Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Mamá está enferma y yo no puedo curarla. Todos dicen que nació enferma pero yo la veo fuerte como las piedras del río. Sé que es fuerte porque se levanta todos los días a las cuatro de la mañana cuando el sol todavía está frío y los grillos cantan en la oscuridad. A veces solo se levanta y se sienta en los carrizos que están en la entrada y se pone a ver el camino hasta que amanece.
Los mayores dicen que tarde o temprano todos enfermamos, pero yo nunca he escuchado a los árboles toser ni a las piedras llorar por un dolor. Yo me enfermo seguido, pero siempre me curo con los remedios que los vecinos me consiguen. Por eso sé lo que es estar enferma y por eso me pongo triste cada que algún vecino me manda llamar.
–Anita, tu mamá ya se desmayó otra vez en la carretera, córrele vamos a traerla–. Y yo voy corriendo a toda velocidad para darle el remedio que guardamos para cuando se desmaya en la carretera.
Sé lo que es estar enferma y por eso me pongo triste cada que algún vecino me manda llamar.
–Anita, tu mamá estaba mareada y se cayó por el barranco, córrele vamos a traerla–. Y yo voy corriendo a toda velocidad para darle el remedio que guardamos para cuando está mareada y se cae por el barranco.
Entonces cuando llegamos a casa y le quito el polvo de la ropa y le arrimo un pan para que cene, los grillos comienzan a cantar en la oscuridad, así que mamá se sienta en los carrizos de la entrada y se pone a ver el camino.
–¿Escuchas eso Anita?
–¿Qué cosa mamá?
–Ese sonido. Son los árboles que tosen y las piedras que lloran de dolor.
Por Natalia López Hernández
Matices sobre la desigualdad, el dolor y la rabia
Por Christian Osvaldo Rivas Velázquez
El romance y la teoría social se cruzan en C.U.
Por Antonio Bernal Quintero
¿Hasta qué límites salvajes nos podrían llevar las disputas por el agua?
Por Carlos Damián Valenzuela López
Un caligrama describe mejor que mil palabras