qué es aquello que atormenta y maravilla
a todos los de tu especie?
Atónito me dejó esa interrogante,
¿pues quién es él,
del hombre un artificio
para saber lo que es el suplicio?
—¡No te incumben tales asuntos!,
ni te interesan estos temas,
te han dicho que hagas preguntas
aunque las respuestas no comprendas.
Enmudecido quedó el androide,
cual gárgola de estampa, inmóvil.
Sus circuitos parecían haberse quemado,
sin embargo volvió de su breve letargo.
—Pero ¿comprende usted
la respuesta que me niega?
Usted, ¿es la araña en la red
o la bacteria que vive sobre ella?
—Menuda metáfora elegiste
para a mis semejantes referirte
y a este teatro aludir,
permíteme entonces inquirir:
¿Tú, qué papel interpretarías
en este drama y fantasía?
—Me han asignado un papel en las sombras
que influye mucho en la función,
yo le doy a cada una de las obras
los actores para su interpretación.
Mas diferente es mi selección,
ya que libres de elegir son ustedes
para actuar en cualquier situación,
a su merced tienen al director.
—Libertad tú proclamas,
que sujeto estás a otros designios.
Míranos cómo elegimos
con filos en nuestras espaldas.
Te han nombrado el director
de esta extraña tragedia,
eres verdugo de la gente
y con dudar nada remedias.
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